El héroe Deku debe asumir la misión más importante de derrotar al gran mal de All For One mientras reconstruye su corazón luego de varios sucesos desafortunados. Yui Kodai y Ochako Uraraka quieren ser como su héroe por sus propios sueños, pero esto...
Kendo Rappa, un luchador clandestino de Quirk Rumble que fue rescatado por Overhaul en el pasado y que ahora solo buscaba saciar aquello que era su razón para vivir: una buena pelea que lo haga exigirse hasta casi morir.
Red Riot y Deku estaban dispuestos a recibir los golpes. Sin embargo, los impactos se tradujeron en sonido gelatinosos. Fat Gum se había interpuesto frente a los estudiantes y empezó a recibir los golpes.
— ¿Qué clase de bolsa de boxeo eres? -preguntó confundido Rappa-.
— Una que va a atraparte. -Fat Gum dio un paso y Rappa volvió a lanzar una ráfaga de golpes-.
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Red Riot quiso ayudar a su mentor, pero una barrera invisible alrededor del golpeador impidió el impacto de su golpe.
— ¿Tienes dos quirks entonces o es...? -volteó a ver y descubrió el porqué no pudo entrar a pelear- eres tú.
Volteó a ver y notó a Tengai que tenía la mano derecha alzada activando su don de escudo. Kirishima intentó golpear más fuerte con su endurecimiento activo, pero era inútil porque el escudo era más grueso.
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— Es inútil, muchacho. Es una fortaleza irrompible. Por más que te endurezcas como piedra, no puedes ganarle al escudo ni a esta lanza. -señaló a Rappa que esta furioso-.
— Te dije que esa mierda no la iba a tolerar, Tengai-kun.
— Calma, Rappa. No solo se gana con la fuerza, sino también con la cabeza. Y más te vale usarla para otra cosa que no sea golpear, eres tan idiota que creerás que solo para eso funciona. -reclamó el compañero del yakuza-.
Deku era testigo y quería ayudarlos, así que corrió pero tras unos cinco pasos su cabeza comenzó a dolerle, precisamente en la región entre el parietal y el frente, el sensor de peligro lo alertó. Así que volteó la vista hacia arriba y saltó hacia atrás para evadir a un pequeñín con máscara rasgada de la boca.
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