OBSESIÓN

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Abraham se dirige a la puerta y ve en el suelo un sobre, sin remitente ni receptor, sin absolutamente ninguna información en su exterior, Abraam lo toma con cuidado y lo abre lentamente.

En el interior del sobre se veía una foto de Sophia, y una hoja de papel escrita a máquina.

"Cada día pienso mas en ti"

Abraham tomó el sobre y lo guardó en un cajón, luego abraza a Sophia y la toma de la mano.

-vamos, llegaremos tarde al trabajo- dijo Abraam en un tono suave.

Sophia le asintió con la cabeza y ambos se fueron tomados de la mano, como dos jóvenes enamorados, llegaron al paradero pero entonces algo les llamó la atención, en el paradero había pegada en una de las barras, una foto de Sophia. La pareja no pudo evitar sentir un escalofrío recorriendo todo su cuerpo, Abraam se acercó y la arrancó de un tirón, la fotografía se desprendió fácilmente y detrás un escrito.

"Mi vida tiene sentido, solo a tu lado"

Abraham guardó la foto y abrazo a Sophia para calmarla, al poco tiempo llegó el transporte y ambos se dirigieron a su trabajo.

Al llegar a su trabajo Sophia parecía más tranquila, hasta que se dirigió a su casillero, al abrir la puerta, una rosa rosa con un sobre estaba adentro.

-Abraham, aquí hay otro sobre- le comunicó a su amado.

Abraham se acercó y vio la rosa y el sobre, toma la rosa entre sus manos, la lanza con furia a la basura, rompiéndola en mil pedazos, luego toma el sobre y lo abre, dentro otra fotografía de Sophia, junto con una nota.

"Seré el dueño de tu amor"

Abraham sintió como la sangre le hervía por todo el cuerpo, cualquiera que lo tuviera vista, hubiera dicho que salía fuego de sus ojos. Tomó la nota y la rompió con sus manos.

-Amor, esto estaba en mi casillero- dijo Sophia nerviosa, -eso quiere decir que está aquí, ¡¡AQUÍ EN LA EMPRESA!!-

-no hagas caso, pudo meterse durante la madrugada. - dijo Abraam tratando de calmarse.- solo te quiere asustar, ven vamos a trabajar- dijo después de un minuto.

Abraham toma la mano de  Sophia y van a sus puestos de trabajo. Comienzan su turno sin más novedades, el trabajo pasó rápido, entre risas y bromas, con sus demás compañeros de trabajo, finalmente el turno termina.

Sophia vuelve y saca las cosas de su casillero, reviso que no hubieran nuevas sorpresas, al ver que no había nada, respiró aliviada, Abraam abraza a su amada por la espalda, se van juntos al paradero, abrazados, riendo y besándose, como quinceañeros.

Se quedan en el paradero, juntos abrazados, sin tomar en cuenta, nada ni a nadie más que a ellos mismos.

-Sophia... ¿Esa no eres tú?- les interrumpe la voz de una colega.

En ese minuto Abraham, da vuelta la mirada y ve en uno de los pilares, otra foto de Sophia. 

-tranquila amor, espérame aquí- dijo Abraam poniéndose de pie. 

Abraham toma la fotografía con la mano, la observa por un minuto, luego la voltea.

"Tu y yo, siempre juntos"

Abraham guarda la foto y vuelve junto a Sophia, abrazándola con ternura, así se quedaron hasta que llegó el autobús, como era costumbre tomar el autobús hasta su casa,  bajaron y caminaron juntos hasta casa.

Al llegar a casa Sophia ve directo a la puerta, ahí logró ver una foto pegada a la puerta, esta vez era una fotografía de Abraham, por la ropa de la puerta, la pareja pudo notar que esa foto era de esa misma mañana, una vez más voltearon la foto, pudiendo ver otro mensaje.

"Él no te puede hacer feliz"

Abraham toma la foto y la guarda, una vez dentro de casa, Abraam guarda todas las fotografías, en el cajón junto con la primera, que lanzaron bajo la puerta esa mañana.

Sophia entró y dejó su bolso sobre una mesita de centro, luego se sentó en el sofá junto a la ventana, se perdió por un momento en sus pensamientos, mientras miraba por la ventana.

Abraham queda mirando a su amada, podía notar su nerviosismo, entonces se pone frente a ella y le queda viendo fijamente.

-¿que pasa amor?- preguntó Sophia.

-ve a arreglarte- dijo Abraam.

-¿arreglarme?... ¿para qué?- preguntó Sophia intrigada.

-vamos a salir- respondió él.

-¿¡¿SALIR?!? ... ¿¡¿DÓNDE?!?- preguntó Sophia entusiasmada.

-iremos a cenar fuera- dijo Abraam.

-¿¡¿CENAR FUERA?!? ¿¡¿ENSERIO AMOR?!?- dijo Sophia saltando del sofá.

-si. Anda vamos, quiero lucir la mujer mas hermosa de esta tierra- responde con orgullo Abraham.

Sophia se pone de pie, en una fracción de segundo estaba en el cuarto buscando entre sus mejores vestidos, busco un par de aretes, una gargantilla y una pulsera a juego, se dio un baño rápido, cuando salió del baño ve a Abraham poniendo su mejor traje sobre la cama, ella le queda viendo, Abraam al ver salir a Sophia pasa junto a ella y besó su frente, entra al baño a darse una ducha rápida, entre tanto Sophia ya se estaba vistiendo, para cuando Abraam salió del baño Sophia ya estaba vestida, se arreglaba el cabello junto al espejo.

Abraham se vistió, mientras Sophia se colocaba las alhajas, preparas anteriormente, para cuando Abraham se coloca la corbata, Sophia terminaba de maquillarse, una vez que estaban ambos listos, se dirigieron a La puerta de entrada, Abraam se dirige al garaje y saca el mustang, le abre la puerta a su amada para que entrara.

Se dirigieron a uno de los mejores restaurantes, al entrar Sophia se quedó sorprendida, al ver que Abraam tenía una reservación, para ambos en la mejor mesa.

-¿cuando preparaste todo esto amor?- preguntó la chica gratamente sorprendida.

-cuando te bañabas- respondió Abraam.

Sentados en la mesa, daba la impresión, de que  el mundo desapareció, para la pareja. El mesero llegó con la carta, ambos comieron a gusto, bebieron una copa de vino, disfrutando cada detalle en compañía del otro, el restaurante era uno de los pocos, con música de violín en vivo, uno de los más populares, para las parejas y novios.

-amor, ¿qué ocasión es tan especial para tanto lujo?- preguntó Sophia.

-amor, en tres días, se cumplirá un año, desde que nos conocimos.- respondió Abraham

Sophia se sorprendió de que Abraham recordará esa fecha. Pero se sintió feliz , única y especial en ese momento.

Ambos brindaron llenos de  regocijo, después de un par de copas y un postre maravilloso, ambos estaban listos para volver a casa, salieron llenos de alegría, caminaron por el estacionamiento buscando el auto.

-amor, hemos bebido de más, creo que será mejor buscar un taxi,- dijo Sophia.

-tonterías, yo manejo mejor así- respondió Abraam.

-No digas tonterías, vamos por un taxi- exigió Sophia.

Abraham se largó a reír -tranquila amor, estoy bien. No bebo casi nada, la botella la bebiste casi sola- bromeó Abraam.

Finalmente encontraron el auto, pero después de una magnífica velada cenando juntos, pasaron al horror, al ver el automóvil, sus caras se llenaron de espanto.


El Llanto de un hombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora