𝙻𝚒𝚝𝚝𝚕𝚎 𝚆𝚘𝚕𝚏. [Carlisle Cullen]

CAPITULO 6

-Que tenga un buen día, gracias por su compra

Demián le sonrió a una clienta que llevaba un hermoso ramo de rosas rojas que había hecho con ayuda de su hijo, está le agradeció con una sonrisa amable y salió de la tienda.
Soltó un suspiro y se recargo en la barra que dividía el local y el taller donde hacían los ramos y cultivaban las flores.

Sus pensamientos inmediatamente se fueron a la noche del sábado donde Carlisle lo había ayudado a encontrar a su hijo y lo había calmado y reconfortado.
Aún recordaba su tacto helado en su espalda baja con delicadeza y ternura.

Y recordaba como entrando a su casa, después de dejar a su hijo en su habitación dormido empezó su batalla interna contra su Omega el cual gritaba y chillaba por Carlisle.
Quería estar de nuevo con el rubio, que le abrazara para dejar su aroma en el, que lo tranquilizara y sentir el tacto de su fría mano en la espalda.
Tuvo un escalofrío al recordar la sensación de su piel caliente (al ser el un hombre lobo) y la piel helada de Carlisle.

Salió de su ensoñación y miro a su hijo que estaba en la misma posición que el, recargado en la pequeña mesita que había colocado ahí y con sus ojitos cerrados.

-Mi amor ¿Estás cansado?-Pregunto tiernamente el lobo y el pequeño tallo su ojito-

-Un poquito papi-Dijo juntando su dedo pulgar e índice para decir cuanto-

-Mmm... Solo dos horas más y nos iremos a casa bebé, por mientras ve y duerme en el sofá-Señalo un sofá que tenían-Yo te cuidare desde aquí

El pequeño se acercó con pequeños pasos y se recostó en el sofá mirando a su padre hacer otro ramo en la mesa de trabajo.
La mente de Demian empezó a reproducir los momentos donde Carlisle había estado con el y su omega soltó un sonido lastimero extrañando la presencia del hombre.

Cálmate, nuestro hijo está ahí.

Pensó hacía su lobo y este pareció controlarse un poco más.

Todo estaba tranquilo.

Hasta que un olor a pasto recién cortado y a lobo inundó el lugar.

Miró hacía la puerta del lugar cuando la pequeña campana que había en la puerta hizo ruido y miro que el mismo chico de la playa ahora estaba mirando la florería con curiosidad.

Demián camino hacia el moreno que veía unos tulipanes.

-Hola, ¿Te puedo ayudar en algo?-Pregunto el rubio y Paul se dio la vuelta sonrojado para verlo cara a cara-

-S-si, yo...Bueno en realidad yo...

El chico se quedó callado y su cara se puso más roja si es que eso era posible, Demián sonrió enternecido y puso su mano en el hombro del chico.