bad, bad boy [TenYang]

➷ 9

Sentía que en cualquier momento empezaría a escapar humo de sus orejas. No es solo que estuviera frustrado, sino que se sentía especialmente cabreado con la situación, y la risa de su mejor amigo a través del ordenador no ayudaba.

Necesitaba encontrar un nuevo plan, algo mejor, pero no conseguía concentrarse. No conseguía detectar qué era lo que había salido mal, es decir, todo parecía haber estado yendo acorde al plan. Gruñó mientras repasaba toda la escena en su cabeza.

Las renovadas carcajadas de su amigo casi parecían quedar en la distancia. Casi, porque no había realidad en la que esas graves risas acompañadas de fieras burlas pasasen desapercibidas.

Cuando empezó a idear su plan siempre lo había tenido de su parte. Lo había ayudado a usar algunos momentos a su ventaja, incluso después de mostrar su desaprobación por su conducta. Shotaro no estaba demasiado de acuerdo con su actitud actual, pero no había tardado en ayudarlo cuando se lo había pedido. Tampoco había dejado de ser su confidente, la única persona a la que se lo podía contar todo, tanto lo bueno como lo malo, porque él siempre sería honesto y sincero.

Por eso toda esta videollamada había empezado a ser incluso más frustrante. Cuando ya tenía su plan ideado, Shotaro había empezado a señalar todas las debilidades y todos los puntos que él estaba dando por hechos cuando, en realidad, no podía asegurar que aquello fuera a salir bien. Pero tenía esperanza de que Ten aceptaría, estaba seguro de que lo había analizado bien, de que no se equivocaba.
Era evidente que lo había hecho, y Shotaro estaba disfrutando como nunca a causa de esto.

➶➷➶➷➶➷➶➷➶➷➶➷➶➷➶➷

— Te propongo un trato —habló de nuevo. Aguardó unos segundos, los suficientes para ordenar en su cabeza las palabras y las oraciones. Quería que lo que dijera se entendiera por completo—. Nadie tiene que enterarse de que nos besamos. ¿Encuentros clandestinos? —preguntó—. Quedemos para besarnos, nada más.

Podía notar el deseo pelear contra la razón. Quería hacerlo, pero algo se lo impedía. Había inseguridad en su rostro, como si no supiera qué decisión sería la mejor, la correcta.

Se acercó a él. Al contrario que en el caso de Ten, la seguridad brotaba de YangYang. Había conseguido que se cuestionase sus ideales, lo había hecho dudar. Sabía que cedería, debía hacerlo. Su vista se deslizó de los ojos contrarios hasta sus labios. Como siempre, la suave decoración en estos se encontraba intacta. A él le encantaría que su propia boca fuera la culpable de que el orden perdiera su razón de ser. Quería que sus labios borrasen esa artificialidad de sus labios.

No iba a negar cómo estos labios lo llamaban. El efecto que tenía Red sobre él era innegable. Sin embargo, no por ello iba a perder confianza en sí mismo. Sabía que podía ser embaucador y encantador, sus años como estudiante le habían enseñado el poder que tenía una sonrisa, y él siempre sonreía.

Aunque había algo que lo molestaba. Era cierto que el tailandés no sabía su nombre, pero no era mucho mejor su caso. Lo único que sabía del otro es que lo llamaban Red a causa de su cabello, o eso imaginaba. Pero no sabía su nombre, no lo había conseguido nunca. Esperaba poder sacárselo entre beso y beso, completando así poco a poco las piezas que le faltaban para terminar el puzle, el enigma que suponían los tres amigos, y en especial él.

Notó como los ojos del contrario bajaban con reticencia hasta sus labios, como si luchara contra el impulso, pero al final, se diese por vencido. La tentación era demasiado grande para ambos.

YangYang no tardó en imitar sus movimientos de nuevo, concentrando su atención en los deseables labios. Parecían tan esponjosos. Eran tan hipnóticos, como un conjuro sobre una persona. Nunca se había sentido así antes, jamás había experimentado una necesidad tan grande por nadie. Ni siquiera Shotaro, que era la persona más cool que conocía, había estado cerca de despertar ese nivel de curiosidad en él. Y Shotaro siempre había sido el referente porque ¿cuántas veces en la vida se llega a conocer a alguien como él?