Érase una vez él rey Laufey y la reina Farbauti, tuvieron un hijo llamado Loki. La gente de Jotunheim amaba mucho a su príncipe. El día en que Loki logró oficialmente la edad adulta, todo el reino se regocijó en una gran celebración y construyó un t...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Loki se sentó en los escalones frente al palacio, esperando que su esposo regresara. Thor ha estado fuera por diez días, pero en sus cartas dijo que volvería a casa hoy. Era tarde, el sol brillaba, volviendo la piel de Loki un poco rosada y Thor no se veía por ninguna parte.
Lone se sentó a su lado con una sombrilla de encaje y él le sonrió.
—Espero que cuando me case algún día, ame a mi pareja tanto como ustedes dos se aman —dijo y el príncipe le sonrió.
—Gracias, es muy amable de tu parte decir eso —él la miró rápidamente, antes de volver a fijar su mirada en el cielo azul brillante, esperando que la figura familiar volara a casa.
No fue hasta las cuatro, cuando la figura de Thor cruzó el cielo con una capa de color rojo oscuro que fluía detrás de él. Loki saltó sobre sus pies, corriendo hacia su esposo quien aterrizó con seguridad frente al palacio con Mjolnir en la mano.
—Bienvenido a casa —lo saludó Loki, apretándolo fuertemente en un abrazo.
—Gracias. Te extrañé mucho —admitió Thor, balanceándose un poco con sus brazos alrededor de Loki.
—Yo también te extrañé —susurró el Príncipe Jotun, casi llorando. No creía que pudiera sentirse tan solo sin Thor. Fue poco tiempo, pero aún así. Estaba acostumbrado a pasar todos los días con Thor y el cambio fue bastante desagradable—. Debes estar cansado —Loki retrocedió.
—Estoy bien, gracias. Te he traído algunos regalos, pero pasarán unas horas antes de que traigan mi equipaje del Bifrost.
—No me importa nada más que tú —Loki sonrió, trenzando sus dedos con los de Thor y caminaron juntos dentro del palacio.
—Debo decir que te extrañé leyéndome. ¿Podrías leerme unas páginas antes de la cena? Thor preguntó y su esposo estuvo de acuerdo felizmente.
Se acomodaron en la glorieta, respirando el olor a rosas y naranjas mientras Loki se apoyaba contra el pecho de Thor mientras le leía los Juegos del Hambre. Thor escuchó atentamente cada palabra, disfrutando la forma en que la voz de Loki permanecía. Los pájaros cantaban en sintonía con su acento, como si incluso les gustara el sonido de su voz.
El dios habló sobre todo lo que sucedió en la corte de Vanir y Loki se echó a reír cuando describió la forma en que la reina disfrutaba el banquete.
—Tienes que llevarme allí a veces, por favor. Suena divertido —dijo.
—Lo pensaré, pero tengo que ser honesto contigo, no estoy tan entusiasmado con la idea de tener tantos ojos en ti, mi amor. La reina me dijo que también han oído hablar de tu belleza allí —admitió y Loki se sonrojó.
—Seguramente la has malinterpretado —dijo humildemente.
—No, ella dijo estas palabras exactamente —Thor sacudió la cabeza y las comisuras de los labios de Loki se alzaron en una sonrisa mientras hundía el tenedor en su ensalada.
