🌌Capítulo 26🌌

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"Dime que me esperarás"


— Narrador omnisciente —

— No avances — el demonio se detuvo a escucharla. Odiaba seguir órdenes, odiaba tener que hacer lo que otros le dijeran, pero por alguna razón, su cuerpo se detuvo instantáneamente en el momento en que ella se lo pidió. Ese era el efecto que ella causaba en él 

 — Respóndeme algo primero, si todo lo que me dijiste antes es verdad —siguió. Capricornio tenía miedo de lo que vendría después, podía anticipar lo que preguntaría por el tono de su voz, por la manera en la que juntaba sus manos y por la manera en la que lo miraba fijamente — ¿Tú aún me amas?

Y aún así, aún sabiéndolo anticipadamente, la pregunta lo descolocó un poco

La pelinegra soltó esa pregunta como si se tratara de una bomba, era al menos un determinante. Quería confiar en que diría que sí, pero si alguien es encadenado por la eternidad, es probable que el amor se convierta en odio... Le asustaba pensar que posiblemente la odiaba.

¿Pero, odiarla? Para Capricornio, palabras como el amor y el odio, son difícilmente atribuidas a alguien ¿Podía siquiera ella pensar que la odiaba? Esa pregunta incluso ofendía. 

¿Y amarla? ¿Podría ella atribuirse eso personalmente? Amar es en primera instancia lo que desencadenó todo esto. Amar lo condenó de por vida y lo entregó en una situación miserable de la cual sabía, había una única salida. 

Aún así...

Amar, era algo que no podía evitar sentir. Con solo mirarla, sentir que está cerca suyo ¡Es que no podía evitarlo! ¿Acaso era parte de la tortura eterna? Si tan solo ella pudiera saber cómo se sentía. Odiaba sentirse débil frente a ella, odiaba sentir que le debía algo, odiaba sentir que una parte de él le correspondía a ella, y lo peor es que muy posiblemente no era correspondido. 

— Sí — su corazón empezó a latir rápido al escuchar su respuesta. Estaba segura que sería otro el resultado. ¿Es que acaso los sentimientos son eternos? — pero no necesitas abrumarte con eso ahora 

Él caminó hacia al frente, sabiendo lo que vendría. Capricornio prefería enfrentarse a muerte que enfrentarse a sí mismo, y a todo lo que lo consumía por dentro. Y ahora mismo, con ella presente, era imposible no ponerse nervioso. Era imposible no sentirse avergonzado de expresar abiertamente lo que sentía. 

Ahora ella sabía que su corazón latía por ella, que de todas la causas, ella pelearía por recuperar lo suyo. Pero eso no cambiaba el hecho de que él, así como los demás demonios, empezarían a dejar de pelear con los guardianes de los dioses y serían los mismos dioses quienes terminarían con esto.

— ¿Qué haces acá Luna?

Vio un fallido intento de como Géminis se adelantó y corrió hacia la deidad intentando atacarla,  pero rápidamente Luna la tomó del cuello y la levanta.

"Patético" pensaba Capricornio

— Para cerrar este ciclo — contestó tranquila mientras dejaba caer a Géminis a un lado, a ella parecía hacerle gracia todo eso, y al líder de los demonios, todo lo contrario — Una historia como esta, merece un buen final ¿no es así Capricornio? — miró al demonio con altanería

La diosa dio un paso hacia delante y pudo notar la presencia de ese ser que alguna vez fue un ángel.

Miró extrañada aquella figura ¿Acaso ella era...?

No ¿Pero cómo? ¿Desde cuándo...?

Luna no entendía lo que pasaba ¿Ella aquí? ¿Acaso significaba que recordaba todo? ¿Cómo se libró de la maldición? 

Guerra Sacra (SIGNOS DEL ZODIACO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora