Guerra Sacra (SIGNOS DEL ZODIACO)

🌌Capítulo 12 🌌

"Te necesito, lo sabes? Creo que estoy perdiendo la cabeza. Más de lo que ya lo hacía"

𝙼𝙰𝚁𝙰𝚃𝙾́𝙽 1/3

- 𝚁𝚎𝚙𝚛𝚘𝚍𝚞𝚣𝚌𝚊 𝚊𝚞𝚍𝚒𝚘 𝚎𝚗 𝚖𝚞𝚕𝚝𝚒𝚖𝚎𝚍𝚒𝚊 -

— Narrador omnisciente  —

Apenas y amanecía.. el viento corría como nunca, pero aún así el río no se había congelado...

Una chica pelinegra de apariencia menor, corría con lágrimas en los ojos. Dió un grito de dolor cuando llegó hasta  un puente donde el río parecía reclamar su alma, o así ella lo veía

— ¡Papá! — gritó cayendo al suelo — No se supone que las cosas debieran ser así — dijo entre sollozos y con la voz entrecortada

Lo que ella no sabía es que había alguien que pasaba con un cigarrillo entre sus dedos, un hombre de ropas oscuras y sombrero, se quedó a verla al escuchar cómo lloraba, observándola con cautela. Observando cada movimiento que ella hacía, veía cómo inútilmente le gritaba a la nada, según él no haría la gran diferencia

— Quiero volver a verte, p-perdóname — dijo mientras se levantaba y empezaba a trepar el puente, lista para lanzarse y acabar con su vida de una vez por todas — N-No sé que debo hacer... A dónde ir — sollozó — Está claro que ya me rendí ¡Me rendí! — gritó con todas sus fuerzas

— Hey niña rara, aléjate de ahí — dijo aquella figura saliendo de su escondite

La adolescente lo miró extrañada

— No soy una niña — dijo con la mirada en el río, sin siquiera voltearse a mirarlo

— Pues te comportas como una — dijo aquel misterioso joven mientras colocaba sus brazos atrás de su nuca, mirándola relajado

Antes de que él pudiera decir algo más, la mirada de la pelinegra se fijó en él

Sus ojos estaban rojos e hinchados de tanto llorar, tenía gotas de sangre en su ropa, y el cabello despeinado

Pero él no se fijaba en eso, cuando sus ojos la miraron, se vio a él como si de un espejo se tratara, el joven sólo podía ver lo aterrada que se encontraba aquella chica

Y en cambio ella, sólo podía ponerse nerviosa al ver como un joven jodidamente lindo intentaba salvarla

— N-No me conoces — dijo apartando su mirada de él

— Eres una mocosa más — rió levemente — Que cree que la solución a sus problemas es el suicidio ¡Sé un hombre, niña!...q-quiero decir una mujer — sonrió nervioso

— No soy una niña, tengo 16 — dijo mirando al suelo

—  La vida es una mierda, pero si igual vamos a morir todos ¿Por qué no vivir  bien? — dijo acercándose a ella

La chica levantó su mirada encontrándose ahora cara a cara a aquel joven, de puros nervios y vergüenza perdió el equilibrio y cayó al agua

— Joder — dijo el hombre antes de lanzarse a por ella, no sin antes quitar sus cosas de valor de encima

...

Ya en el suelo, ambos mojados se miraron y sonrieron, una de vergüenza y el otro de pura gracia

— ¿Tienes frío? — la chica la miró desconfiada — Hey, no muerdo si eso temes — rió el joven

La chica asintió con la cabeza y él le tendió su chaqueta. Ella la tomó nerviosa