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La hora de almuerzo era la hora favorita de K, 30 minutos de descanso, 30 minutos para comer y recuperar energía, buscar a quien esté en peligro para ayudarle, hacer ejercicio, estudiar y regresar a su labor como justiciero estudiantil.

¡Oh, por todos los cielos!

K corrió hasta que llegó frente a la escena que enterneció su corazón.

Un joven muchacho que no había visto en todos sus años como estudiante, dándole cuidados a un polluelo que había caído de su nido. El árbol era grande.

- Por suerte lo sostuve antes de que cayera al suelo.... pero creo que en el agarre le torcí una patita.... no para de llorar.... - Explicó el chico.

- Déjame sostenerlo, por favor. - Pidió K, tomando con cuidado al pequeño plumifero sobre sus manos, quien se calmó, buscando calor en esas manos cálidas.

K levantó la mirada en busca del nido, sus ojos calcularon, viajaron, se movieron de un lado para otro analizando el árbol entero, 2 metros y medio, en un radio de medio metro con una rama de 8 cm. Bajó su mirada y revisó al polluelo.

- No está herido, no tiene una patita rota. Sólo fue el susto.

El contrario suspiró aliviado.

- ¿Cómo lo regresamos a su nido?

- Escalando.

- ¿Escala....

No pudo terminar cuando K tomó impulso y saltó sobre uno de los tarros de basura y se aferró a una de las ramas gruesas, se balanceo hasta que sus piernas se enredaron en el tronco, y estando de cabeza posicionó al polluelo correctamente en el nido de la ramita.

- ¿No fue eso algo peligroso? - Escuchó cuestionar al contrario.

Bajó de un salto digno de un atleta profesional.

- No lo intentes, para ti si que sería peligroso..... ¿Eres nuevo?

- Ah, ¡Si! Soy Oh KyeongTae, llegué hoy.

- ¿Hoy? - Sus ojos se abrieron, posó una de sus manos sobre el hombro del menor - ¡Bienvenido! Admiro tu buen corazón al socorrer a ese indefenso pajarito, si necesitas algo, no dudes en decirme. Yo soy Wang K, estoy en segundo año y soy líder del equipo de deporte.

- ¿Líder del equipo de deporte? Con razón eres tan hábil, es increíble.

- No es nada.... Aprendí unas cuantas cositas.... - Sonrió algo nervioso, sonrojándose levemente. Hablar de él o los halagos, lo hacían sentir tímido - De todas formas, me caíste muy bien, Tae.

- Tú también, K. De casualidad, ¿conoces a Ryu SuYeol?

- Oh, ¿qué si lo conozco? Claro, ¿te molestó o...

- Creo que se siente muy mal. Le dije al señor Do, pero, dijo que si se sentía mal, fuera a la oficina del psicólogo.... Al parecer no tenemos enfermería.

- No, no tenemos.... ¿Qué tan mal se....!!!!

No pudo terminar de preguntar cuando alguien más lo jaló del brazo y se lo llevó por los pasillos, K se giró a ver quién era. DaeWon y los x.

- Hola Hwan. - Saludó el X3.

- Es Wang.... - Corrigió K.

- Oye, Wang.... ¿Quieres almorzar con nosotros? Tenemos mucho de que hablar. - Le sonrió DaeWon.

- Que yo sepa, no tengo nada que conversar contigo, ni con ninguno de ustedes....

- ¿No? ¿Qué pasa si refresco un poco tu memoria? - DaeWon empujó a K dentro del casino, quitándole una de las bandejas de comida a una chica para dejársela caer encima de K, quien sólo de quedó estático - Te pasa por ser un hijo de puta entrometido..... - Sonrió.

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