Tengo que aclarar que esta historia fue un experimento mío con la plataforma y realizada como manera de entretenimiento y terapia, porfavor no se la tomen muy en serio en cuanto a la redacción, ortografía y demás cositas que puedan encontrar.
Dicho...
Holis 🤗 antesdeiniciar el capitulo quería agradecerles el apoyo a esta humilde e insignificante "intento de escritora" no tienen idea de lo feliz que me hacen cada una de sus notificaciones ❤ espero estén disfrutando al máximo esta historia y apoyen las otras, principalmente "Pero" donde Alex también es protagonista. Bueno... quiero desearles un excelente día, mes, año y mil, pero mil gracias nuevamente ❤❤❤😎 Besitos, besitos, chao, chao!
Que demonios pasa contigo Alex! Caminaba de un lado a otro hablando conmigo mismo mientras mantenía ambas manos en mi cabeza. Mi madre no crío a este tipo de hombre, que carajos pasa conmigo... yo...ella.. ash! Mierda!, ella tenía motivos suficientes para golpearme, me lo merecía. Y...y si yo... la llamo e intento disculparme. Busque mi celular y el contacto de Les estaba en pantalla, cuando mi dedo estaba por pulsar la tecla de llamada...me detuve, como me podría explicar, que le podía decir para disculparme ante semejante comportamiento. Ninguna excusa sonaba válida a lo que dije... puse el celular sobre la mesa del comedor y salí al balcón a fumar, mi mente estaba en otro lugar, no podía sacarme de la cabeza esta jodida situación todo se estaba cuesta abajo. Al regresar veo a Camila sentada en el sofá mirando atenta cada movimiento que daba.
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Camila: te sucede algo?
Alex: no... estoy bien.
Cuando pase junto a ella, tomo mi mano y tiro de esta para hacerme sentar junto a ella, rodeo mi cuello con sus brazos mientras sonreía.
Camila: te ves estresado, quieres que te ayude a liberar todo ese estrés...
Su mano se había posado en mi pecho y sus dedos jugaban delicadamente con mi piel.
Alex: no estoy estresado, solo estoy cansado.
Camila: ven vamos a la cama, te haré un masaje.
Se puso de pie y me guió hasta la cama tomados de la mano. Me acosté boca abajo y ella se coloco sobre la parte baja de mi espalda, busco aceite corporal y comenzó a masajear mi espalda y hombros. Tengo que aceptar que al inicio lo dude un poco y me costaba relajarme, pero después de unos minutos mi cuerpo comenzó a disfrutar lo que le estaban haciendo. Cerré los ojos y estaba casi quedándome dormido pero sus besos en mi cuello y oreja me despertaron.
