Capítulo 2

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— ¿Quién anda ahí? —dijo con su voz ronca mientras miraba hacia a todos lados con el entrecejo fruncido.

Yo no pude moverme. No podía articular palabra. No podía dejar de mirarlo. Su mirada destilaba fuerza a pesar de estar fija en la nada. No era difícil adivinar que había sido increíblemente intimidante en su momento.

-¡Respondan!, ¿Quién demonios está ahí?-espetó.

Cuando pude darme cuenta, Seulgi se encontraba a mi lado con la mirada nerviosa fija en su hijo.

-Sunghoon...—murmuró.

-¿Quién demonios viene contigo? - le interrumpió. Estaba recostado en su cama cubierto hasta la cintura por las pesadas colchas. Pude notar como apretó en un puño la tela del edredón hasta que los nudillos se le pusieron blancos. Estaba furioso.

-Soy Jake -solté de pronto. —.Shim Jake

Seulgi me miró aterrorizada y él dirigió su atención hacía mi.

-No necesito un enfermero -siseó con desdén.

No pude evitar fruncir el entrecejo confundido y tartamudeé —N-No soy un enfermero.

-Tampoco necesito un niñero. No soy un inválido -me soltó en voz alta.
El coraje comenzó a recorrer mi cuerpo con rapidez. ¿Cómo se atrevía a comportarse de aquella manera conmigo si yo no le había hecho nada?

-Sunghoon, Jake no es un enfermero; es hijo de... -comenzó Seulgi.

-¡No me interesa si es hijo del presidente de Corea!, ¡Quiero que se largue! —gritó Sunghoon.

De pronto, su pecho subía y bajaba rápidamente con su respiración pesada. Las aletas de su nariz se abrían por el coraje y exploté.

—¡No me voy a ir!

La mirada de Seulgi era aterrada.
Sunghoon bajó el volumen de su voz diciendo con voz amenazante —Vete.

-Sácame -una sonrisa burlona se dibujo en mi rostro mientras me cruzaba de brazos. Sabía que no iba a levantarse de la cama.

-¿Qué pasa?, ¿No puedes? -le reté.
Sabía que estaba siendo cruel, pero era la única forma de hacerle ver que me necesitaba. Que necesitaba dejar que lo ayudarán. Él bajó la cabeza mientras decía casi en un murmullo.

-No puedo ir al baño por mi cuenta, no puedo vestirme, no puedo caminar sin caerme. No puedo hacer nada...—su voz parecía haberse quebrado pero cuando alzó la vista, sólo pude ver sus ojos sin vida vidriosos.—, vete.

-Yo puedo ayudarte. -murmuré.
Un parte de mi se había conmovido terriblemente al verle de ésa forma. Por un segundo pareció tan vulnerable.

Para mí sorpresa, río.

Río amargamente mientras deci —¿Si?, ¿Cómo?, ¿Llevándome al baño?,
¿Vistiéndome?, ¿Sacándome de mi habitación? —su risa se apagó dejando solo el dolor de su voz —, es denigrante.

-¿Qué pasaría si yo te dijera que puedes hacer éso y más tú solo?—murmuré con cuidado.

Pude ver un atisbo de asombro y esperanza en su rostro.

-¿Cómo? -titubeó.

-Puedo enseñarte a "ver" el mundo con tus manos. Tus manos serán tus ojos —dije con renovada esperanza.

Él frunció el ceño. —¿Eres ciego?—pregunto de pronto.

Yo sonreí tristemente.

-No. No lo soy. Pero mis papás si..., ellos me enseñaron; si tú quieres, puedo enseñarte.

Vi la duda atravesar su rostro y me volví hacia Seulgi. Lucía más tranquila y esperanzada. El corazón se me encogio; me veía como si yo fuera una salvación y no lo era. Sólo era un chiquillo que intentaba ser de ayuda.

Di un paso hacia la cama de Sunghoon y luego otro mientras sentía que el corazón comenzaba a latirme con fuerza contra las costillas. Cuando estuve al pie de la cama, me detuve.

Pude notar que me percibía porque olisqueó hacia mi dirección.

-Sal de la cama —dije con cautela.

-No.–dijo tajante.

Suspiré y me armé de valor. Mis manos se posicionaron sobre la colcha y tiré de ella descubriéndo.

-¡¿Qué demonios...!? –exclamó.

-Sal de la cama –dije intentando sonar firme.

Él no lo hizo. Rodeé la cama hasta quedar a su lado y enredé mis dedos sobre sus muñecas para tirar de él hacia arriba pero fue más rápido y tiró de mi. Perdí el equilibrio y terminé apoyando una rodilla sobre la cama con mi cuerpo abalanzado sobre el suyo y su rostro a pocos centímetros del mío.

Mi corazón comenzó a latir desbocado por su cercanía. Su aroma me golpeó  aturdiéndome. Olía a perfume caro, loción de afeitar y menta. Mi cuerpo comenzó a temblar involuntariamente y mis ojos se posaron en los suyos.

En ése momento, podría jurar que podía verme.

-No vuelvas a hacer éso –siseó. Su aliento me rozaba el rostro y un extraño escalofrío me recorrió el cuerpo.

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Thought I can't see you/can see you •JakeHoon•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora