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Capítulo 25.

-Tranquilo -susurró Jeno con dulzura-. Tranquilo Jaemin, amor mío. Respira.

Jaemin jadeó con molestia y volvió a inclinarse para vomitar, aunque no había mucho para hacerlo. Estaba agotado, adolorido e increíblemente mareado. Creía que todos esos síntomas pasarían con la angustia de perder a Jisung, ahora que lo habían recuperado. Pero se atrevía a decir que se encontraba aún peor.

Se sujetó con fuerza a Jeno y apoyó la frente en su hombro.

-Voy a llamar al doctor -susurró Jeno acariciando su espalda con suavidad-. Has estado así por días.

-No hace falta -Jaemin le acarició una mejilla-. Es el estrés, pronto, cuando toda esta situación mejore, estoy seguro que estaré mejor.

Jeno negó con la cabeza y sujetó sus mejillas.

-No -dijo con simpleza-. No voy a permitir que te pase nada malo. El doctor debe verte.

( . . . )

MinJu había confesado, pero Jeno seguía intranquilo. Lo estaba aún después de acabar con su vida, porque nada le aseguraba que ella no hubiera mentido, u ocultado información. La situación con Jaemin solamente agregaba peso a sus preocupaciones, por eso, deseaba que fuera un asunto al que se pudiera resolver con velocidad.

El doctor revisaba a Jaemin con paciencia, tomándose su tiempo. Él observaba a Jeno casi como si el doctor no estuviera allí, con cariño, con amor. Jeno intentaba ocultar su sonrisa.

-Su alteza -dijo el doctor casi en forma de susurro.

-¿Sí?

-Creo que sería pertinente hacer "ese" tipo de estudio.

Jeno se puso de pie, tomando al doctor por sorpresa. Caminó hasta encontrarse junto a Jaemin. Acarició su cabello y besó su frente.

-Amor mío -susurró en forma de pregunta.

Jaemin se sintió sonrojar, pero asintió. No sería la primera vez, más la primera en la que estaba completamente consciente.

Jeno no soltó su mano en un solo momento, acariciando su cabello con la otra. Cuando el doctor terminó, Jaemin suspiró profundamente.

-Lo suponía debido a los síntomas -afirmó el doctor-. Su majestad, señor Jaemin. Los dioses los han bendecido con otro hijo.

Jaemin se sentó con rapidez y parpadeó velozmente.

-¿Es en serio? -preguntó llevando una mano hacia su vientre.

-Por supuesto, señor Jaemin. Sus síntomas son claros, y las pruebas lo han confirmado. Si siente que los síntomas son peores que en el anterior embarazo, recomiendo completamente el descanso, por lo menos hasta que la situación en el palacio sea menos estresante.

-Así será -afirmó Jeno con seguridad-. Puede retirarse.

Cuando el doctor se retiró, Jeno se dejó caer de rodillas y atrajo a Jaemin hacia el borde de la cama, quedando a la altura de su vientre, el cual aún no mostraba ninguna prueba del embarazo.

-Gracias -susurró observando a Jaemin directo a los ojos-. Gracias, amor mío.

Llevó los labios hacia su vientre y comenzó a repartir pequeños besos sobre el mismo, haciendo a Jaemin reír ligeramente.

-Deseo que sea una niña -susurró Jeno y abrazó a Jaemin por la cintura, quedando su rostro sobre su vientre-. Una hermana para HyeJoo, Jisung y Jungwoo.

-¿No un niño? -preguntó Jaemin extrañado, sus dedos acariciando el cabello de Jeno con suavidad.

-Un niño estaría bien -respondió con tranquilidad-. Pero una niña sería aún mejor.