Diamantes

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En el reino Acorn aquellos con suficiente dinero y nombre; poseían joyas con diamantes. Algo interesante y poco común era que el encargado de hacer las joyas reales aparentemente poseía la única mina de diamantes rosa del mundo

El dueño de aquella aparente mina de diamantes rosas era Infinite, quien vivía en una enorme mansión custodiada por muchos guardias, pues era un secreto a voces que en lo más profundo de aquel palacio se encontraban aquellos preciados diamantes

Un ex esclavo había escuchado aquel rumor y no pudo evitar el deseo de robar aquellos diamantes para salir de la pobreza, pues se negaba a trabajar para alguien, gracias a sus habilidades de sigilo logró escapar de su capataz, planeaba usar esas habilidades para infiltrarse en el castillo y robarse los diamantes

- ¿Dónde mierda guarda los putos diamantes? - renegó refunfuñando

Lo habían esclavizado desde niño por ser hijo de gitanos, el color moreno de su pelaje lo delataba; antes de ser ladrón, la sociedad ya lo trataba como tal por su apariencia. Deseaba ser alguien poderoso aún siendo hijo de gitanos, quería demostrarles a todos que no era un simple esclavo

- Debe ser ahí - comentó al ver una escotilla en el piso

Cuando abrió las pesadas puertas de madera que lo llevaban a una especie de sótano, con sigilo bajo las escaleras de madera y al final del camino vio algo que le sorprendió

Una mujer encadenada a la pared por medio de un grillete en los tobillos de la pálida mujer. La rosada al verlo comenzó a llorar se queso inmóvil por el miedo que le provocaba el extraño

- Esto debe ser una puta broma - comentó molesto

- ¡Alguien ingresó a la mansión! - gritó un guardia

- ¡Busquen al intruso y matenlo! - gritó Infinite a lo lejos

- Mierda - el azabache buscó un lugar en donde esconderse

- Tal vez fue al sótano - exclamó un guardia

- Asesinen a cualquier extraño - dijo el chacal

- ¡Carajo debo esconderme! - corrió hasta unas cajas de madera y se escondió dentro de ellas, por una pequeña grieta de la caja pudo ver que estaba pasando cerca a la rosada

De pronto la puerta se abrió varios hombres bajaron y el miedo de la rosada creció la punto de querer correr cayendo porque sus pies estaban inmóviles por las cadenas

- Así que el intruso no te vio - se acercó con pasos amenazantes hacia la mujer - No sabes como me molestaría que alguien que no sea yo te toque

El chacal tomó a la erizo del rostro aparentando sus mejillas

- ¿Has visto o escuchado algo extraño? - aumentó la fuerza en el agarre de las mejillas de la rosada - Te estoy hablando Amy, responde con la verdad

La rosada volteó en dirección donde Shadow había corrido, aquello lo notó su captor, pero la joven finalmente habló

- No escuche nada raro - dijo en voz baja

De pronto el sonido de un golpe y el eco que provocó el cuerpo de Amy al azotar contra el piso ciertamente dejó a Shadow perplejo

- Dime la verdad maldita puta o te ira peor - le propinó una patada en el estomago - Eres una ramera mentirosa, di la verdad - reclamó

- ¡Lo juro! No vi ni escuche nada - articuló mientras recuperaba el aire que perdió por la patada que le propinaron en su vientre

- Más te vale - masculló - Denle unas vendas y alcohol, lo sufiente para que se cure, pero no lo suficiente como para que deje de llorar

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