Puedo amarte? {Rengoku x Akaza}

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Al cabo de 2 horas después, Akaza estaba a escasos metros del pueblo y hogar del pilar de la llama Rengoku, el se encontraba escondido en los arbustos, ya qué no quería ser visto, porque aunque nadie de ahí podría ganarle, no quería hacer un escándalo y enojar a Rengoku, por lo qué decidió esperar al anochecer, no tenía qué esperar mucho, ya qué realmente sólo faltaban minutos para qué el sol se ocultará, a la vez, Rengoku se encontraba con Tanjiro, cuidándolo, miró por un momento la ventana, viendo qué la noche ya había llegado, se dispuso a irse, no sin antes dejar un beso en la frente del peli rojizo, mientras salía de la residencia de Shinobu pensaba en su relación con Akaza, qué eran realmente? Deberían ser algo más? Y qué pasaría sí lo descubren? Sería su fin sin duda. Akaza se encontraba divagando entre las calles del pueblo, aún no se sentía listo de ir directamente a la casa del pilar, tenía pensado declararse está noche, sólo esperaba qué todo saliera bien, todo bien hasta qué sintió una mano en su hombro, una mano qué lo agarraba con gran fuerza, por alguna razón se sentía nervioso, cómo si supiera quién era, giró lentamente su cabeza, pero... No... No era quién pensaba qué era.

Sanemi: Se puede saber qué hace un asqueroso demonio por aquí -habló con mucha ira-

Akaza: Sólo estoy dando una vuelta por la noche, nada de tú incumbencia cazador -puso una cara más seria- ahora suelta mí hombro..

Sanemi: No lo creó jeje -con una sonrisa perturbadora sacó su katana casi cómo a la velocidad de la luz con el objetivo de cortarle la cabeza al demonio- TOMA ÉSTO!!

Akaza rápidamente saltó alejándose varios metros del pilar del viento, su expresión cambió a una fastidiada, no tenía ganas de luchar, así qué pensó en una forma de irse sin qué lo siga, pues aún tenía pensado ir a la casa de su pilar, pero el peli blanco tenía otros planes, siendo el loco qué es, se abalanzó al demonio rápidamente, atacando y atacando, sin darle el tiempo de no hacer casi nada, ésto para Akaza ya se estaba poniendo incómodo y molesto, por lo qué le soltó un golpe en el estómago, no muy fuerte, sólo para qué se detenga y le di tiempo de escapar.

Sanemi: Uhg! -se arrodilló mientras qué con una mano se agarraba el estómago y con la otra la espada para no perder equilibrio- m-maldito.. ME LAS PAGARÁS!!

Miró a todas las direcciones habidas y por haber, pero no lo encontró, se había esfumado, había aprovechado ése golpe para escapar, varías venas salían de la cara del pilar, si qué se encontraba enojado, se levantó resignado, y empezó a caminar de regreso de dónde había venido. Akaza por otra parte, se encontraba ya a escasos metros del hogar de Rengoku, saltó hacía la puerta y antes de tocar agarró una flor de por ahí, quería hacerce el caballero, con un poco de nervios tocó la puerta a la espera de qué respondiera, Rengoku, quién se encontraba leyendo un libro, escuchó la llamada a su puerta, por lo qué no tardó en ir a responder, y en cuanto abrió se encontró con el demonio de sus sueños, literalmente.

Akaza: H-hola Rengoku.. -extendió su brazo con la flor- te traje ésto jeje

Rengoku: Ah!... Pues gracias supongo -la tomó y le hizo una seña para qué entrará- dónde te fuiste hace 3 días?

Akaza: Bueno tal vez ya lo sepas, pero una luna superior fue derrotada por unos cazadores -se dió la vuelta para verlo directamente- pero yo no me fui por voluntad propia, solo qué cuando pasa algo importante soy teletransportado a nuestro lugar de reunión, entiendes?

Rengoku: Sí... Supongo -dejó la flor en la mesa y segundos después se dirigió a su habitación-

Akaza: A-adonde vas? -preguntó viéndolo marcharse-