#19 Secuencia Interrumpida

572 86 13
                                    


Un domingo temprano sin ningún plan, ni trabajo, ni pareja, ni un mísero perro que sacar a pasear.

Mi monótona vida y problemas de atención dispersa conspiran contra mi para no dejar de pensar en lo que sucedió ayer, los malditos recuerdos tienen incluso banda sonora, Joder... Pienso en ese gemido, durante el sexo no digo ni una sola palabra y justo ayer apenas podía reprimir las expresiones sucias e inconscientes.

Tal vez debería ver una película, pienso en la lista mental de películas que he querido ver en estos meses, pero vaya, todas de romance, de romance heterosexual, pueden ser buenas pero justo hoy no me identifico con ninguna, me dan pereza, el mismo argumento del amor incondicional e inevitable.

¿Alguna tratará del amor no correspondido? Porque poco se habla de que eso es una puta mierda.

Extraño a Gaho... Me pregunto como se llamaría un perro de Lisa, seguramente jamás sería Gaho, tal vez el de algún anglosajón famoso y el perro tendría demasiada gracia, porque Lisa tiene muchísima gracia y los perros suelen parecerse a sus dueños.

Paso tanto tiempo pensando en Lisa, malditasea.

Me levanto de mi cama cuyo edredón no he cambiado desde hace un mes, podría arreglar la casa, sería una gran idea para despejar la mente... Voy directo a mi armario y me coloco ropa deportiva. No, mejor iré a ejercitar.

Me acomodo una riñonera cruzada por el hombro y mientras salgo de casa comienzo a atar mi cabello, el gimnasio que me gusta queda en el Emporium, un centro comercial de clase alta.

Decido caminar, ya es hora de empezar a pensar en comprarme un auto.

Hace un tiempo una avioneta se estrelló en un centro comercial de esta ciudad, cinco personas murieron, fue algo realmente aterrador cuando leí la noticia, aún no me había mudado y recuerdo seriamente pensar en el camino a la ciudad que pudo ser una señal del universo.

Llego entonces al Emporium, subo las escaleras eléctricas y justo antes de entrar al gimnasio me da muchísima pereza, bueno ya no hay vuelta atrás.

Me acerco a un salón con al menos cien aparatos entre caminadoras y bicicletas estáticas, comienzo con un ritmo muy lento, y entonces empiezo a mirar la gente.

Hay muchas mujeres, me quedo contemplando a una de músculos marcados que parece llevar bastante tiempo, por un ligero instante me quedo casi rebotando junto a ella en la caminado, estoy siendo muy morbosa, aparto la vista.

Voy hacia las máquinas para brazo, llega entonces la entrenadora, me explica como usar el aparto, me quedo mirando su abdomen descubierto ¿Qué me pasa?

Algún rayo lesbico me atacó el día de hoy.

Quiero decir, no puedo afirmar sinceramente que me gustan las chicas pero ayer estaba bastante convencida de que lo que pasó fue bueno, independiente de todo.

A los cuarenta minutos, aburrida, decido salir del gimnasio y mejor mirar tiendas de ropa.

Voy hasta el primer Cream on King, camino como si tuviera prisa por los percheros y me siento tonta pero afortunada porque da igual la prenda que me ponga, todas se me van a ver igual.

Entonces observo un jersey rojo con cuello alto y me hace tanta gracia que voy directo a los vestidores, me lo coloco, esto es ropa para gente que le gusta llamar la atención... Titubeo un rato en el espejo del probador...

Saco entonces mi móvil y busco un número entre mis contactos, ¿En que momento guardé su número? No lo recuerdo, da igual, esto ya es obsesivo.

El espejo tiene luces en el borde y el jersey me queda grande, pero igual decido tomarme una foto justo ahí, primero hago una pose muy tímida, la descarto, tomo otra, tan rígida que podría ser un adorno navideno, descartada, entonces giro un poco la cintura y levanto el brazo libre. No, es demasiado, entonces simplemente me relajo, la mano libre en mi cintura y la cabeza un poco girada hacia afuera.

WORSHIP | Lesbian ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora