CUATRO | OJALÁ PUDIERA VOLVER ATRÁS PARA DECIRTE TODO LO QUE NO PUDE DECIRTE

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«Sabía que había sido un capullo, pero tenía la esperanza de que ella pudiera darme una segunda oportunidad y aprovecharla al máximo a su lado»

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«Sabía que había sido un capullo, pero tenía la esperanza de que ella pudiera darme una segunda oportunidad y aprovecharla al máximo a su lado»

Jeremy.

Lo primero que hizo Nika nada más llegar al piso, fue sentarse en el escritorio, abrir el portátil y ponerse a escribir uno de esos capítulos intensos para desahogarse.

No paraba de pensar en la discusión que acababan de tener y ella odiaba iniciarlo. Ni siquiera se había percatado y enseguida Jeremy la sacó de control. Aquel control que siempre tenía controlado. Pero por primera vez sacó aquel mal genio que nadie había visto, por eso mismo Jeremy se quedó tan sorprendido, pero la comprendía después del daño que le había causado.

La joven escribió tanto como pudo y casi podría decirse que salía humo de su teclado de lo enojada que estaba con aquel hombre con el que había tenido tantas y tantas primeras veces.

En un momento dado, dejó de escribir para mirar la taza que él le había dado esa mañana con chocolate, ahora vacía. Su nariz se hinchó de aire y luego lo expulsó con fuerza, tomando la taza y tirándola a la basura que tenía al lado llena de papeles. Se tapó las manos el rostro y comenzó a llorar de aquel enfado que tenía dentro. Lloró desconsolada, sola en aquel edificio de Portugal y, lo que creía que iba a ser un retiro para trabajar en su nueva obra, se convirtió en un infierno de un momento a otro.

Lloró incluso más que otras veces, quizás por aquel sentimiento que tenía enterrado desde hacía años en su pecho, quizás por todo lo que había sufrido en esos años, no solo por Jeremy, sino por la muerte de su tía y de sus constantes rechazos por cada editorial que enviaba manuscrito. Hasta el día que consiguió encontrar aquella editorial que le daría la fama que era a día de hoy.

Jeremy no fue el culpable de aquel enfado, pero si el desencadenante de algo que llevaba ya enterrado dentro de ella y una de las cosas que más daño le hizo, después de la muerte de la única persona que tenía en aquella vida, fue aquel abandono de Jeremy cuando ella tenía apenas 19 años recién cumplidos.

Levantó la cabeza para poder mirar las vistas de la ventana, viendo como la noche de Portugal estaba más preciosa que nunca, pero para Nika fue un infierno por lo mal que lo estaba pasando en ese instante. No podía dejar de llorar, necesitaba sacarlo todo fuera, todas aquellas cosas que llevaba escondiendo en su interior y, aquella noche, fue cuando las sacó.

Miró la taza, tratando de ver que culpa tenía aquel pequeño objeto y, cuando lo volvió a coger, el sonido de varios toques en la puerta hizo que se le cayese de nuevo sobre la basura y se rompiera una pequeña parte de este.

Negó con la cabeza y se secó las lágrimas, sabiendo de quien se trataba quien estaba tras aquella puerta. Pero esta vez él no iba a entrar. Se había asegurado de pasar la llave para que no entrase.

Noches en Portugal [+18] ✔️ (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora