Un Problema Embarazoso cap 7

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Hora de Aventura

Un Problema Embarazoso

Capitulo 6: Un día especial.

Finalmente, las tres jovencitas alcanzaron su noveno y ultimo mes de gestación, llegar hasta aquí no fue sencillo ya que tuvieron que superar muchas adversidades y peligros que por fortuna fueron dejados atrás con la ayuda de Finn, el padre de sus hijas.
Ahora pasado el trago amargo, el trio se dedica a otra tarea importante de su embarazo: la preparación del alumbramiento, aparentemente no es tan difícil como hubieran pensado sino fuera por que han olvidado un detalle que podría echar por tierra la armonía que hasta ahora ha imperado entre ellas.
En el Dulce Reino las cosas transcurren con cierta normalidad, pues a pesar de que todos los habitantes de este sitio están al tanto del embarazo de la Dulce Princesa y sobretodo quien es el padre, han dejado a la chica disfrutar su gravidez manteniéndose al margen, eso claro hasta que solo faltaron unos días para que ella diera a luz.
En el castillo, Dulce Princesa planea con sumo cuidado cada detalle del sitio y las cosas que se requerirán el día de su alumbramiento, ella quiere que todo sea perfecto.
-¿Ya esterilizaron el cuarto?- dijo la chica con voz firme
-Lo hicimos cuatro veces como lo solicito su alteza- contesto con cierto miedo uno de sus súbditos
-Bien, quiero que mantengan ese lugar inmaculado hasta que sea requerido- dijo sin voltear a verlos
Los sirvientes solo asintieron y se retiraron del lugar, en ese instante Mentita apareció solo para observar como la jovencita intentaba moverse rápidamente aun con ese enorme vientre que ya cargaba.
-Su alteza, no debería presionar su cuerpo demasiado, recuerde que ya no es solo usted quien se halla en el-
-No te preocupes Mentita, ni siquiera me estoy esforzando un poco-
El fiel mayordomo no contrario a la chica y dejo que ella continuara con su trabajo, pero sabia que tenia que apartarla de ese sitio.
-Como diga su majestad, descansar ahora no es tan necesario aunque eso signifique adelantar el parto-
-Exacto... espera ¿Que dijiste?-
-Adelantar el parto, ¿no su estudio revelo que si una madre es sometida a mucho estrés podría ser un factor que desencadenara esto?-
-Claro que lo recuerdo, ya que yo... un segundo, ya veo que haces, descuida mi nivel de estrés no es tan alto como piensas-
-Lo se su alteza, pero presiento que eso no es lo que la tiene en ese estado ¿Cierto?-
Mentita había dado en el clavo y lo noto al ver la expresión triste en el rostro de la chica, quien haciendo un esfuerzo sobrehumano lo borro de inmediato, tenia la leve sospecha de quien era el motivo, pero sabia que no debía presionarla demasiado y ser cuidadoso al preguntar.
-No digas tonterías, mejor revisemos si todo esta en orden-
-Como diga majestad-
-¿El cuarto esta esterilizado?
-Si-
-¿El equipo medico se encuentra dentro del cuarto?
-Si, esta guardado en esa maleta sellada-
-¿La Doctora Mantecado esta al pendiente?
-Desde hace un mes tiene ese comunicador que le dio y lo trae consigo-
-¿El personal que la asistirá?-
-En sus puestos esperando a que usted entre en labor-
-Perfecto, creo que todo se encuentra en orden-
Al ver que todo estaba bajo control, la chica se relajo un poco, cosa que fue aprovechada por Mentita para terminar de averiguar que era lo que preocupaba.
-Casi todo, solo me falta definir porque medio se le avisara al Joven Finn el instante de su alumbramiento-
De nueva cuenta el bello rostro de la dulce chica se torno triste y con dificultad contesto.
-Olvida eso Mentita, él no vendrá-
-¿Por qué razón no vendría? El chico es el padre de esta pequeña y es más que necesario que este presente- pregunto extrañado el mayordomo
-Lo se, pero... Finn decidió que para evitar problemas, no acudiría al nacimiento de ninguna de ellas-
-¿Un problema? No entiendo-
-Veras, hace dos semanas después de un maratónico encuentro sexual múltiple, Finn se dio cuenta del tamaño de nuestros vientres, los acaricio y dijo que estaba ansioso por verlas nacer. Sorpresivamente, Marceline le contesto que deseaba tenerlo a su lado al momento del parto, la Princesa Flama escucho esto e intervino diciendo que ella también lo quería ahí, desde luego yo también le dije algo parecido y rápidamente esta discusión estuvo a punto de convertirse en una pelea. Fue entonces que Finn se metió para calmarnos y al ver que no habría una solución pacifica, tomo la terrible determinación de no ir al nacimiento de ninguna de sus hijas y así evitar una tragedia... esa fue la ultima vez que lo hemos visto- relato con amargura Bonnibel
-Vaya, esa fue una decisión algo extrema por parte del Joven Finn-
-Ya lo se y aun así, lo quiero tener a mi lado- dijo la chica llorando y añadió- Es verdad que yo también estoy muy ansiosa porque nazca y a la vez tengo mucho miedo-
-¿Miedo? No veo a que debería temer-
-Me asusta el hecho en si de dar a luz, el dolor, las contracciones, los problemas que podrían ocurrir, si Finn estuviera a mi lado creo que seria menos traumático para mi, sé que suena tonto y que es mentira, pero eso es lo que pienso-
-Comprendo su alteza, el amor que siente por el Joven Finn le hace decir eso y creo que tengo una solución-
-¿En serio? Explícate Mentita- pregunto con mucha curiosidad la chica
-Según se, el Joven Finn tenia relaciones con usted por las mañanas, con la señorita Marceline al medio día y con la Princesa Flama por las tardes-
-Así es ¿Y que hay con eso?-
-Se podría decir que por causas misteriosas, las tres se embarazaron de el casi al mismo tiempo, tal vez con un lapso de horas, eso querría decir que darán a luz en diferentes momentos-
-No entiendo-
-Digo, que el Joven Finn podría estar con las tres sin ningún problema-
-¿Cómo?-
-Es muy sencillo, ¿Por qué no habla con la señorita Marceline y con la Princesa Flama para que las tres den a luz en un sitio determinado?-
-Ah eso, no creo que sirva, ya se lo sugerí a Marceline y no acepto, según ella para no dañar a alguien y con la Princesa Flama dudo mucho que me haga caso-
-Que mal, estoy seguro que hubiéramos podido hallar un lugar para ese propósito-
-Aunque tienes razón en algo, debo intentar hablar con Finn otra vez para convencerlo, no me puedo dar por vencida tan fácilmente-
-Esa es la actitud su alteza-
-Bien, encárgate de que todo este en orden en el reino, volveré cuanto antes-dijo la chica tomando un sweater y dirigiéndose a la salida
Y mientras Bonnibel caminaba decidida a hablar con el chico, no muy lejos de ahí, Marceline la reina vampiro, estaba a punto de pasar el peor momento de su vida.
-Repasemos... a ver, tengo mi cambio de ropa, la ropita de la niña, biberones no-
-Espera cariño, porque biberones no- pregunto intrigado su padre
-Le daré pecho, además ¿Ya te diste cuenta del tamaño de estas cosas?-dijo mientras le mostraba sus senos los cuales eran el triple de lo normal y añadió- Apenas puedo creer que me hayan crecido tanto, por lo que veo son mas grandes que los de Bonnibel-
-¿Y por qué la alimentaras así?- volvió a cuestionar
-No quiero que alguna sustancia artificial alimente a mi hija y según leí ayuda a que sus defensas se desarrollen mas rápido, no creas que me gusta tenerlas así, tal vez a Finn, pero a mi no, son muy estorbosas y me duelen mucho-
-Y hablando del chico, ¿Ya arreglaste ese asunto que mencionaste?-
Súbitamente Marceline se violento por esa pregunta, tal vez su padre lo hacia por curiosidad y para saber si su hija estaría en buenas manos, pero por la actitud de ella eso distaba mucho de ser verdad.
-Ni me lo recuerdes, tan solo pensar esa tontería que dijo me irrita, ¿Quién se cree para decirme algo así? Es más joven que yo y me enseña como se toma una decisión adulta, por favor, que alguien más se lo crea-
-Tranquilízate calabacita-
-¿Calabacita? ¿Me estas diciendo gorda?-
-Claro que no, tan solo te lo menciono porque le hace mal a la niña que te estreses demasiado-
-Ya lo se Papá, es solo que...-
-¿No hallaste una forma de convencer al chico para que este a tu lado ese día?- completo la frase Hunson sin querer
-Exacto... pero que rayos, Papá deja de leer mi mente-
-No necesito hacer eso para saber lo que te sucede, hija le has dado vuelta a este asunto toda la semana, me lo has dicho tantas veces que ya me lo se de memoria-
-Ay Papá, es que aun me resulta difícil creer que por esa tonta discusión, el haya tomado esa determinación- respondió ella con lagrimas en los ojos
-Pues a mi me sorprendió bastante que lo haya hecho, nunca pensé que en verdad lo haría y aunque lo dudes supongo que para él debió ser difícil llegar a eso-
-Papá, el ver que Finn ya es un hombre y que se puede comportar como uno, no es un consuelo para mi ¿Eh?- dijo Marceline limpiándose las lagrimas
-Hija, en la vida tenemos que aprender a aceptar las decepciones y que no todo saldrá como queremos- contesto con un tono serio el Rey del Mal
A regañadientes Marceline tuvo que admitir que su Padre tenía razón y que lo que intentara tal vez no haría que Finn cambiara su decisión y estuviera con ella. De tal modo que continúo alistando su maleta.
-Solo tengo una duda, hija-
La chica solo lo miro como si dijera pregunta de una vez antes de que me hagas enojar
-¿Por qué quieres tener a la niña en la Zona Gris? No tu amiga, la lista ¿Cómo se llama?-
-Bonnibel, te lo acabo de decir-
-Claro ella, siempre se me olvida su nombre, también esta embarazada del chico ¿No es así?
-Lo esta ¿Y?- respondió la jovencita con cara de pocos amigos
-¿Por qué no te propuso dar a luz en el Dulce Reino?-
Marceline suspiro y sin alzar la vista contesto- De hecho lo hizo, solo que...-
-¿Qué?-
-Rechace su invitación, según vi en su estudio sobre el embarazo, el dolor al momento de estar pariendo al bebé es tan fuerte que el cerebro no razona correctamente y de ser así, no podría controlar mis poderes y terminaría dañando a personas inocentes, no podría vivir con algo así en mi consciencia-
-Vamos cariño, no se perdería mucho-
-¡Papá! Esto es serio-
-Perdona linda, déjame pensar en algo que pueda remediar tu problema sin que nadie salga lastimado-
Durante un largo rato, el Rey del Mal trato de idear un plan que pudiese reunir tales características a simple vista imposibles, pero por su hija lo intentaría y finalmente tuvo una respuesta.
-Marceline... lo siento cariño, la verdad no hay manera de hacer algo así sin matar a nadie-
-Me lo imagine, bueno eso quiere decir que tendré que hablar con Finn e intentar convencerlo así sea por las buenas o por las malas-dijo la vampiresa mientras tomaba su paraguas y guantes
-Espero lo logres hija, de todas formas ya tengo todo preparado para cuando des a luz- dijo Hunson esperando que ella lo escuchara antes de salir
Sin que la chica lo viera él se desvaneció del cuadro, Marceline estaba determinada a llevar a Finn a la Nocheósfera y ahí tener a su hija, pero no quería hacerlo por la fuerza, ella lo haría de la forma aburrida y hablaría con el, esperando convencerlo de acompañarla.
Al tiempo que la chica vampiro caminaba con dirección a la casa de Finn, a unos kilómetros de ahí la Princesa Flama compartía con Flambo la dicha de alcanzar su noveno mes.
-Hoy cumplo los 9 meses y en cualquier momento podría dar a luz-
-Así es su alteza, le recomendaría no excederse y descansar un poco-
-Ay Flambo, apenas puedo creer que pronto tendré a mi hija en mis manos-
-Lo se y estoy sorprendido por la manera tan calmada que llevo su embarazo-
-Eso fue sencillo, encontré una manera de mantenerme ocupada- dijo ella mientras caminaba hacia un closet y lo abría
-¿Fue tejer la ropa de su hija lo que la mantuvo tranquila?- pregunto Flambo al ver una cantidad considerable de prendas
-Así es, gracias a esto no me volví loca-
-Vaya... eso fue extraño y aterrador, como sea me alegra que su embarazo transcurrió tranquilamente, ah se me olvidaba, su Padre me encargo avisarle que todo esta listo para recibir a la niña y que puede ir en el momento que lo desee-
-Papa se encargo de todo como siempre, no me sorprende porque es su nieta y porque él es bastante precavido- dijo la joven con un tono triste
-Por supuesto, después de todo él es el Rey Flama y de esa manera usted no se alteraría, pero veo que eso no significa mucho ¿Verdad?-
-Estoy bien, el solo se preocupa por su nieta, me deprime un poco el hecho de saber que daré a luz yo sola-
-¿Lo dice por Finn?-
La chica guardo silencio y bajo la mirada para ocultar su tristeza, pero era demasiado evidente.
-Si... me duele que él no va a estar conmigo en ese instante, aun así me alegro ver lo maduro que se ha vuelto por tomar una decisión así-
-No comprendo, ese día ¿Usted se puso celosa?
-No, para nada, si hubiera sentido celos lo habría asesinado el mismo instante en que me entere de que acostó con ellas- dijo la jovencita con una calma aterradora
-¿Y entonces?-
-No estoy muy segura, cuando Marceline se acercó a Finn para decirle que pronto daría a luz y lo quería junto a ella, sentí un poco de envidia y no celos, por eso intervine solicitando lo mismo, pero creo que me excedí un poco-
-Tranquilícese su alteza, esa fue una reacción completamente normal en alguien en su estado, por fortuna no ocurrió nada que lamentar-
-Tal vez, pero no me siento orgullosa de mi falta de criterio y por mi culpa ahora ninguna de nosotras lo tendrá presente ese día-
-No diga eso princesa, era inevitable que sucediera ya que las tres están embarazadas del mismo hombre y por consecuencia lógica lo querrían tener a su lado ese momento tan especial-
-Gracias Flambo, por darme ánimos-
Y pensando que si continuaba esta conversación solo la deprimiría más a menos que encausara eso para que obtuviera lo que quería.
-Y ¿Ha pensado en hablar con el nuevamente?-
-No, me da miedo su reacción y no me gustaría que me rechazara, no lo soportaria-
-No creo que Finn hiciera algo así, él la quiere mucho a usted y aparte lleva consigo a su hija, estoy seguro que no la lastimaría de ninguna manera- dijo Flambo para darle ánimos a la chica
La ígnea joven enjugo sus lagrimas, las palabras de su pequeño amigo le inspiraron confianza, era verdad no había nada que temer, tan solo tendría que hablar con el y ser muy convincente para lograr su cometido, así de sencillo.
-Aunque... sigo pensando que seria mejor llevármelo por la fuerza al Reino del Fuego, total, ya se hacer el escudo contra el fuego- dijo dándole la espalda a Flambo
El pequeño ser reacciono sorprendido por esas palabras- Princesa, ¿No lo dice en serio? Eso es un delito-
La jovencita rio y con una enorme sonrisa contesto a su amigo- Claro que es broma, jamás me atrevería a hacer algo así, perdona no me pude resistir-
Flambo suspiro aliviado no solo porque sus palabras fueran una broma, también por el hecho de ver en sus ojos ese valor que ella tanto necesitaba.
-Iré en este momento a su casa, le diré absolutamente todo y espero que venga conmigo-dijo mientras cerraba el closet y añadió- Flambo ve al Reino de Fuego y que tengan todo listo
-Como diga majestad-
Ambos seres salieron de la casa y cada uno tomo por su lado, la chica tenia muy claro lo que deseaba y esta vez no temería a lo que fuera a suceder.
Entretanto, en el Fuerte del árbol, Finn el humano contemplaba el ir y venir de unas hormigas que caminaban por debajo de una ventana.
-Vaya, que envidia me dan ustedes no tienen preocupaciones, solo tienen que seguir ordenes, conseguir comida- dijo el chico con un tono depresivo
Sin que lo notara, Jake se acercó a él quería decirle algo importante, pero no parecía ponerle atención.
-Oye Finn, tengo que... ¿Hermano, estas bien?- pregunto Jake intrigado al verlo de esa manera
-Ah claro, todo esta bien de maravilla- se apresuró a contestar el chico
-Sigues pensando en ellas ¿Verdad?-
Finn no tenía ánimos para desviar el tema y solo suspiro, mirando a su hermano con tristeza.
-Viejo, no puedo creer que les dijera algo así-
-Vamos, no te alteres, creo que fue por su bien-
-¿Qué cosa?-
-Analízalo, evitaste una tragedia y es cierto que te perderás uno de los momentos más felices de tu vida, pero al menos quedaste como un hombre a los ojos de ellas-
-¿Y de que me sirve verme cool? Si no podre estar con ninguna- respondió con furia el chico
-Ay hermano, seria muy largo de explicarlo, supongo que aun te falta por crecer-
-Como digas ¿Y que era lo que me ibas a hablar?-
-Ah, es verdad, tengo que ir con Arcoíris-
-Ya veo- contesto mirándolo de manera condescendiente
-No es para eso pervertido, por fin pudimos convencer a los chicos de acompañarnos a ver a sus abuelos y por supuesto tengo que ir con ella-
-Cosas de Padre ¿Eh? Genial, adelante no te retraso más-
-¿Tú estarás bien?-
-Descuida, jugare con BMO para mantenerme ocupado-
-De acuerdo, entonces me voy-
Jake tenía un extraño presentimiento, algo pasaría en este lugar en cuanto se fuera, no quería dejarlo así, pero no podía quedar mal con su novia, con mucho temor dejo a su hermano en la casa y de cierta manera el perro mágico no se equivocaba.
Y mientras Finn se adentraba en el juego de BMO, a los pocos minutos se escucharon unos toquidos desesperados en la puerta. Dicha acción saco de concentración al joven y mejor se apresuró a abrir, adivinaba de quien se trataba.
-Debe ser Jake- pensó- seguramente se le olvido algo- dijo mientras se acercaba a la puerta
Finn abrió sin prestarle atención a quien estaba en la entrada y cual seria su sorpresa de descubrir que no era Jake, sino una persona que no esperaba ver.
-¿¡Dulce Princesa!? ¿Pero... que haces aquí?- pregunto con sobrado asombro el héroe
La jovencita no contesto de inmediato, el chico noto ese color rojo en su rostro mismo que indicaba que hizo un enorme esfuerzo.
-Finn... t-tenemos q-que hablar- pronuncio con dificultad la dulce chica
-Primero recobra el aliento y hablaremos de lo que quieras, pasa- dijo el héroe invitándola a entrar
-Gracias Finn-
La jovencita paso a la casa y de inmediato se sentó en un sillón cercano, rápidamente se deshizo de ese sweater y respiro profundamente para calmarse, aun se observaba el carmesí en sus mejillas. Finn, sin tardanza le ofreció un vaso de agua que rápidamente tomo ella, un poco mas tranquila se dirigió a él con seriedad.
-Finn antes que nada, gracias por el agua-dijo la chica dándole el vaso
-Y bien, de que querías hablar- pregunto el joven sentándose cerca de ella
-Finn- apenas menciono su nombre y la cercanía la hizo que se lanzara a sus brazos, besándolo de manera apasionada, fue demasiada la tentación.
El pequeño BMO observo la escena un tanto incomodo y prefirió no ser mal tercio- Si, si, se perfectamente cuando no soy necesario, iré con Tronquitos- dijo y salio casi corriendo del sitio.
El héroe, lejos de apartarla se dejo llevar y correspondió los besos de Dulce Princesa, no fue sino hasta que le empezó a faltar el aire que la alejo un poco de él.
-Vaya, si a eso viniste, me alegra que lo hayas hecho- le dijo mientras le sonreía, acto que la hizo sonrojar
-Este... no, no era a eso a lo que venia o bueno tal vez si, como sea, Finn hoy cumplí el noveno mes y necesito que...-
La joven intentaba decirle, pero inesperadamente fue interrumpida por el llamado a la puerta.
-¿Esperas a alguien?- pregunto intrigada la joven
-No, será mejor que vea quien es- contesto el héroe y se dirigió a la puerta
Apenas abrió y una sombra se abalanzo sobre el, Bonnibel se asusto un poco al pensar que lo atacaban.
-¡Finn!-
-¡Aléjate DP! No permitiré que...- intento decirle a la chica, pero su boca fue ocupada por unos labios muy familiares
-Mmm... tus besos son tan dulces como siempre- dijo la sombra
-¿¡Marceline!?- gritaron al unísono al averiguar de quien se trataba
La chica vampiro también se sorprendió de ver aquí a Bonnibel e incluso le resulto divertido hacerla enojar un poco.
-Mira nada mas lo que tenemos aquí, Dulce Tonta ¿Acaso tratas de recordar viejos tiempos con Finn?- dijo la vampiresa maliciosamente al tiempo que recorría con su lengua el cuello del chico
-¿Disculpa? Al menos yo no luzco desesperada por tener a Finn entre mis brazos y para que lo sepas esa dulzura es mía-
-Lo adivine, créeme no es fácil olvidar esas orgias que tuvimos los cuatro y mucho menos los sabores de cada uno- contesto lamiéndose los dedos
-Tranquilas, no van a comenzar algo que no terminaran, ¿Qué haces aquí Marcy?-
Enfocando su atención en el chico, Marceline pensó con cuidado lo que le iba a decir, por primera vez tenia que ser lista y no dejarse llevar por su naturaleza inquieta.
-Mira Finn- dijo mostrando su vientre que lucia muy grande- Nuestra hija nacerá dentro de poco y quiero que tu...-
Justo antes de que le dijera eso tan importante, nuevamente llamaron a la puerta, la vampiresa se molesto un poco, ¿Quién seria tan idiota para llamar en este preciso momento? Pensó ella
Bonnibel noto su enojo y aprovecho para burlarse de ella -Vaya, creo que tu presa se fue-
-Eso quisieras, pero tengo a Finn donde quiero y no tardare en conseguir que el este en mi parto-
-¿Qué? Ah no, yo llegue primero y el vendrá a ver nacer a nuestra hija-
-No lo creo- contesto Marceline y le saco la lengua como niña pequeña
-No seas infantil Marcy-
La vampiresa continúo haciendo ese gesto hasta que finalmente saco de sus casillas a la princesa
-De acuerdo, también para ti- dijo Bonnibel sacándole la lengua
Mientras ellas se enfrascaban en una lucha infantil, Finn abría la puerta recibiendo otra sorpresa este día.
-¡Finn!- se oyó una voz femenina
-Princesa...- quiso decir y otra vez su boca fue ocupada
Las dos chicas se intrigaron de escuchar eso además de ver un enorme resplandor, así que se dirigieron a la puerta.
-No es posible-
-Esto ya se volvió algo trillado ¿No crees?- menciono Marceline
Las jovencitas observaron a Finn y a la Princesa Flama sosteniendo una muy grata comunicación bucal.
-¡Ejem! No pienso que sea el lugar adecuado para hacer eso- interrumpió Dulce Princesa para separarlos
Rápidamente, Finn y la ígnea chica recobraron la compostura y sin que el chico se lo preguntara, la jovencita paso a la casa.
Cuando estuvo dentro, Bonnibel y Marceline se sentaron en lugares apartados una de otra, la Princesa Flama hizo lo mismo, dejando a Finn en el centro de la habitación, el ambiente se torno muy pesado.
-Es un gusto verlas aquí, aunque lo duden-dijo la chica flama con sinceridad
-¿Ah si? ¿Y cual es el motivo de tu visita?- pregunto con rapidez Marceline
-Bueno, es algo íntimo que solo le incumbe a Finn y a mi- contesto ella respetuosamente
- ¿Viniste a pedirle a Finn que este presente en tu alumbramiento?-pregunto ahora la Dulce Princesa
La Princesa Flama se sorprendió un poco, eso no le dejo lugar a dudas, ellas también habían venido a eso y por lo que se observaba aun se encontraban en medio de esa discusión.
-¿Así que las tres vinieron a pedirme eso? No quedamos en que solo iría cuando las niñas hubiesen nacido- dijo el héroe con una mezcla de asombro y molestia
Marceline se apresuró a contestar- Lo se, pero realmente no quiero estar sola en la Nocheósfera dando a luz-
-Así es Finn el humano, estar sola en el Reino del Fuego en tal predicamento no es muy agradable- añadió la Princesa Flama
-Vamos Bonnie, no le dirás algo al padre de tu hija para convencerlo- dijo la vampiresa dirigiéndose a la dulce chica
-Realmente... me encantaría... entrar en la discusión... que sostienen... sino fuera por...- dijo con mucha dificultad Dulce Princesa
La gobernante del Dulce Reino no lucia nada bien, en su rostro se podía ver un rictus de dolor, sudaba abundantemente y su respiración era mas profunda de lo normal, el chico se acercó para saber lo que tenia.
-¿DP? ¿Te sientes bien?- le pregunto preocupado el héroe y sin querer noto que su vestido estaba mojado
-Finn... llévame cuanto antes al Castillo-
-¿Por qué? ¿Qué ocurre?-
-Se me acaba de reventar la fuente y las contracciones han aparecido ¡Augh! No son muy frecuentes, pero si muy dolorosas ¡Ungh!
-¿Qué? ¿Quieres decir que ya estas en labor de parto?-
La jovencita solo asintió mientras continuaba respirando profundamente, el héroe hizo un esfuerzo extremo para no caer en pánico.
-De acuerdo, el Castillo no esta muy lejos de aquí- dijo Finn con nerviosismo y dirigiéndose a las otras dos chicas- Marcy, FP, llevare a Bonnie al Dulce Reino, no tardo-
-Emm Finn, no creo que eso sea posible- dijo con mucha calma Marceline
-¿Por qué?- pregunto el chico un poco confundido por las palabras de la vampiresa
Marceline se levanto mostrando su pantalón mojado y ella solo atino a sonreír avergonzada, la sorpresa fue mayúscula para Finn.
-¿Tu también? Ay no, esto no puede estar pasando-
Al verla con su ropa húmeda Dulce Princesa le pregunto- Marceline ¿Todavía no sientes las contracciones?-
-No, solo un ligero malestar, pero aun así, yo soy la Reina de los Vampiros, una simple dolencia no me afectara...- le chico decía confiada, pero un segundo después su rostro se torno rojo- ¡Augh! ¡Que horrible dolor! Finn ayúdame, no me puedo mover-
Como pudo el joven la llevo hasta el sillón donde Bonnibel se encontraba, la dulce chica no pudo evitar sonreír al ver a la vampiresa en una situación igual a la suya.
-No t-te burles Bonnie- reclamo Marceline
-¿Yo? ¿Cómo crees? Solo me alegra saber que no estaré sola en esto-
Finn se hallaba al borde de un colapso nervioso, pero solo eran dos de ellas aun podía manejarlo.
-¿Oye Finn?- se escucho la voz de la Princesa Flama muy tímidamente
-¿Dime?- pregunto sin voltear a verla ya que el intentaba averiguar como ayudaría a las chicas cuando... un sonido parecido a la caída de agua se oyó, de inmediato el héroe giro aterrado
-No... tú no-
-Perdón, no fue mi intención- se disculpo la jovencita
-No, no te disculpes, solo que no creí que las tres entrarían en labor al mismo tiempo- dijo Finn mientras la cargaba y la llevaba con las otras
El chico sabia que ya era muy tarde para solicitar ayuda al Dulce Reino, a Hunson Abadeer o al Reino del Fuego, él tendría que recibir a sus hijas.
Rápidamente, trajo las pieles que se encontraban en su cama y las recostó ahí, Bonnibel no estaba muy convencida de querer hacerlo, pero el dolor le obligo a ceder, Marceline no opuso resistencia y la Princesa Flama temía quemarlas, sin embargo de forma sorprendente no sucedió nada.
Sin perder tiempo, Finn intento revisarlas o al menos eso quiso.
-¡Lávate las manos, lávate las manos, lávate las manos!- grito como loca Dulce Princesa al ver a donde se dirigía su héroe
-Pero yo...-
-Nada, haz lo que ella dice no por nada se puso así- dijo Marceline fríamente
-Si, si, lo que ellas dicen- intervino la Princesa Flama
De esa manera, el chico se lavo muy bien sus manos, no tenia guantes de plástico en casa así que no quedo mas remedio que hacerlo así.
-Abre con cuidado mi vagina y mira al fondo, ¿Qué es lo que ves?- dijo Bonnibel
-Bueno, puedo ver que tu cérvix comienza abrirse-
-Bien, entonces faltan unos minutos, ahora haz lo mismo con Marcy y la Princesa Flama-
-Ellas están igual que tu-
-No, eso no es posible ¡Augh! Por muy parecidas que sean las mujeres y aun si sus embarazos fueron al mismo tiempo, su estado no puede ser igual-
-Pero, así esta pasando yo no sé que pensar-
-Tranquilízate Finn, no me sirves de nada si entras en pánico- dijo con seriedad Bonnibel para evitar perderlo
Durante unos largos casi eternos minutos, el chico miraba de cuando en cuando al interior de cada una, aparentemente seguían igual, sin embargo las contracciones eran mas frecuentes y su duración mayor.
-¡AAHH! ¡Como duele! ¡Finn presiento que ya casi es el momento!-
El héroe volvió a mirar y con premura respondió- Parece que son 5 centímetros más o menos-
-Apenas vamos a la mitad ¡Augh! ¡Finn no pierdas de vista el tamaño de la abertura!- dijo Dulce Princesa mientras era invadida por ese espantoso dolor
El chico las observaba sufrir de tan terrible manera, sudaban copiosamente las tres, si, incluso la Princesa Flama emanaba algo parecido al sudor, era tanto el dolor que sin pensarlo Bonnibel y Marceline se tomaron las manos, no paso mucho tiempo para que le dulce chica intentara tomar la mano de la ígnea joven, por fortuna y una extraña casualidad la Princesa Flama no daño a Dulce Princesa cuando se tocaron, las tres jovencitas compartían su enorme dolor.
Finn nuevamente miro al fondo de su intimidad y dio la noticia que Bonnibel esperaba- Ya casi alcanzaste los 10 centímetros-
-¿Y-Y e-ellas? ¡Ungh!-
-¡Están igual! ¡Las dos tienen el mismo tamaño!-
-¡F-Finn! ¡Sigue al p-pie de la letra, lo q-que diga Bonnie! ¡Augh!- dijo Marceline con un rictus de dolor indescriptible
-¡Mi a-amado! ¡A-ayuda a aliviar nuestro sufrimiento! ¡Ungh! - suplico la Princesa Flama
-De acuerdo, DP, dime que hacer-
-Muy bien, si todo va como recuerdo, ahora se vería la cabecita sobresalir un poco-
-No, aun no la veo-
-No hagas nada todavía, descuida tratare de guiarte lo mas posible, para cuando eso pase nuestros cuerpos las expulsaran lentamente, tu tendrás que sacarlas completamente -
-¡Ya no! ¡Duele demasiado!-grito Marceline
El chico vio la terrible situación y en un intento para distraerlas un poco y olvidaran el dolor quiso ser gracioso.
-Vamos chicas, ya pasamos la parte mas difícil ahora será cuestión de pujar y no habrá de que preocuparse tanto-
-No dijiste eso en serio ¿Verdad?- pregunto Dulce Princesa enojada
-¡Que insensible eres! Tener a tus hijas no es una broma- reclamo la Princesa Flama
-¿Ya estas feliz idiota? Por tu culpa me veo así de gorda- le grito Marceline
-Si verdad, como el señorito solo nos tuvo que meter esa cosa que le cuelga entre las piernas y nosotras fuimos las que sufrimos el embarazo- agrego Bonnibel sin bajar el tono enojado
Evidentemente fue un grave error querer calmarlas así, solo las provoco y la verdad no fue nada extraño que ocurriera, en este momento las tres eran un mar de hormonas. Finn prefirió no contestarles y solo volvió a mirar su intimidad para determinar que tan dilatadas estaban.
-Son casi 10 cm ya casi esta listo-
-Un momento... ¿Tienes una erección?- dijo la Princesa Flama al notar un extraño bulto en su pantalón
-¡Que asqueroso eres! Mira que excitarte con esto ¡Maldito cerdo!- grito Marceline al descubrirlo también
-Finn, hay un lugar para todo y estar así en este instante no ayuda en nada- intervino Bonnibel con una calma irreal, sin embargo...- ¡Así que a ver como le haces! Pero ya te estas tardando para bajar esa $%&*+%& -
-Lo siento, es que estoy nervioso y suele pasarme esto-
-¡Ay Pobrecito! ¿Y cuando nos lo hacías estabas nervioso? ¿No verdad?- dijo con sarcasmo la Vampiresa
Súbitamente, las tres chicas pasaron de la furia asesina al llanto y el sentimiento de culpa por ser tan malas con el héroe.
-Finn... yo no, no quise decirte eso- dijo Dulce Princesa con lagrimas en los ojos y añadió- Perdóname tengo mucho miedo-
-Escucha tarado, si... te atreves a dejarme de esta manera juro que nunca te lo... voy a...- quiso decir la chica vampiro pero el sentimiento le gano y un nudo en su garganta se lo impidió- No te vayas, por favor- balbuceo con dificultad
-Finn, disculpa mi actitud grosera- intento decir la chica flama de una manera ecuánime, pero termino por desmoronarse-¿Crees que seré una buena mamá? Finn no me dejes, no estoy segura de lograrlo sola-
El chico sonrió y sin contestar nada solo se limito a besarlas, logrando así, infundirles el valor necesario para dar a luz sin temor.
-Muy bien, la parte superior de la cabecita ya se esta asomando... ya es hora-
Las tres chicas se miraron entre ellas y como si fueran amigas de mucho tiempo, se tomaron de las manos en señal de apoyo mutuo.
-Dulce Princesa, me parece que tú serás la primera en dar a luz-
-De acuerdo... pujare con cada contracción... chicas pongan atención para cuando les toque a ustedes-
-Estoy listo- dijo Finn intentando sonar lo mas valeroso posible
-Respiración 1, 2, 3 ¡AAUUGGHH! ¡Puja, niña tonta!- Bonnibel se dijo a si misma
-Bien, ya esta saliendo, otra vez-
-¡AAUUGGHH!- pujo la jovencita tornando su rostro mas rojo que la sangre- ¡AAAHHH!
-Vamos Bonnie, tu puedes hacerlo- dijo Marceline a su amiga dándole ánimos
-Alto, ya salió la cabeza- grito el héroe, como su mente le daba a entender, tomo con mucho cuidado la cabecita de la niña-
-Gira un poco su cabeza... para que salgan los hombros y puedas tomarla ¡AAHH!- le dijo la Princesa a Finn con lo ultimo de cordura que le quedaba
El chico lo hizo y de manera increíble ocurrió como ella menciono, apenas tuvo los hombros de su hija la extrajo con cuidado de la intimidad de Bonnibel.
-¡ÑAAA! ¡ÑAAA!- se escucho el fuerte llanto de la pequeña recién la tuvo Finn en sus manos
-Pásamela, déjame ver a mi hija- grito con desesperación la chica
-Aquí tienes, se ve bien, Felicidades Mamá-
-¡OOHH! Mi pequeño caramelo, me moría de ganas por conocerte- le dijo tiernamente Dulce Princesa a su hija mientras la besaba- Gracias Finn-
-Si bueno, no creo que sea momento para celebrar, aun tengo que traer a las otras dos niñas- contesto el héroe besando a Bonnibel
-Creo que sigo yo, siento que... ¡AAUUGGHH! ¡Maldita contracción! Me tomo por sorpresa- grito furiosa Marceline porque su cuerpo se adelanto a que ella se preparara
-Tranquilízate Marcy, veo su cabecita, repite lo mismo que viste hacer a DP-
-Esta bien, aquí viene otra ¡AAAHHH! ¿Ya salió?-
-No, continúa así-
-¡Que horror! ¡Por favor hija ya llega a este mundo! ¡AAAHHH! ¿Ya?-
-Todavía no sale su cabeza-
-No, ahora no, no me puedo transformar en esa cosa- dijo la chica vampiro al sentir que se convertiría en su forma monstruosa
-Marceline, enfócate, mantén la calma la desesperación lleva al error-dijo sorpresivamente la Princesa Flama
Fueron esas palabras de aliento que le dio la chica flama de manera sincera las que evitaron una tragedia, la vampiresa solo la miro y asintió, pues otra contracción le impidió hablar para agradecer su apoyo desinteresado- ¡AAUUGGHH!-
-Espera, ya salió su cabeza- grito Finn y repitió la maniobra que realizo con Bonnibel, logrando sacarla muy rápido
-¡ÑAA! ¡ÑAA!-
-Vaya, no pensé que se parecería tanto a ti-
-¿Esta bien? ¿No tiene algo malo?- pregunto con preocupación Marceline
-Vela tu misma- dijo Finn dándole a su hija
-¡Mi amor! Eres más hermosa de lo que creí- dijo llorando la vampiresa- Gracias mi héroe-
-De nada, ya sabes que para eso estoy-
-Mi amado, creo que... ¡AAAHHH! Esa fue una grande-
-Lo se preciosa, ¿Lista?-
-Tengo miedo, pero contigo a mi lado todo estará bien- sonrió la ígnea joven
-Muy bien, cuando quieras- dijo Finn poniéndose frente a ella para recibir a su hija
-¡AAUUGHH! -
-No, aun nada-
-¡AAAHHH!-
-No veo que salga-
-Princesa Flama, no pujes antes de tener la contracción o de lo contrario te tardaras más en que nazca y podrías perder el control de tus poderes de fuego- dijo Bonnibel al ver el error que la chica cometía y que por fortuna impidió que una desgracia mayor pasara.
-Es cierto, gracias por recordármelo Dulce Princesa, de acuerdo aquí viene... ¡AAAHHH!-
-Ya salió su cabecita, hazlo otra vez-
-¡AAUUGGHH!-
-La tengo- dijo Finn al tiempo que la sacaba
-¡ÑAA! ¡ÑAA!-
-Déjame verla- dijo con ansiedad la chica- ¡Es muy linda! Se parece a ti
-Aun es muy pequeña para determinar eso, aunque puedo decir que heredara tu belleza-
-Gracias amado, apenas puedo creer que la hicimos los dos-
Justo cuando las tres jovencitas disfrutaban a sus recién nacidas hijas, la puerta de la casa se abrió.
-Perdona amor, se me olvido el regalo que compre para tus padres- dijo Jake apenado
-*Descuida cariño, una vez que entremos a la Dimensión de Cristal el tiempo transcurrirá mas lento, tenemos bastante ventaja*- contesto Arcoíris a su novio sin enfadarse
-Ah Hola, Arcoíris y Jake, ¿Ya regresaron tan pronto?- saludo Finn a su hermano y a su novia con la mayor de las calmas
-Ah Finn, ¿Ya terminaste de jugar...?- contesto el perro mágico y volteo a verlo solo para llevarse una enorme sorpresa- ¿Pero que? T-Tus bebés... ¡Ya nacieron!-
-*Dulce Princesa, no es posible, aun faltaban días para que esto pasara ¿Te encuentras bien?*- dijo la lluviacornio bastante alarmada por hallar algo así
-No te asustes amiga, estoy perfectamente bien y mi hija también, gracias por preguntar- respondió sin alterarse la dulce chica
-¿Marcy te sientes bien?- pregunto Jake la ver a la vampiresa sentada sosteniendo a su hija
-Claro, Finn hizo un excelente trabajo al ayudarnos a que ellas nacieran- contesto amablemente la jovencita
El perro mágico se dio cuenta que la Princesa Flama también estaba ahí y le pregunto de la misma manera que a Marceline - Hola PF, no esperaba verte aquí, pero es una alegría ver que tu bebé esta bien y tú igual-
-Gracias Jake, y estoy segura que te cuestionas el porque la casa no se ha quemado ¿Verdad?-
El fiel hermano de Finn rio nervioso y sonrió de la misma manera - No creí apropiado preguntar, pero si, estoy intrigado-
-Aprendí a controlar mis poderes y ahora ya no quemo nada que toque sin querer-
-De acuerdo, ahora que todas mis chicas están bien creo que puedo desmayarme, Paz...- dijo Finn antes de caer inconsciente
-Lo supuse, fue demasiado para el, aun así estoy muy orgullosa de su trabajo-
-*Jake, será mejor traer ayuda para llevar a todas ellas al hospital lo mas pronto posible*- dijo Arcoíris
-Como digas nena, chicos vayan al hospital de la Doctora Princesa y traigan varias ambulancias para trasladarlas-
-De acuerdo viejo- respondió Jake Jr.
Y en cuestión de minutos los hijos de Jake y Arcoíris trajeron una cantidad considerable de ayuda y aunque por momentos pareció imposible llevar a las tres chicas, los paramédicos lograron hacerlo, ya en el hospital la Dra. Princesa reviso tanto a las bebés como a las madres e incluso a Finn reviso. Después de unos estudios básicos a las recién nacidas, todas ellas fueron acomodadas en un cuarto muy grande, unas horas mas tarde, el héroe recobro el conocimiento.
-¿Dónde?-
-Ah hermano, es bueno tenerte de vuelta-
-¿Jake? ¿Y las chicas y mis hijas?- fue lo pregunto que alarmado
-Calma Finn, tus seis mujeres están bien, recién Hunson Abadeer, el Rey Flama y algunos dulces ciudadanos junto con Mentita se retiraron después de ver a las pequeñas-
-Vaya, así que todos ellos vinieron- dijo Finn mientras se reincorporaba- Quiero ver a mis chicas
Lentamente Jake llevo a su hermano hasta el cuarto donde todas ellas estaban, al entrar se llevaron la sorpresa de ver a las jovencitas alimentar a sus hijas.
-Hola preciosas-
-¡Finn!- respondieron al unísono al ver su héroe
El chico se acercó a donde estaban las tres y con emoción observo por primera vez a las niñas ya que en esa vez no tuvo tiempo, debía actuar de inmediato y no presto mucha atención.
-¿Quieres cargarla?- pregunto Bonnibel
-Anda sostén a tu hija, no seas tímido- dijo Marceline
-Vamos cariño toma a la niña- dijo la Princesa Flama
Finn cargo a las tres niñas y sintió una enorme alegría de tenerlas en sus brazos, súbitamente un hecho sin igual ocurrió, las tres niñas tomaron la mano de su padre sin que él lo pensara.
-Hola pequeñas, bienvenidas a este mundo- dijo el chico al tiempo que besaba la frente de las tres
Por un segundo recordó ese extraño sueño que tuvo con el Búho Cósmico y esas 3 niñas, el en un principio creyó que se relacionaba con las 3 chicas mas importantes en su vida, pero... ¿Y si en realidad tenia mas que ver con sus hijas? Solo el tiempo lo diría, por ahora con saber que ellas y sus madres estaban bien le bastaba, tenia un trabajo muy duro por delante no solo como padre también como futuro gobernante de alguno de los reinos, aunque esa ya era otra historia.
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Y con eso termina esta historia... no, no es cierto, aun falta un capitulo y sera relacionado con las hijas de Finn, porque estoy seguro que algunos se quedaron con ganas de verlas a ellas y conocer sus nombres (que por cierto solo se sabe el de la Hija de Marceline) descuiden sera un buen capitulo para leer.
Hasta entonces nos leemos luego.
See You :)

Un Problema EmbarazososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora