Un niño regresaba de la escuela cuando escuchó jeleo. Vió un grupo de hombres en círculo, agetreados, exitados, agresivos. Con los brazos arriba algunos y otros con dinero en mano. Cuando se apartaron, unos exaltados y otros frustrados, pudo ver el motivo del alboroto: una pelea de perros. El can perdedor yacía abandonado mientras el dueño del ganador contaba su dinero. El niño lloró. Nunca olvidó la rabia que sintió, ni el rostro del sugeto.
***
Un hombre esta amordazado y amarrado a una silla en un cuarto desholado. Un joven entra sugetando la correa de un perro. El animal gruñe, feroz; ladra, voraz.
-¿Lo recuerdas? -pregunta el joven. -Ganaste mucho dinero a costa de casi su muerte. Y como éste, muchos otros. –El hombre en la silla, sudaba, balbuceaba, negaba. El can continuaba amenazante. -Crías perros solo para que se enfrenten en peleas fraudulentas. Has convertido animales inocentes en asesinos. Eres repugnante, y mereces lo que ocurrirá.
El hombre se remueve en la silla, inútilmente.
Sin más, el joven libera al perro, el cual se tira al cuello del hombre que un día lo abandonó herido a morir en la calle luego de perder una pelea.
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No me dejes sola
Short StoryColección de microcuentos varios de ImberBles🍁 Próximamente en físico