Y tú sabrás

277 25 5
                                    

Narra el Invocador

Mientras mi estadía en la cárcel se hacía eterna, solo pensaba en ella y en qué haría, que estará pensando, cómo estará... Mi estadía aquí era horrible ya hasta me habían dado un compañero de celda que era muy... Raro...
En los siguientes días mientras yo miraba a la nada pensando en todo el me habló.

—Es una mujer no? — Me miró mientras pelaba una mandarina.—

— Disculpa? — Le miré —

— Que si es por una mujer por la que estás así, pensativo y como ido — Estiró su mano dándome una mandarina —

— Se nota? — suspiré —

— Ella te mando aquí? — pregunto mordiendo su gajo de mandarina —

— Eh.... Algo así...—  dije mirando el suelo —

Suspiré de nueva cuenta tomando aire.

— No sé, es raro... Me he dado cuenta que la amo, pero ella está lastimada y todo es mi culpa, no puedo si quiera decírselo por qué siento que me rechazara y matará — puse mis manos en mis ojos tratando de no llorar — Yo no quería nada de esto

El tipo se sentó a mi lado dándome palmadas en la espalda

— Como sabrá que la amas? — Me miró —

—Eh? — le mire confundido—

— Como sabrá que la amas? Si no le dices nada, si no se lo desmuestras, si no le das seguridad, alguien que ama es romántico, este en la situación en la que esté siempre busca no perder a su ser amado, se muestra detallista y hace todas esas cosas que hacen un par de tórtolos enamorados. Y si dices que la amas es por qué sientes esos nervios cuando la ves, mariposas en el estómago o incluso ganas de vomitar de los nervios por qué ella en verdad te gusta y así tú sabrás que la amas — dijo con felicidad — demuestrale que la amas en verdad.

— Alguna vez te enamoraste fortachón? — pregunté curioso —

— Si, vaya que si — dijo riendo— Ella era flor más hermosa entre todas y yo, yo solo era alguien insignificante aún así supe ganarme su amor pero yo no era bueno para ella, lamentablemente la lastimé y ella no me pudo perdonar, tampoco me perdonaría si fuera ella... Cuando se marchó mi vida solo empeoró, y pues veme aquí, ella siguió con su vida y ahora es madre de dos hermosas niñas, tiene la vida que siempre soñó a lado de un hombre que no le hace daño... — Dijo con pesar —

— Lo lamento — cuando iba a darle un abrazo el guarida le llamo para llevárselo al reclusorio, lo esposaron y lo sacaron de la celda, al parece cometió un crimen aún más grave que el mío, dicen que muchos no salen vivos de ahí... —

— Demuestrale que la amas — Dijo por última vez—

Narra Evelynn

Con el pasar de los días ya me iba cansando de ver tan campante a Ekko así que uno de los días decidí ir a su estudio entre como si nada, saludé al personal, vi salir a Akali y a Seraphine nada fuera de lo normal, cuando me dirigía a la cabina de Ekko decidí entrar en sigilo en mi forma de sombra para mí sorpresa estaba con Qiyana ensayando, las chicas me dijeron que tuviera cuidado pues ellos últimamente andaban muy juntos, no me sorprendía Qiyana era una zorra en busca de ascender a la fama y Ekko un perro en celo. Me quedé ahí unas horas viéndolos hasta que empezaron a besarse con intenciones de otra cosa, entonces mejor me fui, que asco.

Susurros [Evelynn y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora