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Empujar, Jalonear

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.Empujar, Jalonear.

Nuestra joven pareja disfrutaba de una cita con sus amigos en la agradable playa.
-Que relajante es todo aquí ¿no lo crees Oma-kun?-
-Eso mismo Amami-kun-
Ambos estaban bajo una sombrilla para que ni les dé el sol, mientras los demás disfrutan lo fresco del mar.
-¡Oma-kun!- saludaba alegre desde lejos Shuichi a su pareja pero al ver como platicaban Kokichi y Rantaro su expresión cambió.
-Saihara-kun ¿estas bien? Te veo un poco pálido-
-Si, si estoy bien Akamatsu-san-
-¡Juguemos voleyball!- grito al mismo tiempo que lanzaba la pelota la pequeña Angie. Un rato muy agradable hasta que Kaito se acercó a Kokichi.
-¿Que onda Oma?-
-Momota-kun, hola-
-¡Momota-chan!-
El de cabellos verde claro y el más bajo saludaban al recién llegado. Shuichi observaba desde la distancia, conteniendo todo en su interior.
-¡Saihara-kun cuidado!-
-!Saihara-kun!-
Se escuchaban los gritos de advertencia pero el peliazul reaccionó muy tarde ya que el balón golpeo su cabeza a siéndole perder el conocimiento.
Despertó en una camilla.
-¿hmm? ¿Que?-
Recuperando la vista miro que sus compañeros de clase y su pareja estaban allí con él.
-Shuichi ¿te sientes mejor?- preguntaba la pareja de esté, preocupado.
-Si, pero ¿que pasó?-
-Gonta golpeo el balón hacia Saihara-kun, pero accidentalmente Saihara-kun golpeó con su cabeza y no con sus manos-
-Te desmayaste por el golpe y te trajimos a primeros auxilios de la playa- continuó Miu sin mucho interés en el tema. Como si de un flashback se tratase Shuichi comenzo a tener los recuerdos de la playa, de como Kokichi estaba hablándole a Kaito y Rantaro, le hervía la sangre de volverlo a recordar.
-Gracias chicos pero ya me siento un poco mejor, solo iré a casa a descansar mejor allí- se puso de pie, dejando la camilla a un lado.
-Pero Shuichi— -
Kokichi fue interrumpido por su pareja que lo tomó de un brazo con fuerza, lo que hizo que soltara un quejido de dolor.
-Nos vamos a casa e dicho- puso más presión en su brazo. -s-si, claro Saihara-kun, nos vemos c-chicos-
Todos se despidieron confundidos por la situación, mientras el más bajo era jaloneado con tanta fuerza que sentía que su sangre no corría por ese brazo.
-Saihara-kun, me lastimas-
-ahora me llamaras Saihara-kun, cuando me decías Shuichi-
-M-me estas lastimando- reclamo lo mismo el pelimorado, con lágrimas en sus ojos. El contrario lo soltó bruscamente.
-Te dije que no les hablaras- con esas últimas palabras Saihara se marchó dejando atrás a su pareja herida y sin consolación.

"Esto es lo que ganas por desobedecer una órden Oma-kun"

"Esto es lo que ganas por desobedecer una órden Oma-kun"

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