Amara Hale es la típica chica que va caminando por la vida con los ojos tristes y perdidos, de apariencia débil y frágil.
No hay otra descripción más cierta que está.
O bueno... Casi.
Amara Hale es tan extraña y misteriosa de los pies a la cabeza...
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«Anteriormente»
El último en acercarse es un joven que parece tener 18 años, el mayor de los hermanos. Rasgos marcados, cabello oscuro prolijo, muy alto y con unos ojos celestes muy intensos. Él avanzaba dando pasos firmes hasta detenerse frente a mí, haciéndose notar la diferencia de estaturas. Su mirada estaba fija en mis ojos, una mirada imponente llena seriedad sin una pizca de alegría por verme frente a él. La intensidad se nota aún más cuando un toque de frialdad recorre su mirada y su voz.
—Soy Khalan...
(••)
Amy
Aquellos par de ojos zafiros seguían fijos en los míos, observaban mi rostro atentamente pero yo no lograba descifrar que pensamientos cruzaban por su mente, únicamente se permitía estar frente a mí sin cruzar palabra alguna o incluso algún movimiento... Cómo una estatua. La situación duró unos segundos que para mí fueron una larga eternidad. A continuación él olfateó disimuladamente el aire a su alrededor y negó fríamente. Entonces, así tan pronto como llegó, dió una vuelta y volvió a sentarse en el sofá. Esquivando mi mirada.
«Qué raro es»
—Que no te sorprenda Amara, Khalan siempre ha sido así como lo ves; frío y amargado. —Danniel menciona con diversión mirando la escena.
El Alfa James se adelanta a mí y menciona;
—Mi hijo Khalan es el futuro Alfa de esta manada, es de pocas palabras pero se llevarán bien. Te lo aseguro. — Con una mano hace un ademán para guiarnos a todos los presentes al comedor, y cada uno sigue sus pasos.
El comedor era un lugar amplio, con una mesa muy elegante y larga, sobre esta se encontraban los cubiertos y la cena especial. La noche transcurrió normalmente; charlas de idas y vueltas, risas y anécdotas de antiguos miembros de la manada. Pero el único que no se sumaba a la conversación era Khalan quien comía de su plato en completo silencio y tranquilidad.
—Alfa James y Luna, creo que es momento de hablar sobre el caso de Amara.—Marie los observa fijamente esperando una respuesta.
—Si, creo que ha llegado la hora. Niños por favor déjenos unos minutos a solas—Luna ordenó a sus hijos, y así lo hicieron, Annie y Danniel fueron caminando hacia el living sin mucha queja. —Khalan se quedará ya que pronto tendrá que ser parte de estas conversaciones que incumben a la manada y sus miembros.
Marie asintió y se acercó hacia a mí, apoyando una mano en mi hombro.
—Hace unos días he hablado con ustedes contándole un poco sobre Amara y lo que pasó en la ciudad de los humanos que me ha llevado a traerla aquí con su permiso, sabiendo que ella no es humana y tampoco una mujer lobo. —Hace una mini pausa para luego continuar.
—Amara es una hibrida de una criatura que no he visto, ni tengo mucha información pero estoy en investigación. Ella posee un collar que disimula ese olor de su rango y lo convierte en el de una loba Omega de muy bajo rango, para no levantar sospechas en la manada y ocasionar un miedo innecesario que termine en graves consecuencias.
Suspiro nerviosa ante la información que sigue. Es la parte más difícil que debo contar yo, así que carraspeó mi garganta llamando la atención de todos los presentes y hablo rogando al mundo no trabarme;
—Mi criatura se llama Éter... Ha estado conmigo desde que era una pequeña niña, mi familia me tiró a la calle luego de mi primera transformación porque me consideraban un monstruo, y lamentablemente no los puedo culpar; ya que me comí al hámster de la familia...— Suspiro melancólica recordando aquél trágico día donde las lágrimas amargas recorrían mi rostro sin saber que era lo que sucedía conmigo y el dolor era inmenso por el rechazo de mi propia familia. — Fueron muchísimas noches frías, de casa en casa buscando un nuevo hogar pero a lo largo de los años me he vuelto capaz de aceptar mi realidad y lo que soy. Aunque a día de hoy lamentablemente sigo sin poder controlar uno de los deseos de éter, el deseo de carne humana. —Cierro los ojos con fuerza mientras imagino los pensamientos de los presentes. Lo sé, es algo horrible. Pero lamentablemente no puedo hacer nada para evitar ser parte de esa casería humana y que me ha traído graves consecuencias.
Pasan los segundos en donde no recibo ningún comentario, y extrañada abro los ojos lentamente para observar los rostros de los presentes. El Alfa James y la luna me observaban con un poco de confusión y sorpresa en sus ojos, en cambio Khalan que estaba sentado frente a mí al otro extremo de la mesa; no tenía ninguna expresión en su rostro; ni de sorpresa, ni de confusión. Nada de nada. Al instante él parece percatarse de que lo estoy viendo y su única respuesta es un muy lento asentimiento de cabeza.
—Es algo impactante tu caso Amara, no hemos conocido algo similar antes en esta manada...—James coloca una mano en su frente con preocupación—...Aunque no voy a negar que no me preocupa que seas un peligro para la manada, actualmente te ves normal pero siendo sincero no sabemos que sucederá cuando tú bestia interna deseé carne humana y aquí no haya humanos. No sabemos que tan peligrosa seas Amara.
El Alfa se acomoda en su asiento preocupado y su luna le toma la mano intentando tranquilizarlo. De pronto Marie se acerca en su dirección.
—De eso me encargaré yo Alfa James, Amara será mi responsabilidad e investigación, haré todo lo que tenga en mis manos para ella pueda adaptarse a esta nueva vida. Confíe en mí.
—No estoy seguro Señorita Marie, si ella se queda en la manada deberá comenzar a aprender a controlar a su criatura y en esos días de hambre deberá ser encerrada a máxima vigilancia, no sabemos que sucederá, ¿usted está consciente de ello? —pregunta con nervios James, y Marie asiste completamente segura. — La verdad aún no sé si debe estar aquí pero deberé tener una conversación con mi hijo, él al ser el futuro Alfa tendrá su propia opinión y será quién dé la última palabra ya que la manada estará a su cargo, será su responsabilidad. Khalan tendrá que decidir si Amara se va de la manada desterrada.
James suspira frustrado con el seño fruncido mirando fijamente la mesa, mientras de fondo se oye el llamado de la pequeña Annie llamando a su madre, la Luna se levanta de asiento y al cruzar por mi lado me entrega una mirada triste con sus ojos llorosos susurrando un Lo siento. Lo comprendo perfectamente, ella es una mujer muy sensible y minutos antes me hablaba de ir de paseo juntas algún día, pero estar en una situación como la mía es complicada, e incluso diría que hasta mi existencia es complicada.
La sala se instala en completo silencio y calma, podria jurar que si prestaba atención escucharía la respiración de las personas presentes, son segundos de silencio bastante incómodo que podría cortar con una tijera hasta que de pronto se oye el chillido de una silla siendo arrastrada, a continuación de unos pasos firmes. Con confusión levanté mi mirada encontrandome a un Khalan caminando lentamente en dirección a su padre, dónde pasa por su lado y apoya su mano en el hombro de éste, dándole una palmada. Sin mirar a nadie, Khalan se marcha por un oscuro pasillo sin antes mencionar firmemente;
