CAPÍTULO 4

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Varios días habían pasado y las cosas iban volviendo en si a la normalidad, después de que Paul se fue Demián se dio cuenta de que al igual que el y su hijo, el moreno era un lobo.
Su aroma era parecido al de un grupo de hombres que había ido alguna vez a la casa de sus padres para una unión entre clanes.
Aquello lo había dejando pensando en si habría más lobos por la región o solo sería el chico que ya había conocido.

Fuera de eso había empezado a buscar trabajo aunque en realidad lo veía más como un pasatiempo pues con lo que había heredado Demián tenían para vivir cómodamente cinco vidas.

Era solo que en algunos momentos del día se estaba demasiado aburrido pues aunque hacía cosas en su hogar, en Canadá tenía una rutina que era; atender su hogar, cuidar a Luke en las mañanas y el resto del día trabajar en una panadería donde podía llevar a su hijo con el sin ningún problema.

Había hablado con la encargada de una florería en el pueblo y que había puesto un anuncio afuera de su local donde ponía que necesitaba a un ayudante.

La mujer le había dicho que empezaría a trabajar el lunes, osea en dos días.

—Papi...

Escucho el llamado de su pequeño y se dio la vuelta para mirarlo, se encontraba en la cocina cortando vegetales y cocinando carne.

—Dime bebé—Luke se acercó a él y Demian se agachó a su altura—

Hambe—El rubio menor se frotó el estómago con una mueca y Demian río un poco—

Se levantó y camino hasta la barra de la cocina tomando de un frasco una galleta, camino de vuelta a su hijo y se la dio recibiendo una enorme sonrisa de agradecimiento.

—Con esto podrás aguantar hasta que la comida este lista, pequeño glotón

Grashias papi—Contesto el pequeño—

—De nada cielo—Pronuncio acariciándole los cabellos al niño—

Luke se acercó a la pared sentándose en el suelo y mirando a su padre cocinar.

[...]

Demián estaba recostado en el sofá de su sala junto con Luke, ambos estaban viendo la película favorita del pequeño rubio la cual era una película de Disney llamada "La Princesa y El Sapo"

El rubio mayor tarareo el melodía de la canción que estaba sonando en la película a la vez que su hijo cantaba con emoción y moviéndose entre sus brazos.
Aquel momento fue interrumpido cuando el teléfono empezo a sonar y Demian tuvo que contestar poniéndole pausa a la película ganandose un quejido de su hijo.

—¿Hola?—Hablo acariciando el suave cabello de su hijo—

—Hola Demián, soy Esme

—Oh hola Esme ¿Que tal? ¿Cómo estás?—Pregunto ahora tomando el control de la televisión y quitando la pausa para que su hijo siguiera viendo la película—

𝙻𝚒𝚝𝚝𝚕𝚎   𝚆𝚘𝚕𝚏.      [Carlisle Cullen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora