🌫Eclipse lunar🌫

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¿Podremos seguir siendo lo que acordamos ser?

Dedicado a nawyeoff


— Narrador omnisciente —

¿Existe el amor en la eternidad?

Una pelinegra se levantaba radiante, como siempre. Suspiró pesadamente mientras caminaba a su tocador, como una rutina. Se observaba unas 200 veces hasta estar conforme con la manera en la que se veía.

— Amé y volveré a amar — se susurró a sí misma cerrando los ojos mientras juntaba sus manos.

Como rezando, como intentando creer en algo, intentando manifestarlo.

Una ventana suya se abrió y miles de destellos de luz inundaron el lugar. Era mágico, lleno de colores. Y ella sonrió levemente.

¿En qué momento su vida se había destrozado tanto cómo para enloquecer de esa manera? ¿Desde cuándo dejó de controlar su vida? ¿Desdr cuándo empezó a desconocer el ritmo con el que avanzaba su vida?

La pelinegra caminó hacia su balcón y miró el amanecer que parecía acercarse cada vez más. Eso la inquietaba.

— Él está viniendo — se dijo para sí de forma nerviosa

No quería verlo, no ahora. Pero habían acordado verse al amanecer.

¡Él no podía verla así! ¡Se espantaría de verla!

O al menos eso es lo que ella pensaba.

No pasó mucho tiempo para que un grupo de mujeres que la servían vinieran a alistarla. Tal como había pedido.

Lucía un vestido hermoso,

— ¿Dónde está ella, en dónde la metiste? — gritó la pelinegra como si su vida dependiera

— Cállate — dijo como si le doliera escuchar su voz

Y la verdad, Sol ya estaba cansado de ella.

— ¡¿Dónde está?! — siguió

— Con ese tono no conseguirás nada, Luna — dijo de forma burlona

— ¡La estás ocultando! — lo reprendió con los ojos llorosos

— Tú y yo acordamos tratar de ser felices

— ¿Por qué no puedo ser parte de tu felicidad?

— Yo no fui quien acordó que lo mejor sería esto, tú eres la culpable de esto

— ¡No es cierto!

— Me dijiste que tú por tu lado, y por el mío

— ¡Y-Yo...! — ella cayó frustrada al suelo mientras se cubría el rostro con sus manos.

— ¿Esto no era lo que siempre quisiste? No íbamos a funcionar de todos modos — el dios se agachó a su altura — Tú eres demasiado molesta, y a mí no me interesa soportarte una eternidad

— ¡¿Crees que me interesas?! — gritó roja de la vergüenza y rabia que empezaba a sentir — ¡Eres un inmaduro! Por mí, haz lo que quieras ¡Todos tenían razón! ¡Tú y yo nunca pintábamos como pareja!

Sol la miró con desprecio y sus ojos de repente se tornaron de un color dorado claro.

Luna se cubrió un poco el rostro, y él al ver su reacción solo suspiro.

— Tú por tu lado y yo por el mío — dijo levantándose

— Pero...

— Aparentaremos estar bien — se adelantó él

Guerra Sacra (SIGNOS DEL ZODIACO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora