El héroe Deku debe asumir la misión más importante de derrotar al gran mal de All For One mientras reconstruye su corazón luego de varios sucesos desafortunados. Yui Kodai y Ochako Uraraka quieren ser como su héroe por sus propios sueños, pero esto...
Después de ir a ver a Togata-senpai y a Eri al hospital, me quedé pensando en lo que ella confesó. El corazón se me hizo pequeño, pero traté de ser fuerte para que estuviera tranquila. Haré que ella pueda sonreír, y tengo una pequeña idea.
Salí con Aizawa-sensei del lugar y nos dirigimos caminando a UA. Él estaba con su temple cansado e inexpresivo de siempre, pero parece que en realidad sí se preocupa por nosotros y todo lo que nos involucra. Así que le consulté algo.
— Sensei, ¿qué pasará con Eri cuando pueda salir del hospital?
— Pues, es difícil de decirlo ahora. Ella estuvo apartada del mundo exterior, los únicos que trataron con ella fueron sus verdugos y no tiene a dónde ir... -el profesor se detuvo en su frase, y volteé a verlo, estaba con la cabeza baja-.
— ¿Qué hay de Togata-senpai? -pregunté para que me viera, y funcionó-.
— ¿A qué te refieres?
— Supongo que él saldrá dentro de poco del hospital ya que tiene menos daños físicos, sin mencionar eso, él podría cuidar de Eri-chan para mientras y además quisiera ayudarla a ella. -contesté, levante la mirada, yo estaba decidido a un nuevo objetivo-.
— Conozco esa mirada, asumo que ya tienes un plan. -contestó mi sensei y le correspondí con un guiño-.
— ¿Podría ir a verla mañana? Solo necesito una guitarra. -le contesté con una sonrisa que increíblemente, Aizawa-sensei también dio-.
— No puedes dejar de ser un héroe, ¿verdad, chico? -él puso una mano en mi hombro y me sonrío con una mirada bastante paternal, sin duda es el mejor profesor-.
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(Cr: @ therealhideaki en Twitter)
Entonces seguimos caminando para llegar a UA. Yo me sentí feliz, y empecé a tararear mientras entré al edificio donde vivo con mis compañeros. Era temprano y faltaba un rato para el almuerzo, no había nadie en la sala común y decidí cocinar un poco de onigiri, lasagna y un ramen especial.
— Hoka no daremo ayumenai kono hibi ni mune yo sawage. 🎶-me animé a cantar mientras lavaba el arroz-.
Todo estaba tranquilo, era uno con la cocina y la cocina era una conmigo, pero no sentí cuando cuatro brazos rodearon mi cintura y escuché dos voces femeninas.
— Yuraida sekai de yuruganai kotae o sagasu yori. 🎶 -cantó Ochako mientras sentí que sus mejillas se apoyaban en mis costillas-.
— Mugen no gimon o itazura ni toi tsudzukete ikite itai. 🎶-complementó Yui que estaba con su carita enterrada en mi espalda-.
— Chicas, qué gusto verlas, pero... -no pude continuar porque empecé a ponerme nervioso, ellas apretaban fuerte pero se sentía agradable que sus caritas estuvieran apoyándose en mí, eran tiernas-.
