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Después de su perdida y el gran dolor que le provocó saber que Lan Xichen no creería la verdad aunque la tuviera enfrente, A-Cheng se vio sumido en una profunda depresión. Se negó a salir de sus habitaciones y únicamente cuando los chicos lo obligaban comía correctamente. Los días se convirtieron en meses y era muy poco lo que podía animarlo, pero Lan Zhan no dejaba de intentarlo.

—Te traje un regalo— dijo Wangji y entró a su habitación como lo venía haciendo desde hace un par de meses, se sentó frente a Wanyin que seguía vistiendo sus túnicas interiores y con tristeza lo observó mirar por la ventana.

Solo unos segundos después el Jiang volteó a verlo y dirigió su mirada a lo que llevaba entre las manos. Se acercó al Lan y acariciando al pequeño cachorro que llevaba consigo murmuró.

—No se puede tener perros en el palacio— había pedido a Xichen muchas veces que le dejara tener uno, pero finalmente se resignó a que eso no pasaría. Sin embargo siguió jugando con el cachorro que todavía estaba entre las manos del Lan.

—Si lo quieres es tuyo — insistió el Lan al ver el brillo en los ojos del omega. Aunque al minuto siguiente Wanyin suspiró y su mirada se volvió triste—Solo dime qué quieres y te lo daré.

— ¿Seguro? ¿Cualquier cosa?— preguntó A-Cheng sin estar realmente convencido.

—Mn—Lan Zhan estaba cansado de verlo triste y si él podía hacer algo para que su sonrisa regresara lo haría con gusto. No importaba lo difícil que fuera, lo haría por su omega.

—Quiero irme, ya no quiero estar aquí. Quiero vivir fuera del palacio. No importa en donde... ¿Puedes conseguir eso?

Lan Zhan lo pensó por un segundo, sabía que después de entrar al palacio y casarse con el emperador era casi imposible salir de ahí. Pero su A-Cheng quería irse, necesitaba alejarse de ese horrible lugar y el intentaría hasta lo imposible por hacerlo realidad.

—Está bien, no tienes que hacerlo— murmuró Wanyin algo desanimado.

—Lo haré. Te sacaré de aquí, lo prometo.

Apenas terminó la frase, Jiang Cheng se lanzó a abrazarlo mientras repetía palabras de agradecimiento en su oído. Lan Zhan se sorprendió al principio, pero en cuanto sintió el ligero aroma del Jiang fluir a su alrededor y su cálida respiración tan cerca, no pudo evitar sonreír y corresponder a su abrazo con más entusiasmo. Sintiéndose aliviado de poder presenciar la alegría del omega después de tanto tiempo y feliz de poder sostenerlo entre sus brazos.

Conforme pasaron los días intentó encontrar la manera de sacar a Wanyin del palacio, quería hablar con su hermano pero sentía que las cosas no serían tan fáciles, y escuchar la emoción en la voz del omega cuando le relataba lo que quería ver o hac...

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Conforme pasaron los días intentó encontrar la manera de sacar a Wanyin del palacio, quería hablar con su hermano pero sentía que las cosas no serían tan fáciles, y escuchar la emoción en la voz del omega cuando le relataba lo que quería ver o hacer en cuanto estuviera fuera solo hacía que Wangji planeara mejor las cosas.

Así que sin otra opción pidió ayuda a quien sabía que no le diría que no.

— ¿Por qué quieres ayudarlo a salir de aquí?— cuestionó su madre sorprendida de ver que su hijo se interesaba tanto en alguien.

𝓕𝓪𝓽𝓮  🌷 ᶻʰᵃⁿᶜʰᵉⁿᵍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora