Capitulo 3

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—Pero de igual manera me gustaría que esto quede entre nosotros—pidió Guido

— Quedate tranquilo— dijo calmado Ezequiel— además no creo que tampoco nos digan algo

— Si Charlie o tus viejos se enteran estoy muerto

— Ninguno tiene que enterarse, además Charlie está ocupado haciendo negocios

— Ahora que lo decís me llama la atención eso— dijo dudoso

— Solo se que se la pasa muy pegado a los altos mandos del barco como si se estuvieran tramando algo

Guido dudo de esas palabras, lo conocía a Charlie lo suficiente como para saber que podría hacer.

— Lo más probable es que lo imaginemos, además no es algo que me importe. Digo, es su vida privada, que haga lo que quiera

— Claro— dijo sarcástico— ahora sí me permitís voy a buscar un helado de chocolate— dijo guiñándole un ojo

—¿Te acompaño?— pregunto

Ezequiel asintió y agarró a Guido de la mano y desaparecieron en los pasillos del barco.

Por otro lado León y Emanuel estaban caminando por el pasillo principal que conducía a varios negocios abordo.

— No tenía a nadie en esa parte del país así que me fui y no volví todavía— narro Emanuel— soy como la hoja de un árbol que se lleva el viento

León rio suave.

— Bueno León— dijo— estuvimos como 20 minutos hablando de como crecí y todo pero algo me dice que no creo que sea eso a lo que viniste

León lo vio y detuvo su marcha.

—Manu yo— dijo pensando— quería agradecerte no solo por lo que hiciste, si no por tu discreción

—De nada

—Yo se que debes estar pensando, pobre niño rico ¿que sabrá de tristezas?

Se sentó en una de las mesas que había.

— No era eso lo que pensaba

León levanto la mirada hacia el.

— En realidad estaba pensando en que te podía pasar para que creyeras que no había salida

— Es qu...— no sabía que decir, no sabía por dónde empezar— fue todo mi mundo y toda la gente en el y la inercia de mi vida dando saltos y tumbos y mi impotencia para detenerla— se sacó el collar Charlie le había dado

— Mira esto— dijo  viendo el collar—Te hubieras ido hasta el fondo— bromeó al ver el collar

— Ya se mandaron 500 invitaciones y toda la alta sociedad de San Isidro estará ahí junto con la escuela y yo solo puedo verme ahí ,parado en una habitación repleta, gritando con todas mis fuerzas y a nadie parece importarle

— ¿Puedo preguntar algo?— pregunto

León asintió.

— ¿Te gusta ese tipo para tu vieja?— pregunto

—¿Perdóname?— dijo sin entender

— Si te gusta ese tipo para tu vieja— repitio

—No deberías preguntar eso— dijo indignado — es algo delicado además de que estás siendo grosero

— Bueno solo es una pregunta, ¿te gusta para tu vieja o no?— volvió a preguntar

—Esta no es una conversación apropiada

Symphony of the seasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora