Un San Valentín Muy Pruk

Epílogo

Tul estaba sentado en la sala que la Dra. Anitta había asignado a ellos en su casa. Estaba agradecido por todo lo que la doctora y sus ayudantes habían hecho la noche en que había entrado en trabajo de parto. Tul había estado tan asustado de perder a su bebé. Max era su maldita roca. A pesar de que Tul había visto el miedo en los ojos de su compañero, Max se mantuvo en calma durante todo el tiempo.

Con Hana siendo prematura casi dos semanas y Tul recuperándose después de la cirugía, la Dra. Anitta quería controlarlos durante una semana. Max había sido una maravilla durante este tiempo, cuidando a Yiwha y pasando tanto tiempo juntos como les fue posible.

Hana era tan pequeña, incluso más pequeña de lo que recordaba a Yiwha. Él había estado preocupado por sostenerla al principio, pero pronto superó eso la primera vez que él la sostuvo en sus brazos.

Tenía la piel suave de color de porcelana, un pequeño mechón de pelo rojo brillante y los ojos color chocolate de su papá. Sus pequeños carnosos labios siempre parecían estar buscando algo para succionar.

—¿Cómo están haciéndolo ambos esta mañana?— preguntó la doctora mientras entraba en la habitación que Tul estaba ocupando. Estaba sentado en una mecedora con Hana acunada en sus brazos.

—Me siento muy bien.— Él le sonrió a la doctora antes de mirar hacia abajo a su niña. Apenas podía apartar los ojos de ella.- Ella parece estar haciéndolo muy bien también.

—Eso es bueno. He hablado con Max y él está en su camino para llevarte a casa.—le informó.

Tul sonrió. No podía esperar a llegar a casa. Tan agradable como era aquí, había algo en casa y Tul no había pasado casi nada de tiempo en ella en el último par de meses.

—Impresionante. Va a ser agradable conseguir a Hana instalada con el resto de la familia.

—Ahora que ella ha nacido, tal vez ustedes chicos podrían darle a esta vieja doctora de un descanso por un tiempo, ¿eh?

Tul se rió.

—Voy a tener en una buena palabra por ti con los demás. Pero yo no te llamaría exactamente vieja doctora.

—Sí, bueno, siento mi edad más en estos días.- ella le sonrió y se acercó a ellos.- Déjame examinar a Hana por última vez, y luego ustedes pueden irse de aquí tan pronto como llegue tu encantador compañero.

Tul besó a Hana en la frente, luego se la entregó a la doctora. Tul rápidamente limpió la habitación y embaló toda la ropa que Max le había traído en su bolsa. También empacó los pocos trajecitos que Hana tenía, y para el momento en que Yiwha había terminado su examen, estaba listo para irse.

Justo cuando ella le entregó a Hana de nuevo, alguien llamó a la puerta principal.

—Ese será tu hombre.— dijo mientras sonreía.

Tul se colgó la bolsa al hombro y sostuvo a Hana en su otro brazo, y luego siguió a la doctora a la sala y a través de la casa a la puerta principal. Tan pronto como se abrió la puerta y vio los ojos de Max iluminado en ellos, sonrió ampliamente y Tul podía ver todo el amor que su compañero tenía para él y para su hija.

—Papi.— Yiwha chilló mientras salió corriendo de detrás de las piernas de Max.

—Hey, manzanita.— Tul dijo mientras se arrodillaba en el suelo y abrió su brazo a su hija. Ella voló a sus brazos y lo abrazó apretado, luego tiró hacia atrás y miró a su hermanita.

—Hola, mariquita.— dijo mientras alcanzaba cuidadosamente y tocó a Hana.

Tul se puso de pie, Hana en un brazo y Yiwha apoyada contra su otro lado. Max dio un paso adelante, ahuecó su mano alrededor de la nuca de Tul, inclinó la cabeza para un beso rápido, luego retrocedió.

—Gracias por todo, doctora.— dijo Max.

—Es un placer, muchachos.- respondió ella.

—¿Estás listo para ir a casa?— le preguntó Max

—No podría estar más preparado.

                              Fin

Bueno ya hemos llegado al final de esta hermosa serie, muchas gracias a las personas que se tomaron el tiempo de leer esta hermosa serie aún sabiendo que habían otras adaptaciones de esta misma  serie y dejaron comentarios y a las lectoras fantasmas también muchas gracias…
Nos leemos en otras adaptaciones. Besos y Abrazos.

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