A veces me quedo mirando al techo meditando sobre mi existencia cuando apago la alarma. Me pregunto si sería capaz de levantarme una hora más temprano y salir a correr.
Queremos pero no podemos.
No lo podrías haber dicho mejor, conciencia.
Me levanté y salí de la habitación directamente al baño. Llevo conviviendo cuatro días con Hope y hasta los momentos no me ha dado problemas. Es muy organizada y no hace mucho ruido, salvo por la tarde noche con sus clases virtuales de Yoga que lo pone un poco alto, pero no me molesta.
Hemos comprado un bote para la comida y también me dio una lista de cosas a las que le tiene alergia. Estos días hemos hablado lo justo y necesario, aunque anoche nos quedamos unos treinta minutos hablando en el salón sobre nuestras carreras.
Ella estudia diseño gráfico, le gusta dibujar y se decantó por eso. Y no lo hace nada mal, a veces cuando paso a mi cueva echo un ojo a su cuarto y tiene muchos dibujos y posters muy bonitos.
Salí del baño y me fui a vestir. La vi pasar al salón con su mochila vestida, peinada y radiante. Esta chica no parece humana.
Cuando salí lista se estaba desayunando unas tostadas con mermelada y un café, me miró y subió la comisura derecha.
- Buen día.
La miré mal y ella se rió por lo bajo. Buen día... Pero si siento que me pesa todo, quiero volver a mi cama.
Queremos...
Miré mi teléfono que vibró y vi un mensaje por el grupo que tengo con los chicos mientras me llevaba un vaso de zumo a la boca.
Charlie: ¿Hoy comemos?
Percy: Vale ¿Dónde?
Charlie: ¿El bar de John?
Cody: Vale.
Yo aparté la mirada del teléfono y miré a Hope que recogía sus cosas para irse. Estos días vuelve de clase y se instala por aquí a estudiar o a hacer sus cosas, no sale.
No veo por qué no pueda venir. Me cae bien Hope.
Suspiré y cuando la vi dirigirse a la puerta lo solté.
- Ey risitos, a las dos en la entrada principal de Rosewood.
Ella se detuvo en seco y me miró confusa con una mano en manilla de la puerta.
- ¿Para?
- Tendrás que comer ¿No?
Asintió y yo me levanté para dejar las cosas en el fregadero.
- ¿Solas?
- Con los chicos.
Me giré y la vi estrujando nerviosa la manilla. Cogí mi mochila y me acerqué con ella a la puerta.
- Pero...
- Pero voy a estar ahí y confía en mí, no pasará nada, si lo necesitas eres libre de irte cuando quieras por tu comodidad - Le corté.
Ella suspiró y abrió la puerta decidida. No dijo nada más. Seguimos andando juntas hasta la salida de la residencia cuando ella tiró a la izquierda y yo a la derecha.
Estos días he intentado ignorar el claro y severo problema de Hope con los hombres. Entre tantas reflexiones llegué a valorar que puede que tenga una mala experiencia, sin embargo, ella dijo que su problema nació dado a que nunca ha interactuado con el género masculino en general, por su aislamiento.
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UN SIN FIN DE RAZONES PARA ENAMORARSE
RomanceAsí de perfecto puede llegar a ser el arte de encajarlo todo. Así de perfecto puede ser conocer a alguien que nació con la llave de tu alma en su bolsillo. Así de perfecto puede ser conocer el calor que descongela hasta la parte más fría de ti mismo...