- ¿Alguien lo sabe? – preguntó de forma general la maestra.
- William Shakespeare – gritó Sandy, seguro que Remus le había dicho la respuesta. Ella era tan tonta como la estúpida mochila de barbie que tenía detrás de su silla.
La maestra la felicitó y le dio una estrella a su mesa. Cuando finalizaba el mes, había reunión de apoderados, se sentaban en el puesto de sus hijos y veían cuantas estrellas tenían pegadas en la mesa, era una estrategia para decirles como nos iba en nuestro desempeño académico Dorcas tenía cinco, Lily tenía siete, Marlene seis y yo una, que ni siquiera recordaba cómo la había ganado.
- Sandy es una tonta, solo que quiere llamar la atención de Remus -dijo Marlene en el recreo. Estábamos sentadas en el césped de la Academia Westfield, era un castillo grande que antiguamente fue utilizado como centro de fiestas y reuniones importantes dentro de la alta sociedad. Con los años se le perdió el uso y alguien lo compró para poner una escuela exclusiva para los niños de los grandes empresarios de Canterbury. Yo hubiese preferido ir a una escuela pública, por lo que me contaba Ellen, ahí los niños eran tan burros como el animal, y eso a mí me venia a la perfección, no soportaba el nivel de exigencia de esta escuela. A los nueve años enseñándonos versos de Shakespeare cuando podríamos leer C. S. Lewis.
Que a Sandy le gustara Remus, no era un secreto, el año pasado en su primer día de clases Sandy fue la primera en hablarle y le sugirió a la profesora que Remus se podía sentar con ella. No me molestó del todo esa decisión, yo tuve que estar sentada con Remus antes del cambio de puesto, así que de manera anónima se lo agradecía.
- Y lo está logrando de la forma en que lo llama en medio de un examen – dijo Dorcas. Todas reímos, pero no nos dimos cuenta de que Sandy pasaba por nuestro lado y nos había escuchado. Corrió tan rápido que en menos de unos segundos ya estaba fuera del alcance de nuestra vista.
- Nos metimos en serios problemas – dije.
- ¿Por qué?, se lo tenía merecido – dijo Marlene. Yo negué con la cabeza, ellas no comprendían, Sandy iría con la maestra y le contaría lo que escuchó, se haría la victima y a nosotras nos castigarían.
- Me iré a disculpar antes de que esto empeore – les dije, poniéndome de pie.
Ellas se quedaron con la boca abierta e intentaron persuadirme aún sin entender porqué lo hacía. Fui por el mismo camino que Sandy y la busqué. No estaba en los baños ni en los pasillos, ni en la banca en la que siempre se sentaba con sus amigas, ni en ningún lado.
- ¿A quién buscas, _____ descerebrada? – me preguntó Peter, uno de los amigos de Sandy. Un chico de estatura normal para su edad y cabello marrón. El problema era que al lado de Sandy parecía guarda espaldas.
- A Sandy – le contesté, me guardé "la tonta de tu amiga" para evitar posibles daños, él también podía acusarme con la maestra.
- Yo iría por el bosque de pinos, iba muy triste hacia allá de la mano de Remus – apuntó hacia el patio y desde aquí pude ver la copa de los pinos que se extendían hacia los límites de Canterbury.
Me dirigí hacia allá escuchando la risa de Peter a mis espaldas, algo se tramaban, pero no contaban con que yo era más astuta.
Las ramas me golpeaban en la cara y mi falda se enredaba en los arbustos, tenía el cabello revuelto por el ajetreo de caminar sobre una superficie con piedras y hierbas y pinos que se alzaban sobre mi cabeza.
¿Dónde estarían?, llevaba dando vueltas más de 5 minutos.
Escuché a lo lejos la campana que ponía termino al recreo, no los había encontrado, así que me rendí. Solo había un inconveniente, no sabía a dónde ir.
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CÁSATE CONMIGO II REMUS LUPIN
FanficMi abuela sentía una debilidad por Remus, siempre le consentía y le reglaba dulces a escondidas de mi madre, ella creía que a él le faltaba cariño, pero la verdad es que no. Incluso mis padres querían más a Remus que a mí. Era un niño demasiado cons...