SS. El dorado Resort

925 61 36
                                    

Una historia contada con sucesos previos a que todos se fueran a Melen.

Esta empieza como cualquiera otra, con una mañana tranquila en Orario donde el sol apenas se levantaba por encima de las murallas.

En el hogar de los de las Tres Familias, muy temprano por la mañana se podía ver a Ryuu entrenar con la espada como era costumbre para ella, a pesar de que hoy no iría al calabozo junto a su nueva Familia y hoy era su turno de trabajar en el bar donde hace mucho tiempo la acogieron y cuidaron.

No muy lejos recargado en la pared de la puerta que daba a la parte trasera de allí su pareja único hombre de la Familias y capitán de estas, veía entrenar a Ryuu.

Sintiendo que era observada detuvo su entrenamiento para mirar a donde la observaban, viendo a su pareja recargada de una pared mientras la veía tan fijamente un poco de vergüenza apareció en su rostro al igual que un pequeño sonrojo.

Camino hacia ella que había parado su entrenamiento y que ahora lo veia un poco con timidez, por su parte el decidio romper el silencio.

- Bell: Entrenas con mucha diligencia, tus movimientos están muy bien, fuerza, velocidad y mucha destreza, simplemente hermoso. 

Alagandola y dandole una sonrisa sincera, ella se ruborizo un poco.

- Ryuu: Gracias, es algo que hago desde hace mucho tiempo.

- Bell: ¿Quieres que te ayude a entrenar?.

- Ryuu: ¿Harias eso?. (Mirándolo)

- Bell: Porque no lo haria, somos Familia y supongo que necesitas alguien con quien entrenar.

- Ryuu: Bueno, se lo pedi una vez a Lunoire y Chole pero bueno... termine excediéndome un poco. (Mirando al piso)

Susurrando para ella misma la ultima parte, recordando como unas golpeadas y enojadas Lunoire y Chole le dijeron como nunca mas entrenarían con ella.

- Bell: Bueno no te preocupes, puedes excederte todo lo que quieras, veamos si puedes hacerme algo.

Una sonrisa algo retadora aparecio en su rostro mientras la miraba.

Ella tambien lo miro y correspondiendo a su sonrisa de igual manera ella sonrio retadoramente.

Extendiendo su mano un pequeño portal se abrio y sacando su mano de este una espada de Kendo de bamboo salio de esta.

Tomando distancia entre ambos, poniendose en pose de pelea cada uno con su estilo, con una mirada esperando el movimiento de alguno de los dos una tercera voz se hizo presente.

- Astrea: ¡¡¡Empiecen!!!

Escuchando la voz que daba inicio al entrenamiento, ambos se lanzaron dando todo de si mismos.

[Una hora después]

En el campo de entrenamiento se encontraba una Ryuu respirando pesadamente con mucho sudor bajando de su frente y su cuerpo.

Y del otro lado se encontraba Bell con algo de sudor en su cuerpo y soltando un suspiro, relajando su cuerpo de toda la hora de estar entrenando.

- Bell: Bien, es fue un buen entrenamiento, ¿necesitas ayuda?.

Extendiendo su mano hacia ella, esta la tomo sin vacilar.

- Ryuu: ¿C-como demonios es que sigues tan bien?.

Mirando a su pareja que apenas sudaba, su pregunta era demasiado valida.

- Bell: Entrenamiento, demasiado entrenamiento y muchas situaciones donde necesitaba tener mucha resistencia.

Danmachi: Nacimiento de un MonarcaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora