1.09: ¿Hay algún eso?

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»No eres mi tipo«
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Condujo rápidamente hasta la antigua casa Lahey, tal vez ganándose un par de multas por el exceso de velocidad

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Condujo rápidamente hasta la antigua casa Lahey, tal vez ganándose un par de multas por el exceso de velocidad.

Al llegar lo primero que vio fue a Isaac sentado frente a la destruida propiedad con una maleta al lado de él.

─Sube─el chico lanzó su maleta al asiento trasero y subió en el lugar del copiloto. Lilian prendió el auto y siguió el camino hacia la estación─. ¿Quieres hablar de eso?─preguntó luego de unos segundos en silencio.

─Nah─respondió negando con la cabeza─. ¿Y tú?

─No hay ningún eso.

─Que mentirosa─se mofó Isaac, viendo por la ventana─. Tus ojos están rojos.

─Tal vez estoy drogada.

─Los lobos no se pueden drogar.

─¿¡Qué!?─exclamó frenando de golpe en un alto. Isaac le dio una mirada de reproche por el movimiento brusco.

─La curación acelerada hace que no haga efecto en nosotros.

─Estúpido Derek─masculló molesta, volviendo a andar─. Eso no me lo dijo.

─Sí, hay muchas cosas que no dice─contestó indiferente, alzando las cejas levemente─. Oye, ¿puedo hacerte una pregunta?

─Ya la hiciste.

─¿Por qué le dijiste a la policía que eras mi novia?─preguntó ignorándola.

Lilian casi se ahoga con su propia saliva al escucharlo, pero trató de excusarse.

─Fue lo primero que se me ocurrió.

─¿Y te gustaría mostrarme el vídeo que grabamos al llegar a tu casa?─cuestionó con coquetería, la chica despegó la vista del camino y lo recortó con la mirada.

─No eres mi tipo─le respondió con una sonrisa falsa.

─¿Y cuál es tu tipo? Porque sé que te gustan los jugadores de Lacrosse.

Lilian se tensó ante lo dicho. Con todo el tema de los lobos no había tenido tiempo de recordar a Tyler, y definitivamente estaba mejor teniéndolo en el olvido.

Pequeños recuerdos de su antigua relación llegaron a su mente mientras conducía.

─Vamos Lili, acéptame una cita─le rogó Tyler por milésima vez en la semana.

─Ya te dije que no─sentenció cerrando su casillero y comenzando a caminar a su clase de artes.

─¿Por qué no?─preguntó alargando la "o".

Iba siguiendo a Lilian por detrás, cuál perro detrás de un hueso.

─No eres mi tipo.

La castaña se perdió por un pasillo, mientras que Tyler se dedicó a verla alejarse con una sonrisa de tonto enamorado en su cara.

Como deseaba nunca haber aceptado esa cita.

Isaac notó su cambio de humor, sintió como el auto se llenaba de pronto con un sentimiento de tristeza y arrepentimiento. Mentiría si dijera que no se sintió un poco culpable por haber generado ese cambio, pero no sabía cómo disculparse, y de hecho no sabía que había hecho mal.

Para suerte de ambos, llegaron a la estación bastante rápido. Los dos se bajaron con sus maletas y las dejaron en el vagón que les pertenecía.

Lilian ni siquiera se despidió de Isaac, únicamente salió del lugar y se subió a su auto; dejando al chico con mucho que decir, pero sin idea de cómo expresarlo.

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Cuando llegó a la escuela inmediatamente buscó a Erin para hablar con él. Lo buscó por toda la escuela, pero no lo encontraba por ningún lado y estaba perdiendo la paciencia. Iba a rendirse cuando lo vio en los vestuarios de los chicos, cambiándose para la clase del entrenador.

─Te he estado buscando como loca.

─¿Qué haces aquí?─le preguntó con molestia quitándose la camisa.

Lilian no se inmutó, se conocían desde los ocho años e incluso se habían llegado a bañar juntos. Ningún chico dijo nada, estaban un poco acostumbrados a verla hablar con su amigo y entrar a los vestuarios como si nada.

─Quería hablar contigo.

─¡Ah! Ahora si quieres hablar.

─Mira, sé que no debí colgarte así, pero... ¿¡puedes siquiera mirarme!?─exclamó con reproche. El chico se dignaba a verla, la ignoraba mientras metía su ropa en la mochila.

Resignado, rodó los ojos; se sentó en la banca mirándola con una ceja alzada, indicándole que siguiera hablando.

─Se que no debí haber desaparecido sin avisarte, pero de verdad necesitaba salir de ahí y no me sentía bien para hablar.

No le estaba diciendo toda la verdad, pero no estaba muy convencida de que tan bueno sería contarle a Erin que ahora era una mujer lobo.

El chico la miró por unos segundos con los ojos entrecerrados, pero finalmente soltó un bufido y abrió sus brazos.

─Ven aquí.

Lilian sonrió victoriosa y dio brinquitos hasta su mejor amigo. Sabía que él no podía estar molesto con ella por mucho tiempo.

Se paró frente a él y lo abrazó por el cuello, con la cara de Erin en su pecho por estar sentado.

Tyler, que estaba no muy lejos, los veía con recelo. A pesar de que sabía que eran amigos desde niños, no podía evitar molestarse por ver a su exnovia ser tan cariñosa con un chico. Enojado, cerró con bastante fuerza su casillero, ganándose una mirada confusa por parte de Danny, que se encontraba al lado de él.

─No vuelvas a irte así─la voz de Erin sonó amortiguada por el abrazo. Se separó de Lilian y la miró con ojos de cachorro regañado─. Casi me muero de angustia cuando tu papá llamó preguntando por ti.

─¿Te llamó?

─Sí, amenazó con matarme si estabas conmigo y no le decía. Y cuando le dije que no te había visto, amenazó con matarme si llamaba a la policía.

─No le convenía que el sheriff se metiera.

─¿Tan malo fue como para que terminaras en el hospital?

─No tanto─mintió desviando la mirada─. Solo entró en pánico.

¿Cómo le explicaba que en realidad fueron huesos rotos y riesgo de pulmón perforado, pero que se curó con la magia de una mordida? No había manera.

CARE FOR ME ── ISAAC LAHEYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora