Capítulo 10:

58 13 1
                                    


Jimin:

Estaba sentado en el suelo de su balcón, mirando hacia los enormes jardines de la mansión en la que vivía. Era de noche, así que solo podía ver las pequeñas luces colocadas en el jardín.
Recordaba esos felices momentos, en que corría junto a Taehyung, perdiéndose entre los jardines, tomándose fotos y finalmente descansando sobre el césped. Era tan feliz en ese entonces, pero no lo sabía.

Cuando estaba triste, solía mirar hacia los jardines, llorando por alguna tontería. Hasta que su amigo aparecía para consolarlo.
Siempre había adorado esa vista, pero ahora ya no sentía nada. Deseaba volver a tener esa paz, esa alegría, pero era demasiado cobarde como para siquiera intentarlo. Era débil, lamentable y patético.

Jin le dio la oportunidad de enmendar sus errores, pero no la había tomado y no pensaba hacerlo.
Solía sentirse superior, fuerte e inteligente. Como sus padres, pensaba que algún día tendría lo mismo que ellos, enorgulleciéndose de los logros de estos. Ese fue su error. Ya que el dinero de sus padres, sus propiedades y sus logros, no le pertenecían. Él no tenía nada.
Solo era un simple omega cobarde y envidioso, y por eso mismo no podía hacer nada.
Ahora odiaba a sus padres más que a nada, tanto como para no querer volver a verlos nunca, y solo podría hacer eso si se iba con Yoongi. Quería estar tranquilo, olvidarse de todo y ser feliz. Realmente quería ser feliz.

Así que iba a callarse y pretender que no pasaba nada, que su mejor amigo no estaba pasando un infierno por su culpa. No quería pensar en nada.

.

A la mañana siguiente, se despertó temprano. Su sueño fue fatal, pues soño con Tae, un sueño en que este le decía que era su mejor amigo. Que no quería que se aleje de él.
Limpió sus lágrimas con furia, no tenía derecho a lamentarse. Tomó una decisión y debía vivir con eso.
Arregló su maleta con su ropa favorita, dejando atrás las fotos de sus padres y llevando consigo las que tenía con Taehyung. No quería hacerlo, pero no fue capaz de dejarlas atrás, se sentía como traicionarlo nuevamente.

Yoongi lo esperaba fuera de la casa, con algunos guardias. Subió a su camioneta sin mirarlo, e ignorando su intento de saludo. Estaba dispuesto a ignorarlo el resto del camino, aunque eso no fue posible. Ya después de media hora comenzó a ponerse insistente.

- No entiendo por que eres tan caprichoso, es por que no traje una limosina?- preguntó, fastidiado-

Lo miró con ira, antes de responder.

- Es porque te metiste conmigo para fastidiar a Jungkook, querías sentirte superior al acostarte con el prometido de tu jefe. Y gracias a eso, - se detuvo abruptamente-

No quería hablar más, no se sentía capaz de culparlo por la situación de su amigo porque la mayor parte de la culpa era suya y estaba demasiado triste como para que alguien más se lo repitiera.

- Por favor, no actúes como si fuera sólo mi culpa. Tu no querías casarte con Jeon, y él te habría dado un peor trato del que le da a tu amiguito.

Se volteó por completo, para ignorarlo mirando hacia el camino. No quería pensar más en eso, pero ahora le parecía evidente que Yoongi sabía que a Jungkook terminaría interesándose por su amigo. Este continuó refunfuñando, sin decirle nada más. Cosa que agradeció, porque no quería seguir hablando con él.
No sabía si estaba bien al tratarlo de esa forma, pero no sabía que más hacer, estaba demasiado irritado y no podía pensar en nada más que en eso.

Llegaron a la casa de Yoongi, no era una mansión, pero casi.
Era una casa enorme, de seis pisos, con varias habitaciones. Debía admitir que era un lugar hermoso, aún cuando no se comparaba a la mansión de Jeon. No tenía flores ni árboles, solo césped y algunos autos, con guardias vigilando el terreno.

Tormentoso/ Inocencia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora