Lo indeterminado
de tus besos,
el ancla no configurada
de nuestros deseos.La búsqueda inalcanzable
de los sedientos.
Donde las paredes
no nos enjaulan o definen,
sino que escuchan órdenes,
como un sirviente más.Dónde lo eterno
nos busca y
el charco del perjuicio
termina en historia pasada
por los rayos del sol
que abrazan
un nuevo mundo.Qué tan profundo
navega tu alma
que la historia
ni siquiera
recuerda tu nombre.