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Kara:

Hola Kara - saludo con tono de ebriedad - ¡Esa bata de dormir te queda bellísima! - exclamo detallándome con picardía, pasó a tomar asiento en el sofá. Cerré la puerta.
¿Dónde estabas? ¡Me tenías preocupada!
Allá, acá, en todos lados - sonríe sin sentido, está bastante ebria - estaba de parranda como tú le dices.
¡Estas demasiado borracha!
Sólo un poco - siguió detallando mi cuerpo - ¡Ven dame un beso! - no me moví, seguí mirándola fijamente intentando adivinar que pasaba por su mente, por su corazón.
No deberías beber tanto sabes que eso te hace mal - su rostro mostró una mueca de irritación - además de que lo estás haciendo a diario - puso los ojos en blanco.
Kara por favor sin sermones, porque no te voy a escuchar. Sólo quiero besarte, ven no te hagas de rogar.
Primero déjame prepararte un café a ver sí se te pasa y segundo dime ¿dónde estabas? - me dirigí a la cocina a preparar el café, me siguió.
¡Que sería estas! Déjame darte un masaje así te relajas ¿Sí?
¿Dónde estabas? - pregunté tajante ignorando su proposición, resoplo.
Estaba con Mon-el , por hay... - anuncio con tono obstinado. ¿Mon-el? ¿Está volviendo a salir con él? Sentí ese dolor tomar fuerza en cuestión de segundos. Está es simplemente una señal más que me indica que lo nuestro no tiene futuro. - está mañana termine con Luis - dijo con total indiferencia.
¿Qué? ¿Por qué? - me apresure a preguntar, trataba de entender el hilo de los acontecimientos.
Porque fue temprano al departamento y nos vio durmiendo juntas - me explicaba con la lengua un poco trabada - no debí haber accedido a darle llaves de mi departamento, en fin le pareció extraña nuestra conducta de ayer en el club, ¡Dios, estabas bella, bueno estas bella! En fin fue a chequear y se llevó una sorpresa, ja, ja - se burlo - hubieses visto su rostro, lo termine cuando empezó con el "¿por qué diablos me engañas?"
¿Y porque lo engañabas? - me miro confusa como diciéndome que yo se la respuesta.
No tengo ánimos de hablar - dijo irritada dirigiéndose al sofá. En un par de minutos estuvo listo el café, fui a llevárselo.
¿Por qué estuviste bebiendo todo el día? ¿Por despecho? - sonríe. - ¿Despecho? Ja, ja. Claro que no, estaba celebrando mi soltería. - guardamos silencio, la miraba expectante mientras bebía su café, supongo que inconscientemente esperaba me pidiera ser su pareja o algo serio de una vez por todas, ¡que ilusa soy!
Abordando un tema más importante, esa bata te queda sumamente sexy - miro mis piernas descubiertas - ¿qué te parece sí vienes aquí? - enarco una ceja - para quitártela.
Y ¿Qué te parece sí más bien duermes un poco? A ver sí se te termina de pasar.
Vine en busca de algo y no me voy a ir sin conseguirlo - dijo acercándose a mí.
Yo no te estoy diciendo que te vayas sólo digo que deberías dormir - colocó sus manos en mis caderas apegándome a ella.
¿No me deseas? - susurro rozando su nariz con la mía, ¿Como hago para decirle que no? Sería una vil mentira, solo su cercanía me enloquece, me hace perder la razón y no querer recuperarla jamás.
Bese sus labios ardiendo en deseo. La lleve con un leve empujón de vuelta al sofá, dejándola caer sobre él, tomé asiento en sus piernas besándola de nuevo y dejando libre mis manos recorriendo todo su cuerpo, sus manos se paseaban entre mi espalda, mis glúteos y mis piernas. En un solo movimiento me acostó sobre el sofá para luego posarse sobre mí, colocándose entre mis piernas, su muslo rozaba mi intimidad haciéndome gemir, su mano izquierda recorría mis piernas acariciándolas con delicadeza, sus labios estaban en los míos, mis manos se metían dentro de su franelilla logrando erizar su piel, sus besos avanzaron lentamente desde mis labios hasta mi cuello para adueñarse de él, le dio un pequeño mordisco al lóbulo de mi oreja.

Quiero oírlo - susurro seductoramente.
¿Qué cosa? - pregunté sin aliento
¡Qué quieres que te haga mía, quiero oírlo!
Sabes que es así - separo sus labios de mi cuello para mirarme con una ceja enarcada que gritaba "¡Lo sé pero quiero oírlo!", sonreí con picardía y mirando fijamente sus ojos claros dije
Te deseo, quiero que me hagas tuya.
Sonríe satisfecha al oír mis palabras. Para luego unir nuestros labios de nuevo con intensa pasión y desenfreno, nos tomo solo segundos deshacernos de nuestras ropas.

El Amor Es Complicado Adap. Supercorp Donde viven las historias. Descúbrelo ahora