Capítulo 11: De mal a peor

6 1 0
                                    


Solo escuchaba una voz ronca a lo lejos, me pareció conocerla, en ese momento me desmayé.

Pasaron creo que 2 horas, desperté en un cuarto que no era el mío, ¿Dónde diablos estoy? ¿Me secuestraron? pensaba en voz alta, decidí salir para ver donde estaba, bajé las escaleras y vi a un chico totalmente distinto.

- Marry que bueno que despertaste, me tenías muy preocupado

- ¿Y tú quién eres? Creo que te he visto antes

- Eso no importa lo que importa es que no puedes estar aquí, en este lugar te van a hacer mucho daño, debes irte cuanto antes, así que por favor vete.

- Pero...

- ¡Vete Marry!

Demasiado tarde, unos tipos grandes abrieron la puerta y me llevaron a otra habitación, era oscura y la poca la luz que había era de una ventana que me quedaba muy alta, me ataron a una silla, traté de soltarme, pero mis intentos fueron en vano, grité con todas mis fuerzas que me sacaran de allí, pero nadie me escuchaba, perdí la noción del tiempo, cuando pensé que vendrían a salvarme ocurrió todo lo contrario.

Disculpen si lloro en esta parte, pero fue horrible, un hombre de aspecto intimidante entró y cerró con llave.

- Vaya, vaya, si es Marry Mathew, después de tantos intentos fallidos al fin nos volvemos a ver.

- ¿Enrique que estoy haciendo aquí?

- Jajajajajaja eres muy graciosa -me tomó del cuello- y así débil me gustas más- me dio una bofetada y caí con todo y la silla

- ¿Por qué me golpeas? ¿Qué demonios quieres?

- Soy aquel que nunca le hiciste caso, yo lo daba todo por ti que quería solo para mí y esperé y esperé, pero nunca vi nada de ti, así que decidí tenerte encerrada aquí y solo estamos tú y yo

- ¡Estás loco! maldito déjame salir de aquí imbécil

- ¡Cállate! -me dio otra bofetada, tiró de mi pelo- ahora eres mía y nada ni nadie va a cambiar eso, eres mía solo mía.

- Te defendí ante los demás porque eras un debilucho ya veo porque me alertaron de que me alejara de ti estás enfermo.

- Todo eso lo hice para llamar tu atención, pero preferiste a ese Don Juan que solo te quería coger.

Me tomó del pelo, traté de huir, pero él era mucho más fuerte, me golpeó en el estómago, en la espalda, ya no tenía fuerzas de nada y aprovechó para tocarme, era tan asqueroso le patee la cara, me respondió con una mordida en mis muslos, grité que me dejara ir, pero no me escuchó, ¿Era mi pesadilla una realidad? estaba en verdad pasando.

Enrique siguió tocándome, me tomó la cara toda golpeada y comenzó a besarme el cuello, quería que parara, cuando escuché que se quitó su cinturón grité con más fuerza no nononono esto no.

- No me hagas más daño Enrique

- Aun no acaba la fiesta Marry, te voy a hacer correr más rápido que nunca en tu vida

- ¿Por qué haces esto?

- Ví que solo te acercabas a mí por lástima, y no porque te importara, te escuché a ti y a Mateo hablando de mí en aquella aula en donde Mateo te aconsejó que te alejaras y tu muy estúpida no prestaste nada de atención porque creías en mí. ¿No era curioso que esa caja de bombones estuviera en tu cama? Agradécelo a Mateo

- ¿Mateo?

- Sí, exacto, desde un principio Mateo sabía que estaba detrás de ti y me dio todos los medios para acercarme a ti, acaso pensaste que sí podías confiar en él -me dio otra bofetada- hablé con Mateo para que se te acercara y te hablara de mí, pero el muy idiota se enamoró de ti, una maldita virgen, iba para tu casa y te vi follando con él como una perra en calor, cuando se supone que ese día iba a buscarte para ir al parque, me llené de rabia y dije que me vengaría de ello. Encontré el momento perfecto y ahora, así como Mateo te hizo mujer me toca mí.

- No, Mateo, déjame...ayuda...

Mientras pedía ayuda el muy rastrero volvió a morder los muslos, pero con más intensidad, me azotó dándome con sus ásperas manos en mis muslos, me dolía bastante, vi como el tiempo pasaba y nadie vino por mí, estaba rendida.

En ese instante la policía junto con Mateo llegó y arrestaron a Enrique, no podía moverme del dolor tan grande que tenía en el cuerpo a causa de los golpes, cuando Mateo me vio en ese estado no pudo contener las lágrimas, estaba muy triste al verme así, me tomó en sus brazos me pidió perdón de mil maneras, no estaba en ánimos para eso así que solo esperé a que la ambulancia llegara para que me llevaran al hospital, aunque estaba muy débil le dije a Mateo que muchas gracias por llegar.

Sólo es un juego ¿Verdad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora