Inevitable

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En un cuarto se escuchaban una serie de gemidos, casi no paraban de amarse, realmente ninguno podía estar lejos del otro, sus cuerpos como dos imanes se unían sin parar, sus corazones latían al unisonó de una manera impresionante, sus cuerpos dolían del ejercicio que lo obligaban a hacer, pero el deseo de estar unidos juntos no los dejaba, en ese momento estaban teniendo una salvaje entrega en la que Candy tenía el control, sus cuerpos derrochaban calor y pasión, con la mirada oscurecida, Candy bajaba con su boca y besaba cada centímetro de su cuerpo, lo acariciaba lentamente con sus manos y su lengua, lo degustaba, le apremiaba sentirlo, bajaba con caricias suaves pero al mismo tiempo posesivos, no se entendían cunado hablaban pero su cuerpo, su alma y corazón, hablaban por si solos, el cuerpo desnudo de candy paraba sus glúteos mientras lo acariciaba y besaba, dándole una nueva perspectiva de vista a Albert que sentía mas deseo por su mujer, de repente sintió como la dulce boca de su mujer tomaba su miembro y lo devoraba como si fuera un manjar; ella lo introducía en su pequeña boca y como no le cabía esa enorme mástil en su boca, se ayudaba con las manos, tocándole los testículos y jugando de arriba abajo con sus manos, cada vez se erguía más, unas gotas de liquido transparentes salieron de él, en ese momento ella se levanto y besaba todo el musculoso y ardiente cuerpo, inicio por su vientre, acariciándolo con su boca ese cuerpo y la lengua lo degustaba, subió a su pecho y llego a su boca, lo devoro en lo que sumergía su fruto ya con el dulce liquido emanando de ella, lo envolvió con sus pliegues e inicio a cabalgarlo de arriba abajo y en círculos de manera alternada, mientras él la besaba y con su boca jugaba con sus valles, la tomaba con la cintura para ayudarle, pero en realidad casi no la podía sostener, lo estaba haciendo ver las estrellas con esos movimientos que sentía lo consumían, en cada contacto sentían que sus almas se unían a un mas, la luna los iluminaba como si los dioses estuvieran bendiciendo cada una de sus uniones, ella se agitaba y el parecía hipnotizado con el batir de sus pechos, tomando la breve cintura se hundió de un solo en ella y a la ves llegaron al clímax por vigésima ves Albert llenaba con su semilla el vientre de Candy, dándole gracias a Thor por darle fortaleza para fertilizar, una y otra vez el vientre de su mujer, mientras descansaban un rato Candy en los brazos de Albert, para recuperarse y volver de nuevo a realizar su trabajo............

El día de la boda Terry habia recibido la visita de Eliza, cuando ella salió no se dio cuenta que unos ojos azules lo habian visto todo, en cuanto la vio irse se acerco a la prisión, corrió a los brazos de su amado con un plato de la comida que estaban dando en la boda

- Amor mío ¿qué quería? Dijo Susana señalando a Eliza, mientras le daba un plato de comida que Terry ya devoraba.

- Quería información de la gente y la región de donde vine, llama a Albert para darle aviso de una posible traición, decia mientras masticaba y daba un trago a su jarra de hidro miel, esa mujer es peligrosa Susana, por favor no te le acerques a ella, recuerda que Albert me dijo que me haría parte de este clan si le juraba fidelidad y estoy dispuesto a hacerlo, también me dijo que te sedería a mí, no te iras y podas estar con tus hijos, le decia mientras le tomaba las manos a través de los barrotes de madera, se daban un beso y Susana dijo, es difícil que Albert venga, se caso y no puede salir de su cuarto durante cuatro semanas, no lo puedo molestar.

- Bien hay que avisar de alguna manera, es el tiempo idóneo para que ataquen ya que todos se encuentran tan "ocupados" sembrando su semilla, habla con William ....... No se de alguna manera hay que avisar, decia Terry preocupado, sabia que las mujeres celosas y con afán de venganza eran las peores enemigas que cualquiera pudiera tener y ella era ya una arpía....... Por lo dioses, esos van ha iniciar una guerra por el territorio, ya te he contado que ellos lo quieren todo, mataran a todos los hombres y tomaran a mujeres, niños, niñas, los violaran, para luego venderlo como esclavos, dijo Terry preocupado, sabiendo lo sádico que era su padre y hermanos que eran los lideres del otro grupo que se asentaban en otro lado de la región, pero fuera de la tierra que poseían los nórdicos, pero ellos quedaban en la frontera, el lugar que ellos necesitaban tomar para sacar al nuevo pueblo que habian invadido sus tierras o lo que ellos habian considerado sus tierras, claro después de que ellos habian sacado del pueblo a las bestias salvajes que habitaban la región y que habian acabado con muchas de las vidas de su gente, pero llegaron esas otras fieras que sacaron a las otras y ahora ellos debían aprovechar para tener ahora mas tierras, además de esclavizar a los habitantes de esas regiones. pensaba Terry nervioso de lo que podía pasar.

Susana se iba dándole un ultimo beso a su amado, mirándolo con preocupación y jurando que haría lo posible por llegar a Albert o al Laird y ponerlo sobre aviso.

En efecto Eliza habia dejado en manos de otra esclava Anie, una con la que se llevaba muy bien pues era española igual que ella, además hacia todo lo que ella decia, pero no le dijo sus planes, solo que haría un pequeño viaje, asi que llevando algo de comida y una especie de lanza, salió al otro lado sabiendo que seguro habian vigías que asediaban la zona, no le importo poner su vida en peligro, pues si se enteraban la podían matar y no sabia que le harían esas personas, pero debía intentarlo pues para ella quien se merecía ser la futura matriarca del Clan.

En las tierras Ardlay las parejas se apareaban sin control, los solteros tomaban a sus esclavas, y los hombres casados a su mujer y si estas se agotaban tomaban a sus esclavas, no por nada tomaban el elixir de la vida, un matrimonio siempre era incentivo para fertilizar sus tierras bajo la bendición de Thor.

Susana intentaba acercarse a William pero no lo lograba y con esa incertidumbre en su corazón pasaban los días, llevándole la comida a su amado Terry que cada día estaba mas nervioso y sus intentos por avisar la traición que se tejía en sus narices, pasando quince días después de la boda y diez días después de no encontrar a Eliza se atrevió a ir a tocar el cuarto de los recién casados, con mucha vergüenza escuchaba el gemir de la pareja mientras se amaba, roja como un tomate tomo valor y toco.

- ¿Qué raro? Dijo Albert envistiendo a su mujer y llegando de nuevo al Clímax, le dio un beso arrebatador a su esposa y desnudo se paró para abrir la puerta sorprendido al ver a la persona del otro lado. << Susana>> dijo con el seño fruncido y pedía una explicación de lo que pasaba para interrumpirlo.

- Mi Laird, disculpe que lo moleste pero no allá con quien hablar, es mi deber informarle que Eliza en este momento esta informando al otro pueblo que pueden atacar, Terry le dijo que su pueblo no era de confianza y que el prefería mil veces pertenecer a nuestro clan, que incluso iban a esclavizar a sus hijos...........

Continuara.........................................

La esclavaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora