La Entrega

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Candy se sentía una variedad de sentimientos que la confundían, realmente sentía algo muy intenso por Albert, no se explicaba que era, pero si sabia que era mucho mas profundo de los que habia sentido por Stear cosa que las desconcertaba y la hacia sentir culpable, a un que desconocía lo que decían en la ceremonia que estaban teniendo, los rituales le parecían realmente hermosos, durante el tiempo que duro la ceremonia sentía como si no fuera ella, pero sabia que se habia casado con el hombre que la habia arrebatado de su hogar, que habia saqueado sus tierras y a mas de una habia llevado y vendido, pero su cuerpo y su corazón reaccionaban diferente a su cabeza, su corazón palpitaba solo de verlo, se ponía nerviosa, sus pechos se tensaban solo de escuchar su voz y su intimidad de inmediato se humedecía, jamás habia sentido todo eso sumando la cantidad de mariposas que se instalaban y revoloteaban en su estómago, sentía el viento fresco del otoño y sabia que su vida ya no seria la misma asi que decidió dejarse llevar por el destino.

Albert no lo podía creer estaba realmente feliz, el premio de su primera incursión solo como líder habia sido una esposa y no cualquiera, era aquella chica que lo habia cautivado desde el primer momento que la vio, ya hace tanto tiempo en las islas griegas, desde ese momento su corazón habia quedado prendado de esa hada, estaba seguro que ella sentía lo mismo por él, a un que le entendía que tuviera miedo, para ella era otra vida muy diferente a la que habia vivido hasta ahora y estaba seguro que ella era la mujer escogida por los dioses pues las runas no mienten y desde pequeño habian presagiado su llegada, ahora seria suya y con ella harían al Clan mas poderoso de las nuevas tierras nórdicas, ya habia llegado el momento de iniciar su nueva vida........ – La subo a mi regazo y coloco el martillo cerca de su vientre para que este sea fecundo y le doy de tomar vino, además de darle comida en la boca, ella repite con migo los movimientos y mi miembro esta cada ves tan palpitante, por Odín que no aguanto, he esperado este momento por tanto tiempo que mi cuerpo se llena de ansiedad, ya llego el momento y me paro con ella, mientras veo de reojo como los hombres toman a sus mujeres y empiezan a aparearse, rio y la giro para que con sus piernas abrace mi cintura, la tomo de los glúteos y en medio de besos la llevo al dormitorio, abro y cierro la puerta de una patada, no tengo tiempo para perder, la necesito ahora mismo, es una necesidad abrumadora de unión, me paro contra la pared y suavemente le tomo el pelo halándoselo para tomar posesión de su cuello, siento su pulso y eso me éxito a un mas, le devoro desde el lóbulo de la oreja hasta llegar a su cuello y bajar a sus hombros, le quito las cintas que unen al vestido que ella usa y cae, mi boca se me hace agua al ver esos capullos erectos por mi rose, les doy un poco de mi aliento y la escucho gemir y retorcerse, siento el ardor de su carne y la lava que corre de en medio de sus piernas, me siento orgulloso pues esta asi por mí, susurra algo en mi oído pero no comprendo lo que dice y no me importa, pues nuestros cuerpos se comunican la bajo y coloco sus manos en mi ropa, ella comprende y me la inicia a quitar, prenda por prenda cae, hasta quedar desnudos, le veo la mirada dilatada, se pasa la lengua por sus labios y me toca, con cada una de sus caricias por mi cuerpo siento como la braza dentro de mi ser se enciende cada vez mas, ya no puedo mas la tomo y la llevo a la cama para abrir ese capullo tan deseado de par en par, el vestido a caído y suspiro, jamás habia sentido algo asi por nadie, estoy enamorado de ella desde que era un niño y ahora es mía, solo mía, venero su cuerpo con cada caricia, can cada roce de mi lengua por su cuerpo, la escucho gemir mientras me toma del cabello, saboreo esos montes alzados ante mi tacto, veo como se quiebra, como sus movimientos son mas poderosos, se lo que su cuerpo me pide, pero a un no la torturare un poco mas, bajo y devoro cada parte de mi mujer, mis manos se han vuelto locas al tocarla y una sed abrumadora me llena, bajo a su manantial para calmarla con su dulce néctar, siento la fuente brotar apresurado a mi boca con cada toque de mi lengua, necesito mas de ella, ya no aguanto, asi que acariciando sus piernas las abro y mis ojos se abren ante tan bella visión, se que ya no es virgen y no me interesa pero lo que veo es realmente mítico, mis ojos se sumergen en esos pliegues añorados y colocándome en medio de ella, me sumerjo en esa criatura mítica una y otra vez clavo mis estocadas, la veo gemir convulsa bajo mi cuerpo, sus manos me acarician, sus ojos tan hermosos como los valles escoces están oscurecidos, ella me encuentra entre estocada y estocada, ahhhhhhhhh, como amo a esta mujer, los dioses nos han unido para siempre, con un hambre salvaje la envisto una y otra vez , ella me sigue su mirada a cambiado, no es de miedo y juro que lograre que me ames tanto como yo te amo a ti, le digo a un que se que no me entiende, pero mi mayor secreto y miedo debe de salir de mi corazón, con caricias llegamos a la ves al clímax, vierto mi semilla adentro de ella, pidiéndole a Thor que en el vientre de mi mujer germine la semilla de nuestro amor.

Siento esas manos acariciar mi cuerpo y un remolino de fuego invade mi cuerpo, esto es mas que lujuria, es pasión si pero ahora, se que siento algo mas por él, siempre lo he sentido, este sentimiento que me invade desde la primera vez que lo vi es amor, cupido cernió su flecha en nosotros a tan tierna edad, enredo mis piernas en el y me deleito con esa dulce tortura que me hace hervir cada parte de mi ser, siento como el luego me envuelve mas y mas con cada toque de el sobre mi ser y mis manos viajan por ese musculoso cuerpo, lo siento estremecer y eso me encanta, te amo, le digo a un que se que no me entiende, siento como lame y degusta cada parte de mi ser, pero cuando llega a mi intimidad me quiebro en mil pedazos y un manantial emana de mi ser, el lo devora y lo degusta, yo me siento poderosa, me ve el cuerpo y me ve a los ojos nuestras almas se funden y el se sumerge en mi cuerpo, exploto una y otra vez, y sigo sus envestidas con mi cuerpo que no se quiere separar, entonces estallamos y siento su semilla caliente dentro de mi ser, dice algo y me acaricia la cara, en sus ojos puedo leer la palabra amor y yo se la devuelvo con mi mirada, asi seguimos, una y otra vez sin descanso, hasta que nuestros cuerpos no pudieron mas.

Continuara......................................................

La esclavaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora