Capítulo 10

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Una tranquila voz llamándolo se colaba por sus oídos, mientras sentía una leve presión en su mejilla derecha, Chifuyu luchaba con el peso de sus ojos para abrirlos, sentía un dolor punzante en su cabeza.

—Chifuyu... Oye Chifuyu 

Escucho su nombre nuevamente, sin poder distinguir aquella voz, su cuerpo apenas empezaba a tomar nuevamente energía.

—Despierta, Chifuyu Matsuno...

Aquella voz levantó un poco el tono sin llegar a gritar y nuevamente sintió una leve presión en su mejilla.

—¡Maldición Chifuyu! –gritó algo cansado Takemichi de ver qué el rubio no parecía dar señales para despertar. —¿Por qué tienes el sueño tan pesado y quién te dijo que bebieras tanto?  –gruñó el pelinegro.

El cuerpo de Chifuyu al reconocer la voz reaccionó al instante y sus ojos se fueron abriendo con cierta pereza.

—Take –dijo en un susurro, tallando sus ojos y nuevamente el dolor de cabeza lo atacó. —No grites, por favor. –suplicó. 

—Diablos, por fin, llevó rato intentando que despiertes. –se quejó el pelinegro.

Chifuyu observó desconcertado a Takemichi, nunca creyó que algún día la voz de su amigo le iba a parecer molesta. 

—Inui me mandó a despertarte, hemos traído comida... quiere que bajes –titubeó antes que su amigo le reclamará el por qué lo habían despertado.

—No tengo hambre –dijo, para volver a meterse bajo su sábana y hacerse bolita en ella. 

Takemichi bufó al ver el acto de amigo y lucho para quitarle la sábana que cubría su cuerpo.

—Baji está abajo –anunció su amigo, esperando tener una respuesta positiva de Chifuyu, sin embargo, la respuesta del rubio fue vaga. 

Chifuyu bajo parte de la manta que lo cubría, dejando parte de su cara al descubierto.

—Dile que vuelva mañana –anunció para nuevamente cubrirse con su sábana, escuchó un jadeó de sorpresa de su amigo. 

Realmente no tenía ganas de escuchar a Keisuke, su cabeza estaba a punto de explotar, tampoco tenía idea que había hecho la noche anterior cuando perdió el conocimiento, por el momento no quería saber nada, solo quería dormir y dormir. Mañana podría averiguar qué paso en la fiesta, únicamente recordaba ciertas cosas, esperaba que no hubiera cometido alguna idiotez.

—Vamos Fuyu, Baji lleva rato esperando, le hemos dicho que estabas durmiendo. –dijo Takemichi luchando con quitar la sábana que cubría al rubio.

—Entonces dile que sigo durmiendo. 

Esperaba que Takemichi lo dejará de molestar y pudiera seguir durmiendo, aunque su boca se sentía seca, pero si bajaba a la cocina se encontraría con Keisuke y lo menos que quería en ese instante es ver la cara de su supuesto novio.

—Chifuyu, creo no recuerdas que le prometiste a Keisuke el ir a su casa para estudiar –dijo algo agotado Takemichi tomando lugar en la cama. 

Chifuyu suspiro a lo alto, realmente lo había olvidado, pero para ser honesto no se encontraba en el mejor estado para ayudar a Baji. 

—No quiero verlo –confesó Chifuyu después de un silencio momentáneo. —Me duele la cabeza y no quiero pensar en cómo actuar alrededor de él. 

Takemichi no dijo nada más y solo le dio unas palmaditas de consuelo, el pelinegro entendía a su amigo y no iba a obligarlo, sin aviso decidió levantarse de la cama y salir del cuarto.

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