Desastrosa Fama.

¿Amigos?

Mi historia no es como la de los demás, yo no titubee al enamorarme de Colton, no intente convencerme a mi misma de que el no me convenía, yo supe que estaba perdida desde el primer momento en que lo vi y el también lo supo, Colton no jugó con mis sentimientos, el no me mintió, el no se burlaba a mis espaldas, nuestros problemas no eran los típicos celos de parejas, nuestros problemas eran nuestros sueños y caminos, y la falta de tiempo.

Miro hacia adentro y logro distinguir su cabello oscuro al fondo de la heladería, se ha convertido en nuestro sitio habitual de los martes, llevo tres meses viéndome con Colton y hemos pactado citas fijas, son prácticamente sagradas para nosotros.

Camino hacia el y me siento sonriente a su lado.

-¿Llego tarde? - pregunto.

-Nunca esta mal un poco de espera - dice con sus ojos brillantes mirándome.

-Deja de hacer esto siempre - me cubro con las manos la cara.

-¿Hacer que? - dice divertido.

-Observarme como si fuera una joya preciosa. - me sonrojo.

-Para mi es mas importante el corazón que lo material - explica - y tu eres una joya sentimentalmente para mi.

Me sonrojo y miro en otra dirección.

-¿Ya pediste? - preguntó cambiando de tema.

-Un caballero espera a su dama siempre.

Miro al techo y resoplo.

-Ya sabes lo que opino del machismo - lo miro con seriedad y añado - aunque debo admitir que eres bastante romántico, considerando que estamos en el siglo XXI.

-No me importa parecer un tonto, siempre que a ti te guste - dice sonriendo.

-Más te vale no acostumbrarme a tus cumplidos, o te los exigiré siempre - me burlo.

-Ya sabes que los digo porque es lo que siento - dice con su mirada fija en mis ojos.

En este instante llega la mesera y me salva de responder a eso, ordenamos lo mismo de siempre, dos conos de helado de una bola y de chocolate.

A pesar de que Colton y yo llevamos tres meses viéndonos él ha sido muy respetuoso, llegamos al acuerdo de conocernos mejor y ser amigos, le agradezco que no me presione y no intente nada raro.

Después de que llegan los helados él me mira y sonríe.

-Debo confesarte algo - dice en un susurro.

-Dímelo - respondo.

-¿Recuerdas aquel día en el cine? - pregunta haciendo referencia al día en que nos conocimos.

-Claro. ¿Que pasa con eso? - pregunto.

-Veras, no fue casualidad que nos conociéramos - se frota las manos.

-¿Y eso quiere decir que...?

-Yo te había visto un par de veces, estaba pendiente de tus redes sociales, - admite - la verdad es que supe por tu estado de Facebook que irías a cine y decidí ir, sé que fue tonto pero... quería que supieras la verdad.

-No fue tonto - replico - fue... lindo.

-Zoe, yo caí a tus pies desde el primer momento en que te vi, no recuerdo ese instante, pero incluso antes de conocerte ya estaba enamorado, yo me guardaba para ti y ahora al fin estas acá - dice con esperanza.

-Colton yo... - me quedo sin palabras.

-Zoe, se que no soy uno de los chicos de las novelas que escribes - suspira - se que tenemos vidas tan diferentes... pero también se que quiero luchar por ti, Zoe, quiero intentarlo.

-Yo... eres mi amigo Colton, me importas - digo con seriedad.

-No te pido que me beses, no quiero que aceptes ser mi novia, al menos no ahora, te pido que me dejes intentar conquistar tu corazón, quiero hacerlo - me mira con dulzura.

-Yo quiero que lo hagas - admito.

Veo en sus ojos la luz de esperanza, me sonríe y me da un suave abrazo, él cree que le hago un favor, pero no sabe que, de cierta forma, le miento, no puedo dejar que intente conquistar mi corazón porque ya es suyo y esta oportunidad que nos estoy dando no es por él, es por mi.