DOS | EN EL ATARDECER DE PORTUGAL, DONDE RENACEN VIEJOS SENTIMIENTOS

3.4K 378 98
                                    

«Las vueltas que da la vida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

«Las vueltas que da la vida... De todos los sitios que había en el mundo, me encontré con el chico del que me enamoré locamente en mi adolescencia y jamás creí que me afectaría si lo volviera a ver... Pero me afectó»

Nika.

Ambos ex amantes caminaron por una de las calles portuguesas en aquella noche estrellada y a casi 31 grados centígrados. La joven Nika llevaba una maleta colgada de su espalda mientras veía como su ex novio, aquel joven tan apuesto y que parecía estar mucho más fuerte que cuando lo conoció, llevaba la maleta más pesada que ella tenía.

Se encontraba nerviosa y juró que volvía a sentir aquellas estúpidas mariposas en su estómago que tanto odiaba sentir. No quería sentirlas y menos por él, por Jeremy. Tenía claro lo que buscaba en una relación, quizás por lo mal que acabaron las cosas con Jeremy.

Vio como aquel chico se acercaba a una camioneta verde bastante antigua y colocaba la maleta de la muchacha de una manera muy cuidadosa. Mientras, Nika veía como los músculos de ese hombre se tensaban por cada movimiento al mover la maleta de ella y tragó saliva, cambiando la mirada hacia las calles tan hermosas de ese lugar y se fijó mejor en el "nuevo" coche que tenía. Todo lo contrario, al lujoso coche que poseía en Nueva York.

La joven se mordió el labio inferior al acercarse a Jeremy para poder abrir la puerta y sentir su olor tan natural y agradable que él tenía, pero el joven no la dejó subir sin más y le abrió la puerta para luego ayudarla a subirse a la alta furgoneta.

Ella al principio era reticente a aceptarle la mano, pero al ver que uno de sus pies falló, quizás por los tacones o quizás por los nervios de estar a su lado, la tomó y consiguió sentarse, notando lo bien cuidadoso que estaba el coche por dentro como por fuera, lejos de que fuese antiguo.

Jeremy se subió luego a su lado y arrancó el coche, aprovechó para peinarse disimuladamente al tener al lado aquella mujer.

Durante el corto trayecto, ambos no dijeron nada. Era un silencio algo incómodo, pero era entendible después de todo lo que habían vivido, de todas las cosas que habían hecho juntos y la gran mayoría había sido sin ropa. Ambos habían cambiado bastante, ahora eran más adultos y veían las cosas de una manera diferente, sobre todo Jeremy, quien se había imaginado tantas veces ese reencuentro con ella, muchas más de las que Nika se hubiese creído.

Nunca la olvidó, aunque ella creía que él había pasado página aquella noche en Nueva York.

Entonces ella fue la primera en romper el silencio, a la vez que miraba la carretera.

—Jamás creí que terminarías trabajando y menos como dueño de un chiringuito. —Recordó toda la fortuna que él tenía y que tanto secretismo le tenía él a ella, hasta que un día le contó toda la verdad y preguntó. —¿Pasó algo?

Él negó con la cabeza, aunque no hubiese perdido para nada su fortuna gracias a la venta de aquella empresa que había creado en la universidad, si era cierto que su perspectiva de ver la vida cambió cuando su relación se rompió. No le dijo toda la verdad, pero una pequeña parte si.

Noches en Portugal [+18] ✔️ (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora