In Other Words

Diamantes 2/2

En la desesperación por escapar de aquel lugar que fue el suplicio de la hembra, robaron un caballo y se perdieron en el velo de la noche

El jóven sintió pequeñas piedras en su espalda, al girar hacia atrás su cabeza vió a su acompañante llorando mientras veía el cielo

- ¿Te lastimé al subir al caballo? ¿O por qué lloras? - preguntó el joven

- Había olvidado lo hermosa que era la luna - susurró - Las estrellas... son preciosas

El hombre no comentó nada al respecto, era un hombre de pocas palabras; era un milagro que soltara una palabra

Por otro lado la rosada era muy parlanchina, pero en ese momento sólo deseaba apreciar el cielo nocturno en silencio

Cabalgaron por 1 semana, parando de vez en cuando para beber agua y para que el caballo descansara, no obstante llegaron a la costa; una nueva oportunidad para escapar

Shadow había robado el suficiente dinero para comprar ropa y vendió al caballo para comprar boletos para el barco; tuvo que sobornar al guardia de seguridad para que los dejara pasar sin papeles

- ¿Y ahora que haremos? - preguntó la rosada

- Irnos lo más lejos posible

- ¿Y luego?

- Buscaré la forma de mantenernos a ambos

- No es necesario, podrías dejarme con alguna caravana de nuestra gente - argumentó la joven

- Si lo hago tarde o temprano te volverán a capturar, nuestra gente no son guerreros - el azabache vió a la mujer con decisión - Voy a protegerte a partir de ahora, encontraré la forma de volverme rico y podremos vivir en paz

Con aquellas palabras pudo hacer lo que no había hecho en mucho tiempo, llorar de alegría

De sus ojos cayeron los característicos diamantes que procedían de ella, pero estos eran color rosa, lo cual era inusual; aquellas invaluables piedras caían en la cama improvisada que les habían brindando

- Gracias - dijo entre lágrimas

- Trata de ocultarlos - tomó uno de los diamantes - Sería sospechoso si nos ven con estos

- Lo siento...

- Realmente son hermosos - el azabache vio en contra de la luz aquel diamante rosa

- ¿Te gustan? Puedo darte más - repentinamente tomó un vaso y lo rompió en su pierna para lastimarse y llorar

- ¡No hagas eso! ¡¿Por qué lo hiciste?! - cuestionó el joven al acercarse a ver la herida

- Creí que te gustaron...

- Sí me gustan, pero no me gusta que te hagas daño - rompió parte de su camisa para usarla como venda - La idea de hacerte llorar para conseguirlos es repulsiva para mí

Una sonrisa sincera se formó en su rostro, y asintió con la cabeza, nuevamente los diamantes rosas cayeron de sus ojos.

Pasaron inadvertidos durante todo el viaje, en ningún momento utilizaron los diamantes que Amy producía, al contrario utilizaban el dinero que Shadow le robaba a los pasajeros

Al llegar a tierra firme buscaron refugio en una cabaña abandonada, alejada de el puerto; lograron habitar dicha morada después de realizar algunos arreglos en el lugar

Shadow seguía robando para mantenerlos pero un día lo atraparon, al tardar tanto; Amy fue en su búsqueda, en el mercado del pueblo más cercano. Al centro del lugar estaban muchos habitantes reunidos, por curiosidad fue a ver y vio como golpeaban a Shadow por aparentemente robar unos tomates