Please!! Remember me || Minsung (En edición)

VII - Duelo

— Me gusta un chico. — Dijo por fin. Podía sentir el sudor acumularse en su frente y en la palma de sus manos. No quería mirar la reacción que sus palabras pudieron generar en sus padres.

— ¿Un chico? — Oyó la voz de su madre. Él asintió sin querer observarlos todavía. Mantuvo sus ojos cerrados y sus puños apretados mientras una de sus piernas se movía con desesperación. Estaba a punto de comenzar a llorar.

— Sí... De verdad lo siento mucho. — Dijo con la voz quebrada sin poder contener la lágrima que se asomó, dejándola caer.

Su madre se levantó para cambiar de lugar y sentarse a su lado. Su padre se quedó pensativo, y optó por darle la voz a su esposa.

— Hijo, de alguna manera lo supuse. Y está bien. — Se acercó para abrazarlo y detener el temblor de sus extremidades. — No tienes que pedirnos perdón.

Jisung rompió en el llanto retenido que había estado ahogándolo, dejando caer su cabeza sobre el hombro de la preocupada madre.

El hombre que aún se mantenía frente a ambos por fin se puso de pie y habló.

— Esto es complicado.

— Cariño. — Lo detuvo su esposa antes de que pudiera decir algo mínimamente hiriente. — Va a estar bien. Es complicado pero es nuestro hijo.

— Lo sé. Pero me aterra creer que puede sufrir por culpa de esto.

— Él no tiene la culpa.

— Sé que no tiene la culpa. Tú sabes cómo es la gente allá afuera. Nadie va a verlo de la misma manera que tú y yo.

— ¿Qué intentas hacer? ¿Asustarlo? ¿Hacerlo sentir mal?

— No, mamá. Papá tiene razón. — Interrumpió el menor antes de que la conversación se transformase en una indeseada discusión parental. — Es algo que ya asumí.

— Yo no tengo ningún problema con tu orientación. Te acepto tal y como eres. Solamente... No quiero que algo malo te pase.

Su padre nunca había sido de palabras, y si lo hacía, jamás se expresaba correctamente, haciendo cuestionar a su hijo qué tipo de sentimientos o pensamientos tenía en base a él. Sin embargo, tras oír aquello, Han entendió que su padre realmente lo amaba.

— No le pasará nada malo. ¿Verdad Hanji? — La mujer pasó sus dedos por el desordenado cabello de Jisung buscando encontrar sus ojos con los suyos. El menor, conmovido por las caricias de su madre dejó escapar una sonrisa mientras asintió, aún con las lágrimas corriendo. — ¿Ves? Hanji es un muy fuerte.

El hombre mayor en vez de sentarse junto a ambos se inclinó para besar la frente de su pupilo. Un acto como ese resultó difícil de creer viniendo de él, cosa que dejó a Han sorprendido por un buen par de segundos.

— Hiciste bien en decirnos. Nuestro amor por ti no depende de a quién ames tú. — Dijo para dar por finalizada su intervención en el tema. — Buenas noches, me iré a la cama.

Desapareció de la sala tan temprano como siempre, dejando el lugar en silencio absoluto. Su sueño era sagrado y no se daba chance de permanecer despierto más allá de la hora actual.

— Nunca había visto a tu padre así. — Dijo la mujer rompiendo el silencio.

— Yo tampoco. — Comentó Jisung en voz baja. Parte de él seguía en shock, otra parte quería seguir desahogándose, y la tercera parte se sentía en paz y alivio total.

— ¿Y bien? — Preguntó su madre limpiando la humedad de su rostro. — ¿Cómo se llama el chico?

— Minho. — Contestó tímido.