Dos bandos, en el primero los ángeles, quienes buscan hacer del mundo un lugar mejor. En el segundo, los demonios, aquellas criaturas que atormentan a los demás
Una profecía está hecha, ambos deberán enfrentarse. Pero ¿Qué sucederá si el amor se int...
Dedicado a quien siga leyendo esta historia a este punto <3
— Narrador omnisciente —
— Necesito que confíes en mí, Tauro
La diosa al frente suyo, sonrió débilmente
— Yo te diré que hacer, si hay una posibilidad de que ustedes ganen, debes hacer exactamente lo que yo te diga
El rubio asintió obediente
— Debes romper aquella barrera, que impide el paso de los demonios al cielo
Eso sobresaltó al ángel, quien no parecía entender las verdaderas intenciones de la diosa.
— ¡Eso solo nos pondría en desventaja!
— Nos podremos comunicar por ese nuevo portal ¿no quieres eso? — se acercó un poco más a él y colocó una de sus manos en su mejilla — mi querido Tauro, siempre tan leal. Sé que harás lo mejor para todos
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— No puedes simplemente pedirme que haga algo como eso, va en contra de...
— Es la única oportunidad que tienes, puedes aceptarlo o rechazar mi ayuda
Luna sabía cómo manipular la situación a su favor, y usaría todas sus cartas para que Tauro poco a poco decidiera seguir al pie de la letra todo lo que ella ordenase. Así tuviera que manipularlo. Sin embargo, el alma de Tauro era muy pura, por lo que creía en las "buenas intenciones" de la diosa, quien estaba llena de venganza y furia.
El rubio dudó un poco en si hacía lo correcto, pero lo correcto era una línea muy delgada que separaba lo ético de los deseos de Luna, ella era una diosa, se suponía que debía creerle, y quería hacerlo, de verdad quería creerle.
Una vez más, Tauro decidió seguir sus órdenes, así se esté condenando poco a poco a sí mismo. Así era él, leal...
Cerró los ojos, quería que ella se refiera a él de otra manera, que no lo viera solo como un soldado leal dispuesto a dejar todo por ella. Tal vez esta era la única manera.
Colocó sus manos en el suelo y una fuerza empezó a rodearlo. Sentía una energía que emanaba cerca de él.
¿Lo siguiente? La barrera de rompió y Tauro se desmayó al usar ese poder.
— Buen chico — Luna lo tomó y lo colocó suavemente en el suelo
Se sentó a su lado mientras meditaba, necesitaba respuestas pero solo parecía que su mente giraba en torno a un asunto, aquel demonio que parecía ignorarla cada vez que podía. Tenía tanto que resolver antes de meterse en otro lío.
