✨ Descubrimiento ✨

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*Narra la narradora:*

Después de aquella noche emocionante, ambos jóvenes fueron a acostarse en sus respectivos cuartos. Ya era de día, del día siguiente; Kanao había ido a salir un rato junto con Aoi para comprar algunas cosas que les hacían falta en la finca, como diversos materiales médicos para la atención de futuros pacientes que vendrían. Antes de salir, la ojimorado notó que en su escritorio de su consultorio, que se encontraba una carta, ésta la tomó (claro que ella ya podía leer mientras estaba ciega, debido a que había practicado) y empezó a leerla, dado que aquella carta era escrita por Tanjiro, en la que le decía que estaría en su cuarto reposando unas horas, así que no debían de molestarlo puesto que estaría descansando. Kanao entendió perfectamente y optó por no interrumpirlo, aprovechando que se iría unas horas también de la finca. Fue al cuarto de Tanjiro y le dejo otra carta, en la que le decía que aceptaba su momento de "Relax" y que ella saldría, por lo tanto, era de mucha importancia que no saliera de su cuarto hasta que ella regresara. Al término de esto, la chica se retiró con Aoi dejando a Tanjiro solo en su habitación, durmiendo.

Parecía que sería una día pacífico, pero, no fue así. Algo iba a pasar o mas bien, alguien iba a pasar.

Afuera de la finca, habían tres personas. Estaban murmurando y conversando sobre algo.

- Entonces... ¿Esta aquí tal y como me dijo? -preguntó-

- Así es. Me da miedo. Apenas lo vi el día de ayer. No sólo ayer sino otros días anteriores. Pasa por aquí seguido y lo peor es que no deja a mis hijos dormir por terror a que se los coma.

- Ya veo. Usted no se preocupe, yo lo resolveré. Le prometo que no volverá a pasar, de hecho, desde hace meses abrimos una investigación al respecto para su captura. -aseguró- Pero ahora que usted me asegura que lo vio aquí, lo capturare y será llevado ante la ley junto con la que lo apoya. ¿No hay nadie más que este involucrado en esto?

- No. Solo vi a ese monstruo junto con esa chica.

- Vale. Gracias por su cooperación.

Luego de que uno de ellos se retirara, los otros dos que quedaron, los cuales se trataban de un kakushi y un cazador de demonios, quien resultó ser Tomioka, y estaba siendo informado por un señor que vivía cerca de la finca. Se había corrido rumores sobre el avistamiento de un demonio, muy parecido a Tanjiro, por lo que, el pelinegro dedujo que quizá siga vivo y que se encontraba hospedado en este lugar. El joven estaba muy molesto, pero lo que más lo ponía así era saber que Kanao, le había mentido y ocultado la verdad sobre Tanjiro. Era de esperarse de alguien como ella y que sentía algo por aquel demonio. Durante esos meses que Kanao se dedicó a cuidar de Tanjiro, Tomioka están buscando pistas de su paradero, no lograba encontrar ningún rastro de él y aún se complicaba la búsqueda, debido a que con tan solo tener un brazo, tenía que descansar a menudo y no exigirse demasiado; la sede le dio una oportunidad más para que pudiese atrapar al demonio y así traer la paz nuevamente a todos. Tomioka se dispuso a hacerlo, hasta que lograr encontrarlo, lo cual, si pudo hallarlo finalmente. Lo único que quedaba era entrar a la fuerza y buscarlo por toda la casa de reposo.

Tumbaron la puerta de una patada. El kakushi y Tomioka entraron de frente y sin preguntar si había alguien aquí. El lugar se notaba normal como cualquier otro y nada fuera de lo común, pero, para el pelinegro, eso era una cortina de humo que servía para despistarlos, ya que, sentía que el demonio seguía aquí y que estaba oculto. Luego de diambular por el jardín, entraron a la casa que lucia más limpia que nunca.

- ¿No deberíamos de preguntar si alguien está aquí? Puede que estemos entrando sin permiso. -dijo el kakushi asustado-

- Para cazar un demonio como ese, no hay tiempo de pedir permiso. -contestó Tomioka-

"Un demonio dentro de mí" [Una historia de KNY] (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora