WORSHIP | Lesbian ©

#16 Miserables Enamorados

La botella de champán se siente como beber de un lago espumoso y Lisa cada vez está más osada, revisamos algunos cajones de la oficina de Jameel, que podría ser perfectamente una casa.

Tiene varios pares de abrigos en un pequeño armario en la pared y un cajón únicamente de relojes, sin contar el escritorio que parece contener una tienda entera, en cualquier momento igual oprimimos un botón y se abre un cuarto secreto.

— Pareces tan tímida — espeta Lisa sentándose frente a los monitores — Aquí puedes entrar cualquier día que quieras, lo digo enserio.

— Es la oficina de mi jefe, y debería estar trabajando — respondo.

Al igual que toda esta semana aún tengo el semblante serio y esa fogata tan figurativa en mi pecho se mantiene decreciente.

— Ya veo Kim Jennie, entonces te creo que fue con esfuerzo y dedicación que llegaste a Polymorphic — habla con ironía — ¿Porqué no me cuentas tu secreto?

¿Qué insinúa está chica?

Me levanto de mi silla, tengo suficiente aguante con el alcohol como para que esa champaña pase desapercibida, o eso creo.

Ella enciende el ordenador.

— No hay ninguno — la miro fijamente.

— ¿Porqué siento que no es verdad?

Levanto los hombros.

— He sido muy sincera contigo en muchas cosas Lisa... — me levanto de la silla y voy hacia otro par de cajones que no he observado.

— Sabes... — carraspea — Creo que veo una persona muy inteligente pasando desapercibida Jennie...

Veo como la chica teclea rápido, mueve desesperadamente el mouse y de inmediato apaga el equipo, ella no hace tonterías, ella no está aquí para tomar champán y darme una leve demostración de sensualidad, se trae algo entre manos, estoy segura.

Entonces se levanta, creo que intuye que estoy demasiado metida en mis pensamientos deduciendo cosas rápidamente, así que se acerca a mi de nuevo, como hace un rato, con el champán en la mano y bebiendo directo de la botella.

Esta vez no estoy sentada, no me muevo ni un paso, sólo dejo que se acerque, me quiere dar de nuevo el líquido en la boca pero detengo su mano.

Qué podemos hacer con eso? — respondo de forma retórica.

A veces, o casi todo el tiempo siento que nuestras conversaciones pueden tener muchos significados.

Le quito la botella y bebo usando mis propias manos, la dejo en la mesa, ahora sólo estamos frente a frente.

No la estoy adorando ahora mismo, no como hace una semana, porque sigo dolida, sigo sintiendo que me han pisoteado el orgullo y en el fondo, o tal vez no tanto, estoy deseando que ella responda lo mismo que yo "Sólo quería que supieras..." como ese día que me declaré.

Porque para ser francos no hay nada más hijo de puta que haber perdido algo bueno (como Ji-yong) y ni siquiera tomar venganza.

— Siento que no necesitas respuestas — susurra.

Entonces recapacito ¿Qué hago aquí? ¿Porqué estoy nerviosa? ¿Debería estar trabajando? ¿Quién es ella? ¿Porqué la he seguido hasta aquí? Y me respondo todo con el mismo argumento, uso tantas palabras técnicas en mi mente pero coño... Es que me gusta muchísimo y ya está.

— Puedes hablar como una persona normal — no susurro.

Ella me da una media sonrisa.

— Vale, pues eso, que no seas tímida porque a Jameel ya le pareces guapa y que deberíamos ir a dar un paseo después del trabajo para ver si logro saber sacarte algo sobre tu pasado — literalmente es lo más largo que me ha dicho nunca.