🌠Capítulo 25🌠

696 59 83
                                    

"No importa si es mentira"

Dedicado a m1nashell y nawyeoff

— Narra Leo —

— Intenta descansar

Miré cómo Libra ponía una mano encima mío. Un cosquilleo ténue inundó todo mi cuerpo, y una luz amarilla se hizo visible.

Empecé a sentirme mejor y ahora podía respirar con mayor facilidad.

— ¿Dónde está ella?

La miré sonreir levemente y se alejó un poco de mí, dando término a su trabajo de curación.

— ¿Siempre fue ella verdad? — no dije nada. No hacia falta que lo hiciera. — Está incosciente, pero estable. Te has quedado sin poderes momentáneamente. Intenta no moverte mucho, te sentirás mareado.

— ¿Y mi hermana?

— Los dos humanos están a salvo. Están junto a Ofiuco.

— Deberías empezar diciéndome dónde está ella ¿Dónde está mi novia?

— Diez metros a tu izquierda.

No dijo nada más y se retiró volando de ahí.

¿Cómo es que todo esto termino tan mal?

Ahora mismo no sabía qué hacer ni en qué intervenir. Intenté levantarme pero tal como dijo Libra, me encontraba mareado, asi que caí de cara al suelo, como si me hubieran amarrado los pies.

Espero nadie me haya visto, y espero que mi cara no esté tan destrozada a este punto. Debo verme espantoso.

Volví a levantarme lentamente, tratando de encontrar equilibrio.

Con cada paso que daba, tenía ganas de salir de ahí. Traté de abrir mis alas pero vi como una estaba quemada casi en su totalidad, estaba casi de un color negro.

Me debo ver espantoso, de verdad.

Si Clarice tiene otro hermano ¿Qué año es este? Debería dejar de intervenir en algo que no me compete. Al final, aunque no quisiera, la ponía en riesgo.

Ella ya no era esa niñita encantadora a la que le di mi corazón por un momento más de vida. Y ella ya había dejado de ser mi hermana hace ya una vida.

Yo era el único que no estaba entendiendo el ritmo con el que avanza la vida. Y solo uno de los dos, se aferraba a un pasado que había quedado en las memorias del destino.

Yo vine aquí para cuidarla, bajé para velar por su seguridad. Pero si la acerco mucho al fuego, se quemará por consecuencia.

Suspiré sabiendo lo que era correcto hacer.

No podía ser un maldito egoista ¡Cuánto odiaba esa palabra! Desde que tenía memoria siempre me habían catalogado así, sin saber nada acerca de mí.

— Te irás con los demás refugiados — dije al acercarme lo suficiente a ellos para que me escuchen — Es lo mejor, ya te expuse demasiado

Clarice se levantó. Su "hermano" (hermano impostor) la miró preocupado, no lo culpo.

— Arriesgaste tu vida por nosotros

— Si si, es lo que hacen los ángeles — dije tratando de restarle importancia

Iba a ser más difícil dejarla si tomaba esa postura.

— Ella aún está mal — dijo mirando a Ofiuco de reojo.

Guerra Sacra (SIGNOS DEL ZODIACO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora