Deseo y Pasión

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El tiempo habia pasado muy rápido y Candy habia crecido mucho, en su hermoso cuerpo se notaba ya el cambio de niña a mujer, sus bellos ojos verdes irradiaban un brillo de felicidad, su mirada amable y alegre llamaba la atención de todos, su cabello rubio como el sol le daba un aire angelical, su busto habia crecido bastante, la cintura se le habia achicado y sus caderas se le habian ensanchado, era la personificación de la diosa atenea, una verdadera deidad, más de uno estaba completamente enamorado de ella, y estaban exhortos de su belleza, pero nadie se atrevía a decirle algo o a faltarle al respeto, pues sabían que desde los seis años habian realizado la ceremonia de compromiso entre ella y el hijo del jefe del guardia que se habia convertido en todo un guerrero su sangre espartana, guerreros que no se daban por vencidos y cuidaban lo suyo, monógamos, respetaban la relación con su pareja desde el momento del compromiso era prácticamente un matrimonio ya constituido, Aliestear no de quedaba atrás a sus 18 años ya poseía el cuerpo musculoso y formido propio de su ascendencia, al estar solo con una capa e interiores al aire libre, su piel blanca se habia bronceado, su sedoso pelo y sus radiantes ojos, hacían que las jóvenes deliraran por él, pero ya tenía su corazón comprometido, desde el momento que miro a la que sería su futura esposa.

Ese día él se despediría de su amada pues debía partir con los otros guerreros a guardar respeto a los dioses, no podían entrar en guerra durante esos dos meses, ni cuarenta días después, pero sabía que volvería y esta vez era para estar con su esposa para siempre, estaba tumbado sobre una manta viendo a su amada bailar, moviendo su cuerpo con sensualidad, Candy no le quitaba la mirada a su esposo y le sonreía, mientras que con cada movimiento la ceda de su vestido se pegaba en la piel de la joven, sus pechos voluptuosos parecían salir de su escote, las piernas bien torneadas se miraban cada ves que se movían, pues salían a través de la abertura que tenia el vestido; la mirada de ambos chicos centellaba pasión, Aliestear ya no aguantaba más, él sabía que ya podía tomar a su amada y eso haría en ese momento.....

Escondida cerca de la puerta estaba patricia que suspiraba al ver a su hermana bailando y se encelaba viendo la mirada que le daba Aliestear, << ay, como quisiera ser mi hermana>> pensó, hasta que su madre la encontró y vio lo que podía pasar, pues justo en ese momento, Aliestear se paraba y con una señal de la mano pedía que se salieran los músicos......

- Hija, ya te he dicho que no puedes estar detrás de tu hermana siempre, su esposo la necesita, dijo ruborizada, mientras observaba como Aliestear atraía a su hija hacia a su cuerpo formido y la besaba con un hambre salvaje, decidió cerrar las cortinas e irse dándole su privacidad.

En el cuarto ,Aliestear la besaba con ímpetu, sus lenguas batían un duelo, sus sabores dulces como las uvas se mezclaban, mientras el le levantaba una pierna, colocándola alrededor de su cintura para acariciarla a placer, sus besos bajaban a su cuello devorándolo hasta llegar a sus hombros, que tenían un pequeño listón de oro, que unía a su vestido, bajo su mano a la cintura soltando el fajón dorado, mientras el vientre de ambos jóvenes se consumían en el fuego de la pasión, era la primera vez para ambos, sin embargo Aliestear habia sido adiestrado en las mieles del placer, les decían como dar placer a una mujer y recibir placer de el, el vestido de candy cayo en la parte de arriba y el con su lengua jugaba son sus rosados botones, acariciándola con la lengua el cuerpo de Candy, ella sentía que en cada beso su cuerpo era consumido y sentía cada ves mas calor, el la levanto y ella enredo las piernas en su cintura mientras le quitaba la capa, que caía en el suelo, el la llevaba a una cama de cojines, mientras la devoraba, la acostó y seguía la lluvia de besos, mientras Candy suspiraba y su cuerpo se movía contorneándose, y tomaba el cabello de stear, mientras el la besaba y se iba alterando poco a poco, mientras perdían la conciencia de la entrega , el calor en el cuarto que generaban la pasión de ambos cuerpos era enorme, mientras el besaba arrastrando la lengua por el cuerpo de su mujer, llego hasta el vestido que estaba enredado en la cintura de ella, arrancándoselo con pasión para poder ver el paraíso que le proveería el mayor placer que alguna ves habia sentido, beso y acaricio las piernas de su amada, su boca se seco al ver la fuente del placer, y devoro el fruto que Candy le entregaba, saboreándolo, mordiéndolo, abrazándolo con su lengua que parecía juego, mientras el calor de ambos jóvenes se hacia cada vez mas fuerte, el abrazaba con aquella lengua el fruto de su amada y saboreaba el elixir que esta le profería, en ese momento se quito su interior y su cuerpo desnudo era toda una visión, sus músculos brillaban y un mazo refulgía expectante, Se acomodo entre las piernas de su amada y sintió como se introducía en el manantial de su pasión, ingreso poco a poco, disfrutando del abrazo que le devoraba su intimidad, en ese momento sintió la barrera de su amor y arrancándole de una sola envestida se unía a ella, mientras ella profería un gemido de dolor que poco a poco se hacia de pasión, los movimientos de ambos se intensificaban mientras se dejaban llevar embriagados por las sensaciones tan placenteras que tenían su cuerpo al entregarse, el corazón de ambos casi se paralizaba de la emoción y de las sensaciones sentidas, hasta que explotaron en el más sublime éxtasis, casi llegando al nirvana, esa noche se entregarían una y otra vez como si fuera la ultima noche juntos, pues su ahora esposo partiría hacia Esparta, dejándolos solos con los guerreros griegos, que no eran tan habilidosos con las armas pero que darían la vida por proteger a su gente.

En su cuarto una niña lloraba pues habia visto como el hombre que soñaba besaba arrebatadoramente a su hermana, ella hubiera deseado ser grande y ser ella a la que besara, haría lo que fuera por alejar a su hermana del hombre por el que sentía un intenso cariño.......

El dial llego y los amantes se despedían en medio de la danza de la pasión, mientras la madre de Candy ya tenia una posión para que esa noche no tuviera consecuencias, pues a un no habia llegado la hora de tener hijos, hasta después que su esposo estuviera devuelto de Esparta......

Con un beso ardiente ambos jóvenes se despedían en el embarcadero y se miraban con ternura y pasión deseando pronto su regreso, sin saber que no se mirarían durante mucho tiempo..........

Desde un lugar cercano unos barcos se escondían detrás de unos islotes, esperando la salida de las embarcaciones que sacaría a los guerreros de la isla y tener la oportunidad de asaltarla, desde la loma con un catalejo miraban el abordaje, hasta que los miraron desaparecer alejándose de sus seres queridos.

La hora ya habia llegado y los hombres se preparaban enfundando sus armas preparándose para su asalto.........

Continuara...........

La esclavaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora