Solo faltaban 3 horas para llegar a Ilia la capital de Aradia, después de haber ido a Rosadia a desmantelar un campamento rebelde que se había instalado en sus afueras, llevábamos dos arrestados para interrogarlos el resto puso resistencia y decidieron morir antes de entregarse.
Íbamos por el camino llegando a un pequeño caserío que queda antes de llegar a la capital, yo iba a la cabeza del grupo cuando escuchamos un rugido estruendoso, detuve el caballo haciendo que mis compañeros también lo hicieran, gire mí cabeza buscando de dónde provenía ese ruido.
–Señor, mire por allá.– Uno de los chicos me señalo hacia el lado izquierdo. Y en efecto, una criatura de ojos negros con una piel azulada, dos cuernos que se enrollaban hacía abajo y de gran tamaño.
La bestia luchaba contra dos personas que no pude distinguir, lo que si se es que eran cazadores, puesto que son los únicos con habilidades y capaces de enfrentarse a tales seres como lo son los demonios.
Ellos pelean de manera diferente a los humanos, un patrón de ataque que solo un cazador consigue descifrar, es por eso que los espadachines comunes no nos enfrentamos a ellos, eso lo confirme una vez que me encontré con uno en el bosque de Borjahm, casi muero pero pude salir huyendo, gracias a los dioses.
–Sigamos, lo tienen bajo control.– Respondí sin más, en realidad no era como si me importará mucho, a parte de que llevaba razón al decir que lo tenían controlado, los cazadores son capaces de derribar a un demonio que doblara su estatura.
–Si señor.– Respondió el soldado que iba a mí lado y seguimos la marcha
***
Toque la puerta dos veces seguidas y de inmediato respondieron.Ya habíamos llegado a la capital y tenía que en entregar el informe de la misión a mí superior, el hombre que después de que me quedé solo en el mundo me dio un techo en donde vivir, hasta que decidí independizarme hace poco.
–Adelante.– Se escuchó del otro lado de la puerta. Al abrirla, él estaba sentado del otro lado del escritorio revisando unos papeles de quién sabe que, el general Liu Kings.
Liu kings, el hombre que me rescato de mí casa después de que mis padres murieron asesinados en mí casa hace 16 años atrás a manos de unos soldados del ejército de Eftarwood. A él le debo todo, no solo la vida también el hecho de que no pude haber entrado a las tropas de Aradia si él no me hubiera entrenado, él me hizo lo que soy ahora y de no haber sido así no hubiera podido conocerla a ella.
Entre a la habitación y salude después de una pequeña y rápida reverencia.
–Aquí el informe general.– me acerque a su escritorio colocando los papeles en la mesa.
–Muy bien Alex.– Dijo viendo los papeles, yo ya me daba la vuelta para retirar me.– Espera, tengo otra misión para ti.
Me volteé a mirarlo y a esperar que me iba a decir, aunque lo único que deseaba era que no me preguntara sobre el festival que se llevaría acabo dentro de unos meses. El festival anual de Ilia, la tradición muy importante en la ciudad, pero yo ni siquiera pienso asistir este año.
–Necesito que vayas al festival anual.– Lo que no quería, en serio no quería ir, espero que tenga una buena razón para que vaya porque soy capaz de negarme. Lo mire con cara de pocos amigos ya que él sabe perfectamente el porque no quiero ni asomarme por allá. Suspiró cansado y después habló.– Se que no quieres ir, pero te necesito para que hagas guardia ese día. El capitán del tercer batallón tiene pistas de que la secta de sangre va hacer de las suyas esa noche.
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El Secreto De Los Demonios
FantasíaAlexander Sorna, un guerrero al que le arrebataron a sus padres cuando era pequeño, y un tiempo después también a la mujer con al que conoció el amor, juro no volver a encariñarse o enamorarse de nadie. Kiara, una ladrona a la que solo la rodean los...