Una vez más,
la serpiente
levanta la cabeza,
sacude mi columna
vertebral,
haciéndome bailar,
siseo fuerte,
fuego nativo,
magnífico ejemplar.Exuberante mi danza,
contorsiona tu lenguaje
enredo tu academia lingüística.Es barata
tu sangre fría derramada,
ciudadano asesino
de tierra usurpada.Soy el agente que sobrevive
en el Amazonas,
bien frondosa.Redacto tu demanda
y lanzo
tus líderes
hacia
los brazos espectantes
de la República.Absorbe mis ojos rojos,
en fin los de tu linaje.
Reacio
a tu mandatario global.La evolución de tus síntomas,
señal de colonización,
mi enfermedad.Mi rebelión es
tu ancestro.Mi gente recuerda,
y aunque el humo
confunda los recuerdos,
no es ficción
la muerte apilada,
aquella que formó
el mar de sangre
dónde se bañaron
los cuellos rojos.La serpiente
se abre paso.Cuando la tortura
se hizo práctica santa,
lágrimas de santos,
guerra santa,
excusa de hombres.Reconozco tu violencia,
vidrios de colores
por doquier.Soy la tasa
que te compara
con el
porcentaje del cobarde,
sin debates.Medida de monarquía,
para el reajuste
de los libres.Asesinada,extinta.
Incendio de colores
en tu show de discriminación,
modelo de
mundo globalizado.Siento el trago amargo
de lo forzoso.Hay letalidad
en mis raíces,
más originaria
que tu modernidad,
con más tradición
que tu mayoría,
más pura que
tu corte europeo.Luz solar de realeza Inca.
Escrito por GenEsys.