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Kara:

-¿Lena? - preguntó con voz suave, ella giro la silla que me daba la espalda, me miro con ternura con esos bellísimos ojos color marrón claro, su mirada causó de nuevo esa sensación dentro de mí, ¡creo que ahora se lo que sucede, quiero sentir esa fuerte sensación de nuevo! ¡La deseo!

-Hola - sonríe, ¡es hora de la verdad!, devolví su sonrisa dirigiendo de inmediato la mirada a mis manos que permanecían juntas evitando así temblar. -¡Me gustaría hablar contigo, creo que debemos hacerlo! -dije nerviosa.

-Adelante, hablemos - me dirigí hasta el escritorio para sentarme sobre el quedando al frente de ella como siempre suelo hacerlo, me miraba expectante, espera que inicie la conversación, ¿cómo lo hago? ¡No había pensado en eso supuse que iba a empezar ella con esta peculiar conversación!

-Es algo un poco difícil de comenzar a decir.

¡Entiendo lo que dices! - asintió, pensó un segundo para luego continuar - necesito saber ¿cómo te sentiste? ¡He estado pensando todo el día en eso! - ¡Que alivio!, al menos no he sido sólo yo quién ha estado analizando está situación todo el día. Cuando caí en cuenta de la finalidad de su pregunta y al analizar la respuesta ¡Me sentí mejor que nunca, fui al paraíso y volví, me encanto!, me enrojecí totalmente sin decir una sola palabra - ¿Te gusto? - pregunto expectante.
- ¡Sí! - suspiré - ¿y a ti? - alcance a decir insegura, ¡lo que daría por un poco de determinación en este momento! ¿Y sí me responde que no?, trata de mantener la calma, me dije.

Ella sonríe, me mira un segundo, luego mira el vaso lleno de whisky que sujetan sus manos, bebió de el profundamente, se levanto y se acercó a mí, a cada centímetro que se acercaba más a mí, más me sentía intimidada pero más que eso deseaba abrazarla y besarla. ¿Qué rayos me sucede? ¡Esto está mal! Colocó su mano sobre mis caderas, tan sólo con ese simple roce despertó sensaciones en mi que no conozco, sostuvo su mirada sobre la mía con la misma expresión de la noche de su cumple, ¡me está pidiendo permiso!, afirmé para mí misma, ¡vamos Kara reacciona! ¿qué quieres hacer?, antes de que ella hiciera algo y antes de que yo terminara de pensar acerqué mis labios a los suyos, suspiré suavemente al sentir sus ricos labios rozar los míos con tanta suavidad y delicadeza pero sus besos aparte de ser deliciosos y tiernos demostraban y provocaban en mi una pasión sin límites desconocida totalmente por mí, aferro con más fuerza sus ambas manos a mis caderas, yo opté por colocar mis brazos alrededor de su cuello juntando mi cuerpo con el suyo, sus labios bajaron a mi cuello haciéndome llevar mi cabeza hacia atrás, disfrutado de el modo en que me besa con lentitud, con deseo, logrando que delire de pasión. Me sentí abrumada por la cantidad de sensaciones.

- ¡Vamos a tú departamento! - le pedí con la respiración entre cortada.

- ¡Vamos! - acepto antes de rozar mis labios de nuevo, tomo las llaves de la camioneta y mi mano para guiarme al estacionamiento.

Camino a su departamento no dejó de acariciarme con la mano que le quedaba libre pues ella estaba manejando, (siempre admiré como maneja a sport trac sin ningún tipo de problema yo nunca he podido es muy grande para mí). Volví a fijarme en el modo que acariciaba mi mano como sí jugará con ella, ¿cómo es posible que con sólo ese simple e inocente roce logre electrizar todo mi cuerpo y me haga desearla inconteniblemente?

Llegamos a su edificio.

Mientras estábamos en el elevador su mano seguía sosteniendo la mía, tenía un impulso casi incontrolable de besarla, debería aprovechar que estamos solas, pero ¿porque no lo ha hecho ella? ¿Está esperando que sea yo quién tomé la iniciativa?... ¡Pues voy a hacerlo!, mi corazón se acelera con sólo la idea de tener sus labios en los míos.

El Amor Es Complicado Adap. Supercorp Donde viven las historias. Descúbrelo ahora