¿Podremos seguir siendo lo que acordamos ser?
Dedicado a nawyeoff
— Narrador omnisciente —¿Existe el amor en la eternidad?
Una pelinegra se levantaba radiante, como siempre. Suspiró pesadamente mientras caminaba a su tocador, como una rutina. Se observaba unas 200 veces hasta estar conforme con la manera en la que se veía.
— Amé y volveré a amar — se susurró a sí misma cerrando los ojos mientras juntaba sus manos.
Como rezando, como intentando creer en algo, intentando manifestarlo.
Una ventana suya se abrió y miles de destellos de luz inundaron el lugar. Era mágico, lleno de colores. Y ella sonrió levemente.
¿En qué momento su vida se había destrozado tanto cómo para enloquecer de esa manera? ¿Desde cuándo dejó de controlar su vida? ¿Desdr cuándo empezó a desconocer el ritmo con el que avanzaba su vida?
La pelinegra caminó hacia su balcón y miró el amanecer que parecía acercarse cada vez más. Eso la inquietaba.
— Él está viniendo — se dijo para sí de forma nerviosa
No quería verlo, no ahora. Pero habían acordado verse al amanecer.
¡Él no podía verla así! ¡Se espantaría de verla!
O al menos eso es lo que ella pensaba.
No pasó mucho tiempo para que un grupo de mujeres que la servían vinieran a alistarla. Tal como había pedido.
Lucía un vestido hermoso,
— ¿Dónde está ella, en dónde la metiste? — gritó la pelinegra como si su vida dependiera
— Cállate — dijo como si le doliera escuchar su voz
Y la verdad, Sol ya estaba cansado de ella.
— ¡¿Dónde está?! — siguió
— Con ese tono no conseguirás nada, Luna — dijo de forma burlona
— ¡La estás ocultando! — lo reprendió con los ojos llorosos
— Tú y yo acordamos tratar de ser felices
— ¿Por qué no puedo ser parte de tu felicidad?
— Yo no fui quien acordó que lo mejor sería esto, tú eres la culpable de esto
— ¡No es cierto!
— Me dijiste que tú por tu lado, y por el mío
— ¡Y-Yo...! — ella cayó frustrada al suelo mientras se cubría el rostro con sus manos.
— ¿Esto no era lo que siempre quisiste? No íbamos a funcionar de todos modos — el dios se agachó a su altura — Tú eres demasiado molesta, y a mí no me interesa soportarte una eternidad
— ¡¿Crees que me interesas?! — gritó roja de la vergüenza y rabia que empezaba a sentir — ¡Eres un inmaduro! Por mí, haz lo que quieras ¡Todos tenían razón! ¡Tú y yo nunca pintábamos como pareja!
Sol la miró con desprecio y sus ojos de repente se tornaron de un color dorado claro.
Luna se cubrió un poco el rostro, y él al ver su reacción solo suspiro.
— Tú por tu lado y yo por el mío — dijo levantándose
— Pero...
— Aparentaremos estar bien — se adelantó él
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Guerra Sacra (SIGNOS DEL ZODIACO)
Fiction généraleDos bandos, en el primero los ángeles, quienes buscan hacer del mundo un lugar mejor. En el segundo, los demonios, aquellas criaturas que atormentan a los demás Una profecía está hecha, ambos deberán enfrentarse. Pero ¿Qué sucederá si el amor se int...