La Peonia Y El Loto

¿Jades De Lan?

En otra parte, para ser exactos en la secta Gusu Lan dos personas soltaron un estornudo haciendo exaltar a cierto Beta.

-Wangji, Xichen se sienten bien?— Preguntó un hombre con barba. Más no espero que sus sobrinos soltaran un suspiro—Wangji, Xichen sucede algo?-Fue la pregunta del hombre que se encontraba preocupado por sus dos sobrinos, pero como no estarlo si sus sobrinos casi nunca se enfermaban y cuando lo hacían estos simplemente se quedaban en cama, gracias a que se llegaban a sentir muy débiles a tal calibre que se podían desmayar por una simple fiebre, o al sentir las feromonas de cualquier persona que no fuese parte de su familia.

-Estoy bien shufu/estoy bien shufu—respondieron ambos Omegas am unísono, haciendo que el mayor soltara un pequeño bufido de diversión, y es que como no si sus sobrinos eran adorables, la nariz de cada uno estaba de un color rojizo muy tierno, aún cuando tenian algunas marcas debajo de sus ojos gracias al cansancio.
-Por qué están tan cansados?—el Beta los vio de forma interrogante ya que sus sobrinos no eran de estar despiertos hasta tarde.
Más el mayor de los hermanos bajo la mirada, a la vez que empezaba a jugar con sus dedos, de forma tímida para después responderle a su tío la pregunta que este hizo—Mi lobo a estado muy inquieto desde hace algunos días y no e podido descansar bien. - Ante tales palabras tanto el ojidorado como el hombre de barba se sorprendieron, uno por que el lobo de su sobrino estaba inquieto, mientras que el otro por que el estaba en la misma situación con su propio lo que lo tenía muy preocupado, más no lo quería admitír después de todo era casi imposible que su destinado estuviese cerca. Pero eso no quiere decir que no tenga ganas de conocerl.—A-zhan todo bien?- las palabras de su hermano lo sacaron de su burbuja, haciendo que dirigiera su mirada hacia su hermano y tío, los cuales lo veian u tanto preocupados ya que el menor no solia distraerse.—Estoy bien, y respondiendo a la pregunta de shufu es por mi lobo.—Hablo con tímidez y casi en un susurro, haciendo que tanto su hermano como su tío casi se atragantaran con el té que bebían.